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viernes, 21 de abril de 2017

Demonio de libro, de Clive Barker (Reseña)

Sinopsis: “Esta escalofriante novela, en la que un demonio medieval se dirige directamente al lector con tono mortífero unas veces y seductor otras, es una autobiografía nunca antes publicada que fue escrita en el año 1438. El demonio se ha introducido en las mismísimas palabras de esta historia de terror y ha convertido el libro en un objeto peligroso y lleno de amenazas con la intención de liberarse y ejercer su poder. El relato del señor B., un brillante y realmente perturbador tour de force de lo sobrenatural, conduce al lector a un íntimo y revelador viaje para descubrir la espeluznante verdad sobre la batalla entre el Bien y el Mal.”

Publicada en 2007 con el título de Mister B. Gone, esta es una de las novelas más recientes de Clive Barker, y haciendo un pequeño recuento (aunque me falta poco para completar mi colección de este autor) me he dado cuenta de que apenas es la tercera novela suya que leo. Las anteriores, ya reseñadas en este blog, fueron Hellraiser, El ladrón de días y Cabal. Aparte de eso, todo lo que había leído eran sus colecciones de relatos Books of Blood, de los cuales llevo cuatro de los cinco libros que la componen (en la edición que yo tengo al menos).  

Aunque indudablemente sus relatos cortos son una obra maestra del terror, y los que en definitiva sirvieron para catapultarlo a la fama y hacerlo acreedor a todo tipo de elogios (entre ellos el más conocido el del mismo Stephen King), Hellraiser, El ladrón de días y Cabal tampoco me defraudaron. La primera, novela en que se basó la película de culto, está bastante bien. La segunda, una historia con un tinte más infantil/juvenil, me agradó especialmente por su originalidad y desarrollo, aderezado además por el delicioso acompañamiento de las ilustraciones del propio Barker. Y Cabal me encantó. Todo un clásico, tanto en la literatura como en el cine de terror. En suma, tres gratas experiencias en el terreno novelístico fuera del apabullante derroche de creatividad y maestría que despiden sus relatos. 




Demonio de libro estuvo esperando en mi biblioteca exactamente tres años y medio. Fue pasando el tiempo y por alguna razón no me llamaba mucho la atención, de modo que otras lecturas le fueron “quitando el turno”. Tras una serie de lecturas que iban más por otros derroteros, decidí volver al género del terror dándole la oportunidad a este libro al que había hecho esperar por tanto tiempo.

En la novela un demonio medieval le habla al lector a través de las páginas del libro, indicándole en un principio que no lea, que queme cuanto antes el ejemplar que tiene en sus manos si no quiere quedar condenado. Tras la "negativa" natural del lector a abandonar las páginas, el demonio que reside en la novela procede a narrar gran parte de su vida, comenzando con su salida del octavo o noveno círculo del infierno, y las razones que lo han llevado, tras una serie de vicisitudes bastante curiosas, a terminar "encerrado" de esa manera…




La verdad, cruda y dura, es que este libro me defraudó por completo. En ningún momento le encontré sentido a sus 250 páginas. Se me hizo sin sentido, aburrido, sin un argumento que me llevara a seguir adelante. Una serie de hechos medio inconexos que no guardan ese móvil que les da sentido, no suscita las preguntas que uno espera que sean respondidas. Lo he leído casi como un compromiso para conmigo y por respeto para con el autor, a quien admiro mucho. Prácticamente lo tragué sin masticar, sin apenas digerirlo, pues una vez me di cuenta de que distaba mucho del viejo Barker, me propuse leerlo tan rápido como pudiera para así poder continuar con otra lectura que ya tenía programada para aprovechar las vacaciones de Semana Santa…

No sé si estoy siendo excesivamente duro con el libro (sé de algunos amigos a quienes les ha gustado). La verdad es que, por alguna razón, no tenía altas expectativas, y tras terminar sentí que ni siquiera llenó las pocas que tenía. Es bien conocida la creatividad inagotable de Barker, pero con Demonio de libro definitivamente nunca entendí cuál fue el propósito del autor, qué quería expresar, cuál era el argumento o finalidad principal de su historia…

