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jueves, 6 de abril de 2017

La Maldición de Thot, de Michael Peinkofer (Reseña)

Sinopsis: “Londres, siglo XIX.

La arqueóloga lady Sarah Kincaid, una mujer culta y apasionada, debe desentrañar por encargo directo de la Familia Real el misterio que rodea el brutal asesinato de varias prostitutas en un barrio marginal de la ciudad. El símbolo de la antigua divinidad egipcia Thot, un jeroglífico hallado en el lugar de los crímenes, señala como principal sospechoso ante la opinión pública al sobrino de la Reina, enigmático personaje miembro de una asociación llamada la Liga Egipcia.

Las muertes parecen relacionadas con un extraño texto envuelto en la leyenda, El libro de Thot, una obra que supuestamente contiene las claves para llegar al templo donde se encuentra la mayor fuente de poder imaginable: el fuego del dios del Sol Ra. Este descubrimiento arrastra a la joven arqueóloga hasta el lejano Egipto, donde le espera la verdad… o la muerte.”

Michael Peinkofer nació en Kempten, Alemania, en 1969. Estudió literatura alemana, historia y ciencias de la comunicación en la Universidad de Múnich. Durante esta época universitaria publicó sus primeros escritos bajo seudónimo. Trabajó como periodista independiente para revistas de cine, y también se ha desempeñado como traductor para editoriales tan prestigiosas como Heyne o Tessloff.

Desde 1995 Peinkofer se dedicó por entero a la escritura y la traducción. Hoy en día vive y trabaja en Algovia, una región al sur de Alemania. Su primera novela publicada en nuestro idioma fue Trece runas (2008), traducida ya a siete idiomas, sin duda la obra que le dio a conocer como uno de los referentes entre los jóvenes autores de novela histórica y fantástica de la actualidad. Michael gusta de practicar esquí y senderismo, y es un apasionado del cine y el teatro.


Michael Peinkofer


Hasta hace poco este autor era completamente desconocido para mí. Nunca había leído nada de él y ni tan siquiera su nombre me era familiar. Fue en la última Fiesta del libro y la cultura de Medellín cuando me topé con esta novela casi regalada. Me llamaron la atención el título y la sinopsis, de tal manera que me lo traje conmigo.

La historia inicia con una serie de crímenes sangrientos en el Londres victoriano. Los cuerpos de varias prostitutas aparecen brutalmente asesinados en las calles de la capital inglesa, y junto a ellos el símbolo de la antigua divinidad egipcia Thot. El sobrino de la reina, miembro de una especie de logia, es señalado como el principal sospechoso, lo cual podría poner en grave riesgo la continuidad del linaje real. Es entonces cuando la familia real acude a la joven arqueóloga Sarah Kincaid.

Sarah se encuentra muy lejos de allí, en una especie de retiro autoimpuesto tras la muerte de su padre, también arqueólogo de gran prestigio y que murió en extrañas circunstancias mientras adelantaba una investigación en Egipto. Ha pasado ya un par de años, pero Sarah aún sigue sin superar su dolorosa pérdida. En su finca, Kincaid Manor, es visitada por un estrecho allegado de la familia a quien ella trata de tío, quien la convence de salir de su encierro y viajar a Londres por pedido de la reina.

Ya en la capital, y con la ayuda de un viejo amigo francés que se une a la investigación por petición de la arqueóloga, Sarah pronto descubre que las muertes están relacionadas con un extraño libro que contendría las indicaciones para llegar al templo de Thot, cuna de una fuente de poder inimaginable que lleva siglos perdida en el corazón del desierto. Acompañada del consejero real, un inspector de Scotland Yard y un misterioso guía egipcio, Sarah viaja a Egipto, en un recorrido repleto de aventuras, tormentas de arena, cocodrilos y una secta guerrera dispuesta a todo por mantener el secreto del libro de Thot a buen resguardo.

Comencé el libro sin muchas expectativas, pero la verdad es que me ha gustado. Adolece de algunos clichés, y en las primeras cien páginas los personajes lucen un poco acartonados, pero cuando la historia se traslada de Londres a Egipto comienza la mejor parte, y el relato se torna más interesante. La novela tiene mucho de historia, aventura, acción y misterio. Por momentos, sobre todo al final, me recordó especialmente a las historias de Indiana Jones que tanto me gustaban de chico, lo que le ha agregado varios puntos a la novela. Sarah Kincaid, la heroína protagonista, es una arqueóloga simpática y aguerrida a la que, aunque no te deslumbra, le vas cogiendo cariño poco a poco. Al final me dejó un buen balance. Sin ser una novela espectacular, sí resulta una historia entretenida e interesante, con un final sorprendente.

Tras terminar la novela e indagar un poco más acerca del autor, he descubierto que este es el primero de cuatro libros independientes con Sarah Kincaid como protagonista. Los otros son “La llama de Alejandría”, “Las puertas del infierno” y “La luz de Shambala”, todas ellas novelas de aventuras con tintes históricos ambientadas hace poco más de un siglo.




Habrá que darles la oportunidad. Sin duda los títulos y las portadas resultan bastante sugerentes. 

:)






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