“Stephen King vuelve al mundo de El Resplandor, una de sus novelas más queridas y
emblemáticas.
Ahora Danny Torrance, aquel niño
aterrorizado del Hotel Overlook, es un adulto alcohólico atormentado por los
fantasmas de su infancia. Un día se siente atraído por una ciudad de New
Hampshire, donde encontrará trabajo en una residencia de ancianos y donde se
apuntará a las reuniones de Alcohólicos Anónimos. En ese lugar le llega la
visión de Abra Stone, una niña que necesita su ayuda. La persigue una tribu de seres
paranormales que vive del resplandor de los niños especiales. Parecen personas
mayores y totalmente normales que viajan por el país en sus autocaravanas, pero
su misión es capturar, torturar y consumir a estos niños. Se alimentan de ellos
para vivir y el resplandor de Abra tiene tanta fuerza que les podría mantener
vivos durante mucho tiempo.
Danny sabe que sin su ayuda Abra nunca
conseguiría escaparse de ellos; juntos emprenderán una lucha épica, una batalla
sangrienta entre el Bien y el Mal, para intentar salvarla a ella y a los demás
niños que sacrifican.”
Hace mes y
medio, como contara en esta otra entrada, mi novia me regaló la última novela
del Maestro del Terror, un presente muy especial del que aún le estoy
agradecido y que venía aderezado además con el hecho de ser el ítem con que
nuevamente completo mi colección en castellano del autor de Maine. :)
Hace una
semana lo comencé y, puesto que ahora me encuentro sin trabajo, pude leerlo tan
rápido como me gusta, a razón de unas cien páginas por día, devorando la
historia con avidez. Anoche lo terminé, y la primera sensación es un gran “sabor
de boca” por haber leído una historia llena de tensión, acción, terror,
fantasmas y no pocos conocidos personajes de la obra de King. Y es que esta, su
última novela, lleva el peso de ser nada menos que la secuela de uno de los grandes
clásicos del escritor: El Resplandor.
Principalmente
recordada, para bien o para mal, por la adaptación cinematográfica de Stanley
Kubrick, El Resplandor cuenta la
historia de Danny Torrance, un niño con un insólito talento, una especie de
sexto sentido, cuyo padre (interpretado en la película por el inolvidable Jack Nicholson)
los lleva a él y a su madre a pasar una temporada en el Hotel Overlook, donde
hará las veces de cuidador del hotel en el momento en que el invierno se cierne
sobre la región y las puertas se cierran al público. Al comienzo todo
transcurre con normalidad, pero Jack Torrance, en cierto modo vulnerable por el
consumo de alcohol y en medio del profundo aislamiento, será presa de los
fantasmas que habitan el inmenso hotel (que el pequeño Danny, gracias a su
resplandor, percibe desde un comienzo), y no pasará mucho tiempo para que se
convierta en un peligro para su propia familia.
La película
de Kubrick pasó a la historia y ahora es un clásico del cine de terror, en gran
parte gracias a la actuación formidable de Nicholson, y hoy en día los
personajes, los escenarios y muchos momentos del film son íconos indelebles del
género. Pero, la verdad sea dicha, como adaptación de la novela es un completo
desastre.
Stanley hizo
lo que le dio la gana con la historia, dándole otro trasfondo y tergiversando
el mensaje que King quiso expresar. Este último nunca estuvo a gusto con lo que
hizo el aclamado director, y aún hoy no duda en decirlo a los cuatro vientos.
En 1997 se estrenó una miniserie dirigida por Mick Garris y con guión del
propio Stephen King, que tenía como plus haber sido filmada en el Hotel
Stanley, el mismo en que se basó el autor para escribir su obra. Yo no he
tenido el placer de verla, pero dicen los que la han visto que, irónicamente,
sucede todo lo contrario que con la película: es decir, en este caso la adaptación
es sumamente fiel (King, como dije, escribió el guión), pero es una miniserie
lenta y aburrida. Habrá que verla, por supuesto, para valorarla nosotros
mismos.
La única
conclusión determinante, a fin de cuentas, es que si quieres conocer la
historia original antes de adentrarte en las páginas de Doctor Sueño, más vale olvidarte de las adaptaciones y leer la
novela. Allí está la verdadera historia.
