Sinopsis: “Ted es rico y tiene una familia perfecta,
una esposa y dos hijas adorables. Nadie podría imaginar el motivo que lo ha
llevado a tomar la drástica decisión de quitarse la vida. Cuando oye sonar el
timbre una y otra vez, su primera reacción es ignorarlo y apretar el gatillo de
una vez por todas. Pero entonces descubre una nota escondida entre sus cosas;
una nota con su caligrafía que no recuerda haber escrito: «Abre la puerta. Es
tu última salida». Al otro lado de la puerta encuentra a un desconocido llamado
Lynch, que no sólo sabe lo que Ted está a punto de hacer, sino que le hace una
propuesta difícil de rechazar: un plan para evitar que su familia sufra ante
las consecuencias devastadoras de un suicidio.
Ted acepta sin imaginar que la nota en el
escritorio y la oferta de Lynch son apenas el comienzo de un juego macabro de
manipulaciones. Alguien ha sembrado un camino de migas de pan que Ted irá
recogiendo. Alguien que lo conoce mejor que nadie, que lo hará dudar de sus
propias motivaciones y también de las personas que lo rodean.
¿Quién maneja los hilos desde las sombras?
A veces sólo podemos confiar en nosotros
mismos.
Y, en ocasiones, ni siquiera eso…”
Segunda
novela que leo de Federico Axat. La anterior, ya reseñada en este blog, había
sido El pantano de las mariposas. Como
conté en su momento, fueron muchos los años esperando leer la obra de este
escritor argentino. Sus novelas siempre fueron bien referenciadas por nuestros
amigos en común, pero incluso en Argentina sus libros eran difíciles de
conseguir, por lo que no hubo más remedio que esperar durante todo este tiempo.
Ese fue el caso de Benjamin, su ópera
prima, y de la mencionada novela El
pantano de las mariposas, que nunca llegaron.
Edición alemana |
Sin embargo,
La última salida es otro cantar. Aunque
lo cosechado con anterioridad estaba lejos de ser poca cosa, no hay duda de que
la tercera novela de Federico Axat ha sido el gran éxito que el autor estaba
esperando: en un corto periodo de tiempo la novela ha sido traducida a más de una
veintena de idiomas, siendo lanzada en simultáneo en ambos lados del charco, y
sus derechos ya han sido vendidos para una próxima producción de Hollywood que
adaptará la obra al séptimo arte. Los comentarios positivos llueven desde todas
partes, y no han sido pocos los artículos aparecidos en diarios y revistas de
diferentes partes del mundo.
Con toda
esta antesala, la verdad es que ya era justo que la obra de Axat llegara a
Colombia. Fue por ello que resultó una sorpresa bastante grata verlo por
primera vez en la vitrina de la Librería Nacional, en un centro comercial de la
ciudad de Medellín. Al día siguiente consulté en la página web, y para sorpresa
mía también estaba El pantano de las
mariposas, encima con un 20% de descuento solo por ese día. Doble alegría. Muy
pronto estuvieron en mi biblioteca… :)
Al mejor
estilo de las muñecas rusas, las conocidas matrioskas
o mamushkas, La última salida es un thriller trepidante que se va descubriendo
poco a poco a sí mismo, como una historia dentro de una historia dentro de una
historia… El comienzo no podía ser más contundente. Como lo dice el propio Federico
en una entrevista, con esta novela quería hacer todo lo contrario a lo
realizado con El pantano de las mariposas, donde es un sorprendente giro final el que te asesta el golpe de
gracia. Aquí, por el contrario, tenemos a un hombre a punto de suicidarse que
de pronto escucha sonar el timbre de la puerta. ¡Tremendo comienzo! Ted McKay
se siente incapaz de terminar con su vida con alguien incordiándole en la
puerta de entrada, de manera que decide ir a ver quién es la persona que ha
osado interrumpirle en tan trascendental momento. Allí se encuentra a Lynch, un
hombre que no solo sabe perfectamente lo que está a punto de hacer, sino que
además le ofrece una salida mucho más razonable con el fin de evitar que su
familia sufra ante la terrible verdad.
Federico Axat |
Ted acepta
la propuesta de Lynch, y es allí donde comienza el verdadero juego. Un juego
que más parece un laberinto del cual será más difícil hallar escapatoria a
medida que la historia avanza. Cada nuevo descubrimiento, donde junto con Ted
vamos desenredando poco a poco la madeja, solo es el comienzo de nuevas
intrigas, de nuevos enigmas que parecen no tener fin.
Más tarde
conocemos a Laura Hill, la terapeuta de Ted, quien termina siendo la confidente
de las intrincadas situaciones en que se ha visto envuelto nuestro protagonista.
A lo largo de varias sesiones, Ted trata de encontrarle sentido a la situación,
y Laura irá llevando a su paciente en la que cree que es la dirección correcta…
Es allí donde iremos conociendo más de la vida de Ted, de su trabajo, de su
familia, de su pasado, y de las razones por las cuales ha tomado la decisión de
suicidarse…
Es imposible
adelantar más de la novela, imposible ser más específico acerca de su argumento,
pues es mejor que el lector vaya descubriendo las sucesivas “matrioskas” por su propia cuenta. La última salida es una caja de
sorpresas, es un laberinto en espiral en el cual nunca estás seguro de si te
estás acercando a la salida o si, por el contrario, te estás adentrando más en
él. Cada capítulo parece generarte más preguntas, y cuando termina la primera
parte y comienza la segunda, llegas a la conclusión de que aún no sabes nada de
nada y de que la cosa apenas empieza. La verdad es que nunca logras anticiparte
a lo que vendrá más adelante…
Las 542
páginas que componen el libro se me fueron en un santiamén. Lo leí ya en las
postrimerías de 2016, terminándolo el 1º de enero de 2017, tras varias jornadas
maratónicas en que literalmente no lo podía soltar. Su lectura es bastante
ágil, con capítulos cortos que se van sucediendo uno tras otro sin apenas darte
cuenta. Nada más el último día debo de haber leído más de un centenar de páginas
en una sola sentada. No veía la hora de desentrañar el enigma y conocer el
desenlace de todo.
La última salida colmó las expectativas
con creces y le hizo honor a la fama que lo venía precediendo. Es un registro
completamente opuesto al de El pantano de las mariposas, la cual es una novela más intimista, con ese toque
nostálgico y misterioso.
Debo decir
que me alegro mucho por Federico, con quien siento cierta cercanía; definitivamente
merece todos los triunfos y los elogios que está cosechando. Son el fruto de un
trabajo duro y dedicado, y de una pasión ilimitada por lo que hace. Ya quiero
ver esa adaptación cinematográfica. Si es tan buena como la novela, entonces va
a ser fantástica.
Buenas noches.
ResponderEliminarAcabo de leer el libro de Federico Axat, La Ultima Salida. Me ha encantado pero el final .....se da por hecho que su padre es el asesino en serie. Pero la conversación de Laura con el abogado y la confesión de éste de que el vio también la zarigüeya y que por eso no pudo hablar con ella antes... me deja con la sensación de que algo se me escapa o que no entiendo ese final.
Gracias.
Un saludo