viernes, 24 de enero de 2014

Casa Capitular Dune, de Frank Herbert

“Las Honoradas Matres se enfrentan, con sus terribles poderes, a la secular Bene Gesserit. Las Reverendas Madres, ocultas y fortificadas en su planeta Casa Capitular, intentan revivir el viejo orden que les dio su antiguo poder en todo el universo. Un ghola de Miles Teg está siendo adiestrado para superar incluso a su poderoso antecesor. La unión de Duncan Idaho y Murbella, cautivos ambos en la no-nave, puede arrojar luz sobre el traumático fenómeno de la Dispersión…

Sexta entrega de la extraordinaria saga Dune, esta novela, considerada la cumbre de la ficción científica contemporánea, abre insólitas dimensiones…”

Más de un año había pasado desde que terminara el quinto libro, Herejes de Dune, y ya era hora de adentrarme de nuevo en las fascinantes páginas de la saga creada por el legendario Frank Herbert.

A decir verdad, tenía al menos una docena de opciones de lectura para continuar, pero —y esto seguramente le ha pasado a muchos— simplemente el libro comenzó a “llamarme”, a atraerme, y no pude evitar zambullirme en la historia de Dune una vez más. Por otra parte, luego de quince meses, ya era más que justo, sobre todo sabiendo que se acercaba un momento álgido en la serie.

Tal como sucediera en el volumen anterior, leí las reseñas de los cinco primeros libros publicadas por mi amigo Eloy Nogueira, del blog El Consultorio del Doctor, quien ya se ha leído todos los libros publicados en castellano, y rematé ojeando las últimas páginas del volumen anterior. De esa manera, luego de ponerme a tono, la verdad es que comencé la novela con muchas expectativas y no poco entusiasmo.

Y es que Casa Capitular Dune tiene la particularidad de haber sido la última novela de la serie publicada por Frank Herbert, quien falleció poco tiempo después víctima de una embolia pulmonar mientras se recuperaba de una cirugía para curar su cáncer de páncreas. En cierta forma, es como si el libro representara un clímax no solo en la historia en sí, sino también en la vida del autor.

La sexta entrega de la saga comienza justo donde termina el volumen anterior.

La sangrienta guerra entre la Bene Gesserit y las Honoradas Matres se recrudece. La Bene Gesserit va sufriendo las bajas de sucesivos planetas a manos de sus antagonistas, mientras en Casa Capitular, sede central de la Hermandad, la Madre Superiora Darwi Odrade traza un plan que le permita librarse de la amenaza y a la vez asegurar el futuro de la Orden.

A medida que prosigue el proyecto de convertir el planeta en un nuevo Dune que pueda albergar a los gusanos de arena y, por ende, propiciar la creación de la codiciada melange, la Hermandad consigue, mediante la tecnología de los tanques axlotl, crear un ghola —algo así como un clon— de Miles Teg, el genio militar que fuera de vital importancia en los hechos acaecidos en Herejes de Dune, con el fin de hacer uso de sus inigualables conocimientos militares y contar con una buena baza en la guerra contra las Honoradas Matres.

Mientras tanto, en la no-nave en que escaparon de Rakis, el ghola y ahora Mentat Duncan Idaho, la Honorada Matre Murbella, y el último Maestro Tleilaxu, Scytale, permanecen cautivos a la espera de que la Hermandad decida el papel que todos han de jugar en la batalla. Duncan va mejorando sus poderes Mentat, mientras Murbella va siendo adiestrada por la Hermandad, adhiriendo sus nuevos conocimientos a su preparación aprendida de sus anteriores hermanas.

A varios kilómetros de allí, Sheeana, la misteriosa joven que logró dominar a Shai-Hulud, el gigantesco gusano de arena, sigue de cerca la evolución del nuevo desierto, mientras espera ansiosa la aparición de los nuevos especímenes.

Como siempre, cualquier cosa que diga es poco para resumir las connotaciones que alberga esta historia, para dar una idea de la profundidad y magnitud de los hechos que allí suceden, para describir las sensaciones que deja su lectura. Herbert fue un maestro, con todas las letras. Un pensador que dejó plasmada toda su sabiduría en los tomos de la saga cumbre de la ciencia ficción. Aunque, en mi opinión, es mucho más que una historia de ciencia ficción. En Dune hay un estudio profundo del ser humano, de su evolución, de su desarrollo, es un tratado sobre política, religión, filosofía, y por si ello fuera poco Herbert crea desde cero todo un ecosistema nuevo y coherente que desde un comienzo nos deja estupefactos y maravillados. Cada párrafo hace gala de una maestría que si bien a veces se nos antoja un poco enrevesada, destila un virtuosismo que nos subyuga.

Todavía recuerdo cómo me atrapó el primer libro, y aunque siempre será mi favorito, este que recién termino está casi a su altura. Realmente es difícil de describir, pero en este momento me sugiere un gran tablero de ajedrez en el que Herbert va moviendo poco a poco sus fichas, a veces lentamente y sin mostrar su verdadero juego, para que al final, tras una serie de jaques supremamente sorpresivos, nos regale un desenlace que siempre nos deja con la boca abierta.

Siendo este el último libro que publicó de la serie, siento como si hubiera llegado a una esperada meta, pero la verdad es que el final de Casa Capitular Dune deja multitud de interrogantes que, afortunadamente, su hijo logró desenmarañar veinte años después en un par de libros (Cazadores de Dune y Gusanos de Arena de Dune) basados en los cientos de folios y notas que dejó su padre antes de su muerte, y en los que estaba construido todo el esquema de lo que sería el desenlace épico de la serie: Dune 7.




Me ha dicho un par de veces mi amigo Eloy Nogueira que lo mejor es leer las otras dos trilogías (Preludio a Dune y Leyendas de Dune) relacionadas con la saga central antes de acometer la lectura de Cazadores de Dune y Gusanos de Arena de Dune, pero la verdad es que en este momento me muero por proseguir con el séptimo libro y saber cómo sigue la historia. :D

En fin, ya veremos…


:)


3 comentarios:

✿ Belle ✿ dijo...

Hace ya tiempo que descargué por tus recomendaciones DUNE, de momento no ha sido el momento de tirarme de cabeza a leerlo, espero que en este 2014 como dices "me llame" y disfrute de la historia :) gracias por compartir! :)

doctorlecter dijo...

La de las Precuelas no hace falta, pero sí es aconsejable que te leas antes la de las Leyendas, como ya te dijera, en el último capítulo de Cazadores se te revela la identidad del Enemigo, y si te lo lees sin haberte leído la trilogía de la Yihad, tal revelación no te impactará tanto. Está en tus manos.

Calavera dijo...

Belle, como siempre digo, hay que leer al menos el primero. Es una obra maestra. :)

Lecter, muchas gracias por la recomendación. He decidido hacerte caso como buen Dunero que eres. ;) Mi agua es tuya, compañero!

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