Es cierto que los segmentos en que el demonio se dirige al lector son, en mi opinión, de lo mejor de la novela. Hay un acercamiento muy curioso entre el demonio/autor y la persona que lo está leyendo, y creo que esta parte está muy bien planteada desde un principio por parte de Barker. De resto, me pareció una serie de eventos que finalmente no conducen a ningún lado. Todo se me antojó anecdótico, carente de un argumento sólido. Como dije, lo leí casi por compromiso, lo más rápido que pude para poder seguir con otra cosa, y esto es algo que no me gusta, y menos con un autor que me había enganchado tanto. No por nada me he dado a la tarea, nada fácil, de completar su colección en castellano.

Dice un amigo, Mauro Vargas, del blog Léase a plena noche, que el Barker de ahora no es el mismo de sus inicios. Teniendo en cuenta que Demonio de libro fue publicada en 2007, espero que próximas lecturas de novelas más viejas no me defraude como esta lo hizo…


Ya les contaré en próximas reseñas… ;)


Ejemplar firmado



jueves, 20 de abril de 2017

Congo, de Michael Crichton (Reseña)

Sinopsis: “En el corazón del África salvaje se desarrolla una apasionante aventura en pos de encontrar la ciudad perdida de Zinj, punto clave de una terrible intriga internacional. Sus protagonistas: una chica ambiciosa al servicio de una poderosa multinacional; un joven científico californiano; Amy, un gorila entrañable; y un experto cazador que conoce los misterios de la selva. Todos ellos se enfrentan a peligros mortales: pigmeos siniestros, bestias monstruosas, ríos de lava, espías de naciones enemigas, mercenarios implacables…”

Como contara en la reseña inmediatamente anterior, El hombre terminal, hace poco me di a la tarea de hacerme con todos los libros de Michael Crichton publicados en castellano. Siempre me gustó la temática y el estilo de este autor, pero también la repentina “fiebre” tuvo que ver con el amor por los libros y el coleccionismo. Sea cual sea el objeto a coleccionar (billetes, estampillas, monedas, álbumes de fútbol, libros, etc.), es emocionante fijarse una meta y darse a la búsqueda de cada uno de los ítems de una lista. En este caso, la cacería y los posteriores hallazgos son doblemente emocionantes, pues se combinan el coleccionismo y la pasión por los libros como objeto físico con el amor por la literatura.

Una vez fijada la meta, fue Congo, sin duda alguna, el título que me llamaba más fuertemente la atención. Había visto la película de culto hacía muchos años, y recordaba vagamente algunos detalles, por lo que la idea de leer la novela original, sabiendo la calidad de las obras de Crichton, me llenaba de gran expectativa. Siempre me gustaron los libros de aventuras, con ese aire misterioso de expediciones, ciudades perdidas, terrenos inexplorados y leyendas cuyas raíces se hallan ocultas en el pasado… Además, es un hecho que la sola mención de la palabra “Congo” evoca enigmas, misterios, una serie de sensaciones relacionadas con lo desconocido e inexplorado que no dejan de provocar curiosidad.


Michael Crichton


Por fortuna, fue esta una de las primeras novelas que conseguí en esta nueva cacería, así que no pasó mucho tiempo para que me sumergiera en sus páginas.

En Congo confluyen protagonistas de diferentes características movidos por un objetivo común. La doctora Karen Ross es una chica ambiciosa que trabaja al servicio de una poderosa multinacional de telecomunicaciones, cuyo objeto es la recogida de bases de datos y análisis de información, tanto por escaneo vía satélite como por investigaciones de campo en diferentes partes del mundo y con diferentes finalidades. La novela comienza cuando una expedición enviada al Congo desaparece en extrañas circunstancias. Su objetivo era hallar una fuente de diamantes azules para la comercialización con empresas de tecnología. Se trata de una gema con valor nulo como piedra preciosa, pero con altos niveles de conductividad, lo que la torna apetecida por las multinacionales de la computación. Ross, a quien anteriormente se le había negado la posibilidad de ir a la investigación de campo, pide liderar un nuevo intento, dada la importancia que tiene el proyecto.

Primera edición
Es en los preparativos cuando se pone en contacto con Peter Elliot, un joven científico californiano líder del Proyecto Amy, cuyo propósito es comprobar que los primates son capaces de comunicarse mediante señas, así como entender y hacerse entender por los humanos. Amy es un gorila entrañable con siete años de edad, prestada por el zoológico, y la cual ya ha sido capaz de aprender 600 palabras diferentes. Amy comienza a mostrarse inquieta y a “decir” que tiene pesadillas. En algunos de sus dibujos aparece una y otra vez lo que parece ser una ciudad con semicírculos, que tras investigarlos resultan corresponder con la ciudad perdida de Zinj, ubicada en el corazón del Congo. Justamente el lugar al que Ross y compañía se proponen ir.

En el camino, Ross se contacta con el Capitán Munro para liderar la expedición, un experto cazador que conoce los misterios de la selva. Además, Munro posee un largo historial de mercenario a sueldo al servicio de grupos de investigación en territorios agrestes y salvajes, lo que lo convierte, pese a su naturaleza díscola, en el guía ideal para el grupo de Ross.

En medio de todo esto se teje una intriga internacional, pues también los japoneses se encuentran interesados en llegar al yacimiento de diamantes, sabedores de su importancia en lo que puede ser un adelanto de cinco años en la tecnología frente a sus competidores. Estos no escatimaran en recursos para frenar el avance del equipo de Ross y compañía. Incluso si tienen que utilizar la violencia para conseguir su objetivo.

Para colmo, en plena expedición estalla un conflicto político en el país, lo que deja a ambos bandos en medio del fuego cruzado.

La novela es una mezcla de aventura, acción, misterio y tecnología. Y la historia tiene de todo: pigmeos siniestros, bestias monstruosas, ríos de lava, espías de naciones enemigas, mercenarios implacables y, por supuesto, considerable información científica y tecnológica, al mejor estilo de Crichton. El libro me gustó bastante, fue una lectura muy esperada que me dejó un buen sabor de boca. Todo el misterio que rodea al indomable Congo fue lo que más me atrajo y me agradó; todo el tema de misterios ocultos y ciudades perdidas siempre me resulta atractivo.

Tal vez habría preferido un final más épico y que la naturaleza de la ciudad perdida de Zinj se explotara más, pero en general estuvo bien. Hizo gala de su reputación, y me tuvo atrapado en todo momento. La gran cantidad de información suministrada por Crichton, donde además de los temas anteriormente mencionados también habla de historia y geografía, resulta siempre interesante. Sobre todo cuando esperas que una novela te aporte algo más que puro entretenimiento. Sin duda, cumplió mis expectativas y la recomiendo ampliamente.

Como contara más arriba, la novela fue adaptada al cine en 1995, con Frank Marshall en la dirección y Laura Linney, Dylan Walsh, Tim Curry y Ernest Lee Hudson en los papeles protagónicos. Ahora que terminé la novela, estaría bien volver a ver este clásico del cine. Espero que haya envejecido bien…




Los dejo con el tráiler de la adaptación cinematográfica:





miércoles, 19 de abril de 2017

El Hombre Terminal, de Michael Crichton (Reseña)

Sinopsis: “Harry Benson es un paranoico que ha estado varias veces a punto de cometer un asesinato. Además, está convencido de que las computadoras conspiran para arrebatar al hombre el control del universo. Para suprimir sus impulsos homicidas, un equipo de neurocirujanos realiza una operación que conecta el cerebro de Benson a una computadora que regulará su comportamiento. Y los resultados son escalofriantes…”

Michael Crichton es un autor que siempre me gustó, pero por alguna razón dejé de leerlo por muchos años. Recientemente leí Latitudes piratas, una novela muy diferente a lo que nos tenía acostumbrados, pero que demostró una vez más la maestría de este autor para plasmar una historia creíble, bien documentada y con una prosa ágil.

Hace unas semanas, recordando esta lectura tan trepidante, sentí la enorme urgencia de leer más de su obra, y no solo eso, sino que además tomé la decisión de darme a la búsqueda de sus libros y hacerme con mi propia colección de Michael Crichton. Compartí mi entusiasmo creciente en “Readers United (Lectores Unidos)”, grupo de Facebook compuesto por más de 400 personas y donde muchos amigos de diferentes países compartimos nuestras lecturas, impresiones, nuevas adquisiciones, etc. Pronto comencé la cacería, y no pasó mucho tiempo para que la suerte me sonriera y, tras un par de llamadas, consiguiera siete títulos en una librería de Bogotá. Adelanté la compra (la suerte no sonríe de esta manera tan a menudo, así que tenía que aprovechar la oportunidad), y el resto fue esperar…

Entonces, al día siguiente, recibí un paquete. Extrañado, pensé que no debería haber llegado nada todavía, y además de que el paquete era demasiado pequeño. Entonces, al destaparlo, descubrí con sorpresa este ejemplar de “El hombre terminal”, acompañado de una nota de puño y letra de mi amigo Mauro Vargas, del blog “Léasea plena noche”:




Todo un detalle por parte de mi amigo que, al ver mi creciente interés por la obra de este autor norteamericano, decidió poner un gran grano de arena para mi colección. Cabe agradecerle desde aquí nuevamente por semejante regalo.

Y bueno, como no podía ser de otra manera, fue este el primer elegido para adentrarme de nuevo en las letras de Crichton.

Harry Benson es un hombre de treinta y cuatro años que padece de epilepsia psicomotora, lo cual le genera una psicosis que lo hace temer la posibilidad de que las máquinas, por medio de los nuevos adelantos tecnológicos, puedan llegar a dominar el mundo. Sus ataques son acompañados por desmayos, tras lo cual Harry no recuerda nada de lo que ha hecho. Durante una de dichas crisis, ataca a varias personas que resultan gravemente lesionadas. Tras ser apresado por la policía, Benson se convierte en un candidato perfecto para adelantar una operación sin precedentes para realizarle un implante de electrodos y un miniordenador en el cerebro con el fin de poder controlar los ataques.

El procedimiento es duramente cuestionado por algunos miembros de la junta médica del hospital, quienes aducen al desorden mental propio de Benson y a los crímenes cometidos con anterioridad. No obstante, la operación se lleva a cabo, previa autorización del paciente, en una de las clínicas más prestigiosas de Los Ángeles, California. A partir de este momento comienza un seguimiento constante para verificar las reacciones paulatinas que va presentando Harry.

Los resultados, como era de esperarse cuando el hombre juega a manipular un órgano tan complejo como el cerebro, no son los esperados… No adelanto más para no entrar en el terreno del spoiler…

La novela me ha gustado. No es la gran obra de la literatura, pero entretiene y cumple su cometido. Tal vez lo que más cabe destacar es la manera en que Crichton nos pone en contexto, como solo él lo sabe hacer, de todos los adelantos tecnológicos de la época (principios de los 70’s) y cada uno de los entresijos relacionados con las diferentes áreas que entran en juego en el procedimiento: sistemas de cómputo, medicina, psicología, neurocirugía, etc… La novela casi parece un terreno de prueba que el autor ha usado para expresar toda una serie de ideas relacionadas con el cerebro, la psique y cómo la tecnología puede obrar en el cuerpo humano cuando se realizan este tipo de intervenciones, explayándose a gusto y explicándonos su punto de vista en la voz del narrador.

Por momentos casi parece un ensayo sobre los temas anteriormente mencionados, sin que por ello se vuelva tedioso o aburrido. Por el contrario, la historia se lee muy rápido y si te gustan este tipo de temas, vas a disfrutar con la gran cantidad de interesante información que suministra la novela (la cual incluso contiene variedad de gráficos). Las dos únicas pegas son los personajes, un poco acartonados, y el final, que me pareció demasiado fácil…


La novela fue adaptada en 1974 por Warner Bros. Pictures, con Mike Hodges en la dirección y George Segal en el papel protagónico.





jueves, 6 de abril de 2017

La Maldición de Thot, de Michael Peinkofer (Reseña)

Sinopsis: “Londres, siglo XIX.

La arqueóloga lady Sarah Kincaid, una mujer culta y apasionada, debe desentrañar por encargo directo de la Familia Real el misterio que rodea el brutal asesinato de varias prostitutas en un barrio marginal de la ciudad. El símbolo de la antigua divinidad egipcia Thot, un jeroglífico hallado en el lugar de los crímenes, señala como principal sospechoso ante la opinión pública al sobrino de la Reina, enigmático personaje miembro de una asociación llamada la Liga Egipcia.

Las muertes parecen relacionadas con un extraño texto envuelto en la leyenda, El libro de Thot, una obra que supuestamente contiene las claves para llegar al templo donde se encuentra la mayor fuente de poder imaginable: el fuego del dios del Sol Ra. Este descubrimiento arrastra a la joven arqueóloga hasta el lejano Egipto, donde le espera la verdad… o la muerte.”

Michael Peinkofer nació en Kempten, Alemania, en 1969. Estudió literatura alemana, historia y ciencias de la comunicación en la Universidad de Múnich. Durante esta época universitaria publicó sus primeros escritos bajo seudónimo. Trabajó como periodista independiente para revistas de cine, y también se ha desempeñado como traductor para editoriales tan prestigiosas como Heyne o Tessloff.

Desde 1995 Peinkofer se dedicó por entero a la escritura y la traducción. Hoy en día vive y trabaja en Algovia, una región al sur de Alemania. Su primera novela publicada en nuestro idioma fue Trece runas (2008), traducida ya a siete idiomas, sin duda la obra que le dio a conocer como uno de los referentes entre los jóvenes autores de novela histórica y fantástica de la actualidad. Michael gusta de practicar esquí y senderismo, y es un apasionado del cine y el teatro.


Michael Peinkofer


Hasta hace poco este autor era completamente desconocido para mí. Nunca había leído nada de él y ni tan siquiera su nombre me era familiar. Fue en la última Fiesta del libro y la cultura de Medellín cuando me topé con esta novela casi regalada. Me llamaron la atención el título y la sinopsis, de tal manera que me lo traje conmigo.

La historia inicia con una serie de crímenes sangrientos en el Londres victoriano. Los cuerpos de varias prostitutas aparecen brutalmente asesinados en las calles de la capital inglesa, y junto a ellos el símbolo de la antigua divinidad egipcia Thot. El sobrino de la reina, miembro de una especie de logia, es señalado como el principal sospechoso, lo cual podría poner en grave riesgo la continuidad del linaje real. Es entonces cuando la familia real acude a la joven arqueóloga Sarah Kincaid.

Sarah se encuentra muy lejos de allí, en una especie de retiro autoimpuesto tras la muerte de su padre, también arqueólogo de gran prestigio y que murió en extrañas circunstancias mientras adelantaba una investigación en Egipto. Ha pasado ya un par de años, pero Sarah aún sigue sin superar su dolorosa pérdida. En su finca, Kincaid Manor, es visitada por un estrecho allegado de la familia a quien ella trata de tío, quien la convence de salir de su encierro y viajar a Londres por pedido de la reina.

Ya en la capital, y con la ayuda de un viejo amigo francés que se une a la investigación por petición de la arqueóloga, Sarah pronto descubre que las muertes están relacionadas con un extraño libro que contendría las indicaciones para llegar al templo de Thot, cuna de una fuente de poder inimaginable que lleva siglos perdida en el corazón del desierto. Acompañada del consejero real, un inspector de Scotland Yard y un misterioso guía egipcio, Sarah viaja a Egipto, en un recorrido repleto de aventuras, tormentas de arena, cocodrilos y una secta guerrera dispuesta a todo por mantener el secreto del libro de Thot a buen resguardo.

Comencé el libro sin muchas expectativas, pero la verdad es que me ha gustado. Adolece de algunos clichés, y en las primeras cien páginas los personajes lucen un poco acartonados, pero cuando la historia se traslada de Londres a Egipto comienza la mejor parte, y el relato se torna más interesante. La novela tiene mucho de historia, aventura, acción y misterio. Por momentos, sobre todo al final, me recordó especialmente a las historias de Indiana Jones que tanto me gustaban de chico, lo que le ha agregado varios puntos a la novela. Sarah Kincaid, la heroína protagonista, es una arqueóloga simpática y aguerrida a la que, aunque no te deslumbra, le vas cogiendo cariño poco a poco. Al final me dejó un buen balance. Sin ser una novela espectacular, sí resulta una historia entretenida e interesante, con un final sorprendente.

Tras terminar la novela e indagar un poco más acerca del autor, he descubierto que este es el primero de cuatro libros independientes con Sarah Kincaid como protagonista. Los otros son “La llama de Alejandría”, “Las puertas del infierno” y “La luz de Shambala”, todas ellas novelas de aventuras con tintes históricos ambientadas hace poco más de un siglo.




Habrá que darles la oportunidad. Sin duda los títulos y las portadas resultan bastante sugerentes. 

:)






jueves, 30 de marzo de 2017

El Séptimo Secreto, de Irving Wallace (Reseña)

Sinopsis: “¿Es posible que Hitler y Eva Braun no murieran como se da por hecho? ¿Es posible que ella se pasee por el centro de Berlín bajo el nombre falso de Evelyn Hoffman?

Harrison Ashcroft, un historiador, ha muerto en extrañas circunstancias cuando se disponía a descifrar esa incógnita. Ahora, su hija Emily toma el relevo y reemprende la investigación, con pocas pistas y solo una premisa: para demostrar la autenticidad del presunto cadáver de Hitler es imprescindible la presencia de un amuleto que el dictador llevaba, con toda seguridad, cuando le sobrevino la muerte. En ese intento de recomponer la historia, Emily cruza sus caminos con un soviético interesado en la pintura de Hitler, una caza-nazis judía y un arquitecto californiano.

El descubrimiento del séptimo secreto sobrepasará las sospechas de todos ellos e infundirá al lector serias dudas sobre la historia que ha aprendido en los libros.”

Irving Wallace nació el 19 de marzo de 1916 en Chicago, Illinois. Su carrera universitaria tuvo lugar en diferentes partes: Kenosha, Wisconsin, Berkeley y finalmente en Los Ángeles. Desde que era muy joven se dedicó al periodismo, ganando prestigio gracias a sus artículos y cuentos en los principales periódicos de Estados Unidos, tales como The Saturday Evening Post, Cosmopolitan, Reader’s Digest, Saturday Review, Liberty, entre otros. Llegó a ser considerado uno de los escritores más importantes de Norteamérica y, sin duda alguna, un novelista de gran calibre.

Wallace fue un hombre bastante inquieto, a quien desde joven le causaba gran interés viajar, conocer otras tierras, otras culturas con sus singulares particularidades, otros paisajes y climas, así como integrarse con los habitantes de estas tierras y conocerlos más a fondo. Gustaba de investigar extrañas personalidades, fueran heterodoxas, de otras religiones, tanto ricos como marginados. En 1942, con 26 años, se alistó en el ejército de los Estados Unidos, donde fue destinado, de acuerdo a sus conocimientos, a la Primera Unidad Cinematográfica. Allí tuvo la oportunidad de trabajar nada menos que con el teniente Ronald Reagan. Más tarde fue trasladado al Signal Corps, una rama militar responsable de las comunicaciones, donde realizó documentales divulgativos. Se licenció cuatro años después, en 1946.

Irving Wallace
Además de sus trabajos como periodista, sus diferentes guiones escritos tanto para el cine como para la televisión, sus novelas fueron definitivamente las que le otorgaron la fama. Todas sus obras fueron traducidas al español, y en ellas solía combinar la investigación con una prosa amena y fluida. De sus obras se vendieron más de 200 millones de copias en todo el mundo, una cifra bastante considerable.

Casado y con dos hijos, Irving Wallace falleció el 29 de junio de 1990, a la edad de setenta y cuatro años, debido a un cáncer de páncreas que estuvo combatiendo durante un tiempo.

El séptimo secreto, de Irving Wallace, terminado el pasado mes de febrero, es el primer libro que leo de este autor. Lo tenía en mi biblioteca desde hace años (ya ni recuerdo cuántos), después de comprarlo a un precio irrisorio, pero nunca le había dado la oportunidad. Supongo que con tantas lecturas pendientes de autores que conocía, el libro de Irving fue quedando relegado a un segundo plano. Sin embargo, hace poco lo presté a un compañero de trabajo, quien lo leyó y me dijo que estaba muy muy bueno, así que finalmente decidí darle la oportunidad... :)

Siempre me he preguntado qué es lo que tiene la Segunda Guerra Mundial, en qué consiste ese halo macabro que lo rodea y que es capaz de generar repudio, tristeza e indignación, así como un grado de misterio, magnetismo e interés que logra atraer a millones de personas de toda clase, desde amantes de la literatura y el séptimo arte, hasta poetas, filósofos e historiadores. Es un “no sé qué” que produce rechazo y atracción a partes iguales. La figura de Adolf Hitler, sus despiadados secuaces, el partido nacional socialista y su emblemática esvástica, las sanguinarias SS, las Juventudes Hitlerianas, la manera en que fueron conquistando Europa y parte de Asia sin apenas resistencia…

Todo esto ha dado para cientos, quizá miles de documentales, películas, libros, series de televisión, ensayos, tratados, enciclopedias y un sinfín de cosas más…

Adolf Hitler
Y yo, como amante de la literatura y de la historia, no puedo negar esa atracción. Han sido varios los libros que he leído relacionados con el tema, tanto novelas (entre las cuales están títulos como Holocausto, de Gerald Green; Alumno aventajado, de Stephen King; Los niños del Brasil, de Ira Levin; Odessa, de Frederick Forsyth; entre otros) como ensayos (donde cabe mencionar títulos como El proceso de Nuremberg, de J. Heydecker y J. Leeb; Hitler, de Helmut Heiber y Hitler sin máscara, de Edouard Calic). Y de igual manera he visto una considerable cantidad de documentales y películas sobre la Segunda Guerra Mundial y todo lo que la rodea (donde cabe resaltar películas tan emblemáticas como La lista de Schindler o El pianista).

En este orden de ideas, casi me resulta peculiar el hecho de que este libro haya esperado tanto tiempo en el estante de mi biblioteca, pues el argumento que plantea es muy, pero muy interesante.

Un historiador muere en extrañas circunstancias mientras investiga en Berlín los hechos relacionados con la muerte de Adolf Hitler, la última parte de lo que será la biografía definitiva sobre el dictador. Su hija, tras el doloroso duelo, se anima a terminar lo que su padre había iniciado, y secundada por un periodista berlinés, una agente de la Mossad, un soviético interesado en las obras pictóricas de Hitler y un arquitecto estadounidense (a los cuales Emily va conociendo en el camino), se da a la tarea de investigar la verdad sobre la muerte de Hitler: ¿Escapó este a su destino? ¿Todo fue una farsa? ¿Adónde se fueron Hitler y Eva Braun?

