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SPOILERS.
Sinopsis: “Cincuenta y seis años han transcurrido desde los sucesos narrados en Dune: La cruzada de las máquinas. A la muerte de Serena Butler siguieron las décadas más sangrientas de la Yihad, pero, tras años de lucha cruenta, los guerreros humanos empiezan a albergar la esperanza de que el conflicto contra las máquinas vea pronto su fin.
Sinopsis: “Cincuenta y seis años han transcurrido desde los sucesos narrados en Dune: La cruzada de las máquinas. A la muerte de Serena Butler siguieron las décadas más sangrientas de la Yihad, pero, tras años de lucha cruenta, los guerreros humanos empiezan a albergar la esperanza de que el conflicto contra las máquinas vea pronto su fin.
Por desgracia, a Omnius le
queda una carta por jugar. En un último intento por destruir a la humanidad,
propaga un virus mortífero que diezma a los habitantes de planetas enteros... y
la balanza se inclina de nuevo a su favor. Al final, una guerra que ha durado
generaciones tendrá que decidirse en la apocalíptica batalla de Corrin.”
Dune no es una saga para leer de corrido. Los libros que la
componen, especialmente los de la serie original escrita por Frank Herbert, son
de cierta densidad y complejidad. En lo personal, siempre he considerado mejor
dejar un espacio prudente entre libro y libro para no sentirme saturado, mediar
algunas lecturas de otro tipo para después regresar a este apasionante universo
con renovados bríos. Es una fórmula que siempre me ha funcionado, y son ya
nueve los libros que llevo a cuestas (de un total de catorce).
Dada esta espera, que en mi caso ha oscilado entre algunos meses
hasta incluso un año completo, me resulta curiosa la manera en que el libro de
turno parece anunciar su momento cuando este finalmente ha llegado. Puede
considerarse una visión romántica (y de hecho admito que lo es; yo mismo soy un
romántico de los libros), pero no han sido pocas las veces en que, parado
frente a la biblioteca decidiendo qué leer a continuación tras haber terminado
una lectura, un libro que lleva un tiempo determinado esperando su turno de
repente “te llama” con innegable intensidad, y por alguna razón te sientes
impelido a tomarlo y sumergirte en él cuanto antes, eclipsando cualquier otra
opción.
Fue justamente esto lo que me sucedió en enero pasado tras terminar La última salida, de Federico Axat. Sentí que era el momento de acometer la
lectura del tercer y último volumen de la trilogía Leyendas de Dune. Sentí que
era el momento de regresar a este universo y conocer de una vez por todas el
desenlace de la trilogía. Además, me encontraba en plenas vacaciones, por lo
que me pareció el momento perfecto para leer las más de 700 páginas que
componen el libro.
En este caso había pasado más de un año desde que terminara La cruzada de las máquinas, el segundo
volumen (puedes leer la respectiva reseña haciendo click en este link), el cual
había dejado la historia en un punto bastante alto, con el sacrificio de Serena
Butler en pro de la Yihad y el suicidio de Xavier Harkonnen, quien decidió llevarse
consigo al Patriarca de la Yihad Iblis Ginjo después de descubrir sus macabros
tejemanejes…
Han pasado ya casi sesenta años desde estos dos hechos que marcaron
un punto de inflexión en la historia de la Yihad. Por una parte, la muerte de
Serena sirvió para darle un nuevo impulso a la guerra, cuyo ímpetu había venido
decayendo poniendo en riesgo la consecución del objetivo supremo: acabar para
siempre con las máquinas pensantes. Y por otra parte: el apellido Harkonnen ha
quedado en la ignominia pues todos dan al general Xavier por traidor tras el
supuesto asesinato del gran Patriarca. La realidad, por supuesto, es otra: de
saberse la verdad, los pilares de la Yihad se desmoronarían echando al traste
décadas de cruenta guerra y haciendo millones de víctimas hubieses muerto en
vano. Es algo que Vorian Atreides, único sabedor de la verdad, debe impedir a
toda costa, aunque sea permitiendo que el nombre de su mejor amigo sea
deshonrado.
En este nuevo orden de cosas, la supermente informática Omnius y el
robot Erasmo cuentan ahora con dos aliados humanos: Yorek Thurr, antiguo jefe
de la Yipol (la policía de la Yihad) y Rekur Van, un bioingeniero y genetista
tlulaxa capturado por Erasmo. Yorek concibe un plan para atacar a la Liga de Nobles
mediante un arma biológica que diezme sus fuerzas y colapse su estructura
sociopolítica. Rekur Van, por su parte, es el encargado de desarrollar el
retrovirus que puede significar un cambio sustancial en el devenir de la guerra.
Mientras tanto, Omnius lanza un ataque contra Richesse, la base de
los Titanes (las supermáquinas con cerebros humanos). Este ataque es rechazado
por los cimeks, pero durante el mismo el robot Seurat logra escapar, llevándose
consigo valiosa información sobre los titanes.