Partiendo de
eso, y aunque leí El Resplandor hace
unos diez años (y, sinceramente, nunca ha sido de mis favoritos), Doctor Sueño me ha parecido una digna
continuación.
La novela
inicia retomando algo de los hechos que sucedieron al final del primer libro, y
nos muestra a un Danny de unos ocho o diez años que se encuentra siendo
visitado de nuevo por algunos de los seres que los aterrorizaron años atrás. En
esos primeros capítulos entrará en escena un conocido y entrañable personaje
que, junto con Danny, nos regala unas escenas que personalmente me gustaron
mucho. No quiero entrar en detalles sobre ese punto para no estropearle a nadie
la sorpresa.
Más adelante
vemos a un Dan Torrance ya adulto que, muy a su pesar, ha caído en el mismo
vicio que llevó a la perdición a su padre: el alcohol. Trabaja en empleos de
poca monta que no le duran mucho y va de aquí para allá ahogando sus carencias
en licor. Luego de tocar fondo decide ir al norte en busca de nuevos aires, y
es allí, en un pequeño pueblo de New Hampshire, donde conocerá nuevas personas
que le ayudarán con su adicción y que además le proporcionarán un empleo para
rehacer su vida.
Es en este
punto donde entra en acción la otra protagonista del libro, Abra Stone, una
niña con un poder similar al de Dan pero muchísimo más inmenso. No pasará mucho
tiempo para que sus facultades atraigan la atención de unos seres que se hacen
llamar a sí mismos “El Nudo Verdadero”, criaturas centenarias que viven del resplandor de las personas y que están
dispuestas a hacer lo que sea para conseguir su sustento. Con la apariencia de
personas comunes y corrientes, viajan de aquí para allá a través del país en
sus autocaravanas, asesinando niños y robándose su vapor, como ellos lo denominan. El poder que posee Abra podría no
solo alimentarlos por mucho tiempo sino significar la diferencia entre la vida
y la muerte.
Además de
tocar el tema de la adicción al alcohol, que marcó al propio King y a quien
esta novela seguramente le ha servido para expresar una serie de cosas que
quería decir al respecto,
Doctor Sueño,
en mi opinión, retoma el tipo de novelas por las que más se dio a conocer: personajes
con extraños talentos que inevitablemente son arrastrados a enfrentarse a sus antagonistas
en una carrera de hechos que llevará a una confrontación final, marca
registrada del escritor de Maine. Se me ocurren en este momento novelas como
Carrie, Ojos de Fuego, La Zona Muerta,
Apocalipsis, Insomnia, Corazones en la Atlántida, Cazador de Sueños, que,
muy a grandes rasgos, conservan una línea similar. En ese aspecto,
Doctor Sueño me ha gustado mucho, y me
he sentido leyendo un King “de los viejos tiempos”, puesto que, en mi opinión,
sus últimos libros
(Todo Oscuro, Sin Estrellas, La Cúpula, Blockade Billy, 22/11/63, El Viento por la Cerradura,
Joyland) transcurren por derroteros muy diferentes.
Aparte de
eso, King cada día escribe mejor. En sus últimas obras se nota una madurez que
no se debe necesariamente a su edad, sino al hecho de llevar a cuestas una gran
carrera como novelista (con sus respectivos altibajos, claro), y en la que
demuestra novela tras novela que puede seguir mejorando y que lo está haciendo,
y que aún tiene mucho para ofrecer, por lo que sus seguidores, desde luego, decimos gracias, sai. ;)
Algunos han
criticado la novela diciendo que llega demasiado lejos con el tema de lo
sobrenatural, incluso siendo algo de King, pero aunque el tramo final me ha
parecido un pelín enrevesado y rápido, en general he disfrutado como un enano
con la lectura y ha sido genial ver de nuevo a personajes que conocimos mucho
tiempo atrás. La historia es muy amena, se lee muy rápido y nunca decae.
Hubiera querido saber un poco más de la historia del Nudo Verdadero y de los
años siguientes en la vida de Danny y Wendy Torrance tras los hechos de El Resplandor, pero en suma he quedado
muy satisfecho. :)
¿Es necesario
leer El Resplandor para poder leer Doctor Sueño? Diría que no, pero es
posible que esta última novela te estropee algunos hechos importantes de la
primera.
Los dejo con
algunas ilustraciones geniales pertenecientes a ediciones limitadas publicadas
por la editorial Cemetery Dance: