Soy seguidor incondicional de Stephen King, el Maestro del Terror, desde hace 10 años aproximadamente, luego de haber leído Salem´s Lot, su segunda novela. Era principalmente lo que por aquí llamamos “ratón de biblioteca”, a pesar de lo cual de vez en cuando compraba algún libro de él cuando tenía la oportunidad…, o más bien el dinero. :P Pero no fue hasta la segunda mitad del año 2009 cuando, como suelo decir, me picó el bicho. Luego de leer la sección Ediciones de la revista digital dedicada al Maestro, INSOMNIA, me invadió el afán no sólo de leer todos los libros de Stephen King (a esa altura había leído más de treinta), sino también de tenerlos todos, de hacerme a mi propia colección. :)
Rápidamente me di a la caza de todo cuanto encontrara, proveyéndome con una lista en la cual iba tachando lo que iba consiguiendo. Muy pronto, en apenas 7 u 8 meses, mi colección pasó de 14 libros a 55. Y por ende, a pesar de que recorrí todas y cada una de las librerías de la cuidad, tanto de libros nuevos como de segunda mano, muy pronto la fuente se acabó. Estamos hablando de una ciudad (Medellín) ubicada en un país (Colombia) en el cual el mercado de la literatura no es tan amplio y accesible como en, digamos, Argentina o España.
Así que no pasó mucho tiempo para que pusiera mis ojos en la capital del país. Si quería seguir consiguiendo los libros que me faltaban, Bogotá, siendo la capital, se perfilaba como la única opción a mi alcance. Además, mi afán por conseguir libros rayaba, y raya aún, en la locura. :P Es una fiebre que los amantes de la literatura en general, y los coleccionistas en particular, conocen muy bien. XD Las ganas de viajar a Bogotá y explorar el mercado de libros de segunda mano, del que ya me habían hablado, iban en aumento.
Pues bien, a finales de mayo de 2010 se presentó la oportunidad perfecta.
Mi padre vive en la capital, y su estado de salud no ha sido el mejor durante los últimos años. Padece diabetes y hace más de un par de años se le diagnosticó cáncer. Por esos días su salud se agravó, así que tomé la decisión de emplear algunos ahorros que tenía para ir a visitarlo en compañía de mi madre y, de paso, cumplir el sueño de realizar una cacería de libros en la capital. Además, sería una buena oportunidad para conocer a uno de los compatriotas que hacen parte de Ka-Tet Corp., el portal en castellano dedicado exclusivamente a Stephen King, y que con los años se ha convertido en una gran comunidad de amigos alrededor del mundo.
No se dijo más. Hablé con mi mamá, pedí permiso en el trabajo para ausentarme un día (los otros dos descansaba), y así fue como tuve el placer de viajar a la capital y, como suele decirse, “matar varios pájaros de un tiro”.
La estadía en Bogotá se llevó a cabo los días 29, 30 y 31 de mayo de 2010, y puesto que este fin de semana se cumple un año de dicho viaje, me pareció la disculpa perfecta para rememorarlo y compartirlo con más lectores republicándolo en mi blog, como una especie de conmemoración de un viaje que para mí representó algo sin igual.
En Ka-Tet Corp. los colombianos somos pocos. Si acaso sumamos 4 o 5, de los cuales somos únicamente tres los más asiduos del portal, por lo que con el tiempo hemos estrechado grandes lazos de amistad. Se trata de Tulio (Caleño residenciado en Bogotá), Zarina (de Cali) y un servidor, Ariakas (de Medellín). Cabe anotar aquí que en el Ka Tet existen dos bandos, los Pistoleros y los Breakers, que serían algo así como los dos lados de la fuerza. Los Pistoleros representan el lado bueno, el Blanco, y los Breakers representan el lado malvado, el oscuro. Pues bien, esto da pie a batallas de relatos, contiendas en juegos y amistosas disputas dialécticas bastante curiosas. Yo, por supuesto, me hice Breaker desde un comienzo, a pesar de que recién era un novato Tulio, Pistolero hasta la médula, intentó tentarme con el Blanco. Zarina, al igual que un servidor, hace parte del lado oscuro, de los Breakers. :D
Otro detalle a tener en cuenta, es que a los encuentros que se realizan de cuando en cuando en diferentes partes del mundo (como Buenos Aires, Madrid, Barcelona, etc.) se les llama KDD, una abreviación de “quedada” o en encuentro. Y cuando dichas KDDs se realizan suele hacerse luego una crónica de la jornada a manos de uno o varios de los asistentes. Hay que resaltar que dichas crónicas, acompañadas siempre de los infaltables registros fotográficos, son para partirse de la risa. XD
Por ende, como no podía ser menos, y teniendo en cuenta la importancia que el viaje representó para mí, escribí entonces una amplia crónica con algunos toques de ficción que hizo las delicias de los compañeros de Ka-Tet Corp. :)
Ahora que ha pasado un año, repito, y habiéndolos puesto en antecedentes de todo, me gustaría contarles los pormenores de lo que di en llamar El Apocalíptico Safari Kinguiano de Calavera. :D
PD: Puesto que esta presentación se ha hecho más extensa de lo que esperaba, he decidido publicarla en una entrada independiente, por lo que la primera parte de la crónica vendrá a continuación, y las sucesivas partes mañana y pasado mañana…
;)
Qué bueno! La primera parte del post parece una especie de Los caballeros de la mesa cuadrada en busca del santo grial cambiando arturo por calavera y el grial por libros de King jajajaja
ResponderEliminarVoy a leer la primera parte de este safari! Tiene muy buena pinta
Creo recordar que leí la crónica el año pasado, así que será un placer leerla también en tu blog.
ResponderEliminarY por cierto, hay que ver qué manera de hacer crecer tu colección. De 14 a 55... ¡ni que se reprodujeran entre ellos o algo así! ;D
Saludos!
MBosch, la idea era esa: "ficcionizar" la crónica. :D Gracias por pasar y comentar! ;D
ResponderEliminarSonix, y de 55 pasé a 89 en sólo un fin de semana!! :D :P
Ah, ¿esto es sólo la presentación?
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