Vorian Atreides, comandante supremo del ejército de la Yihad, se
encuentra con Abulurd Butler, nieto de Xavier Harkonnen, en Caladan. Vorian le
revela a Abulurd, quien de alguna manera se ha convertido en su protegido, toda
la verdad sobre la muerte de su abuelo y las razones por las que arrastró a
Iblis Ginjo a su final. Esta revelación marca al joven Abulurd, quien decide
reivindicar el apellido Harkonnen. Eso desagrada en demasía a su padre, Quentin
Butler, y a sus hermanos Faykan y Rikov Butler, todos ellos militares de la
Yihad, hecho que tendrá una gran trascendencia más adelante…
Tras la muerte de su madre Zufa y su marido Aurelius, Norma Cenva,
la brillante mente creadora de los escudos Holtzman que tantos beneficios le
han traído a los Yihadíes, continúa investigando para solucionar los problemas
del plegado del espacio, un avance tecnológico que representaría un impulso
inmenso en la guerra contra las máquinas. Su consumo de melange, la especia
geriátrica extraída del planeta Arrakis, va aumentando, y empieza a manifestar
cambios fisiológicos que controla con los poderes que adquirió tras la agonía a
que fue sometida por el titán Jerjes. Su hijo Adrien ha tomado el liderato de la
empresa familiar, VenKee Enterprises, que comprende el comercio de melange y la
flota comercial. El lucrativo negocia de la especia lleva a El'hiim, hijo del
ahora mítico Selim Montagusanos y líder de los Free Men de Arrakis, a darle la
espalda a los principios y la visión de su padre, lo que disgusta profundamente
a Ishmael, el antiguo esclavo zensunní de Poritrin que se casó con su madre a
la muerte de Selim.
Brian Herbert y Kevin J. Anderson |
El ataque de las máquinas con el retrovirus, una nueva y mortífera
arma biológica, no se hace esperar, y las consecuencias serán desastrosas para
la Liga de Nobles…
Me quedo corto con esta somera descripción del argumento, pero es
que de todas formas, a pesar de la advertencia de spoiler, no puedo adelantar
más sobre el desarrollo del libro. Es mejor que el lector vaya descubriendo ciertas
cosas por sí solo… Lo que sí puedo decir es que habrá batallas, muchas y de
gran alcance e intensidad, también traiciones, giros inesperados, luchas de
poder, innumerables muertes, y cada uno de los múltiples hilos que se fueron
abriendo a lo largo de la trilogía se irán cerrando de manera magistral.
Todos los aspectos que conectan esta trilogía con la saga original
escrita por Herbert padre quedan muy bien explicados y claramente encaminados a
lo que será la realidad del Universo 10.000 años después. El origen de la
hermandad Bene Gesserit, los doctores Suk, la Orden de los Mentat, la Cofradía
Espacial y sus Navegantes, además de la histórica rivalidad entre los Atreides
y los Harkonnen… Nada ha sido dejado al azar, todo ha quedado bien hilado, dejando
sin embargo cosas por desarrollar (estas grandes sociedades y hermandades no evolucionaron
de la noche a la mañana, por supuesto), dejando vislumbrar el futuro cercano
entre líneas que te dejan la miel en los labios.
Ha sido un final redondo que ha colmado mis expectativas desde todo
punto de vista. El libro me lo he devorado en un par de semanas, lo que es todo
un record para mí en libros de Dune. Pero es que realmente no lo podía soltar, el
libro la rompe, y el solo hecho de saber que te acercas al cierre de una
trilogía muy bien estructurada, argumentada y ejecutada, solo hace que la
ansiedad por terminar vaya en aumento con cada página…
En conclusión, un colofón grandioso para una trilogía que superó mis
expectativas desde las primeras páginas, un libro que leí con creciente
entusiasmo. Me quito el sobrero ante estos dos escritores. Realmente le
hicieron honor a esta magnífica saga.
He leído entonces los seis libros escritos por Frank Herbert y la
trilogía Leyendas de Dune, escrita
por su hijo Brian en coautoría con Kevin J. Anderson (recomiendo leer la
entrada especial sobre la saga haciendo click aquí: Dune, de Frank Herbert: Historia, análisis y cronología, para entrar en adecuado contexto sobre el orden de
lectura). Por tanto, ahora me quedan cinco libros por delante: la trilogía Preludio a Dune, ubicada
cronológicamente treinta años antes del primer libro de la serie, y los dos
libros que componen Dune 7 (Cazadores de
Dune y Gusanos de arena de Dune),
el esperado desenlace de la saga original…
Sin duda, continuaré con estos dos últimos. No puedo esperar más
para saber cómo termina todo… :D
Esperaré el “llamado” de los Cazadores… y presiento que será pronto…
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