Todo apunta en esa dirección, pero hay personas que no quieren que se sepa la verdad y tratarán a toda costa de interponerse en su camino. Nada más la muerte del propio Harrison Ashcroft hace saltar las alarmas al respecto. Emily está destrozada y no quiere saber más del tema, a pesar de que ella misma hubiese tenido gran participación en la elaboración del libro, pero es un agente externo el que de alguna manera termina animándola a proseguir con su trabajo y a terminar lo que su padre había comenzado. Es entonces cuando viaja a Berlín, sola, casi indefensa, sin saber a lo que puede llegar a enfrentarse. Está a punto de hurgar en un secreto que ciertas personas no quieren que salga a la luz, a quienes no les importará segar su propia vida para que así sea.

Emily es sagaz, intuitiva, perspicaz y poseedora de una inteligencia brillante. Muy pronto comenzará a atar cabos, y hasta el mismo azar terminará llevándola a conocer personas con intereses en común, que sin esperarlo le ayudarán en su búsqueda de la verdad. Una verdad que ha permanecido oculta por casi medio siglo…

El séptimo secreto es un libro que se lee de manera bastante ágil. La complejidad de su trama, las grandes dosis de interesantísima información histórica y cultural es tal, que el libro te engancha con sorprendente facilidad. Wallace ha cuidado meticulosamente la documentación histórica y geográfica para desarrollar su novela, no dejando nada al azar y llevándonos a través de su prosa al Berlín de mediados de los ochenta. El hotel Kempinski, la plaza Breitscheid, la calle Kurfürstendamm (a la cual compara con los Campos Elíseos de Paris), el Centro Europa, el café Romanisches… Todo es descrito en coloridos detalles que te transportan a través de las letras, y justamente ésta bien documentada ambientación del Berlín aún dividido es uno de los grandes méritos de la historia, y si a esto le sumamos todo el bagaje histórico que ofrece la novela, con multitud de información de interés, estamos frente a una novela sólida y coherente que atrapa al lector desde las primeras páginas.

Adolf Hitler y Eva Braun
La posibilidad de un Hitler y una Eva Braun prófugos, escondidos en algún lugar tras el final de la guerra, resulta de por sí suficiente gancho para pasar las páginas con celeridad con ansias de conocer la verdad. En suma, una novela apasionante, interesante, muy bien desarrollada y estructurada, y que explora una faceta muy diferente de lo que estamos acostumbrados. Quizá la única pega sea el hecho de que algunos de los hallazgos de Emily Ashcroft parecen un poco demasiado afortunados, pero es solo una excepción que pierde importancia cuando ves toda la novela en su conjunto.

Habrá que leer más novelas de este autor…


;)



miércoles, 29 de marzo de 2017

Leyendas de Dune III: La Batalla de Corrin, de Brian Herbert & Kevin J. Anderson (Reseña)

AVISO IMPORTANTE: Esta entrada puede contener SPOILERS


Sinopsis: “Cincuenta y seis años han transcurrido desde los sucesos narrados en Dune: La cruzada de las máquinas. A la muerte de Serena Butler siguieron las décadas más sangrientas de la Yihad, pero, tras años de lucha cruenta, los guerreros humanos empiezan a albergar la esperanza de que el conflicto contra las máquinas vea pronto su fin.

Por desgracia, a Omnius le queda una carta por jugar. En un último intento por destruir a la humanidad, propaga un virus mortífero que diezma a los habitantes de planetas enteros... y la balanza se inclina de nuevo a su favor. Al final, una guerra que ha durado generaciones tendrá que decidirse en la apocalíptica batalla de Corrin.”

Dune no es una saga para leer de corrido. Los libros que la componen, especialmente los de la serie original escrita por Frank Herbert, son de cierta densidad y complejidad. En lo personal, siempre he considerado mejor dejar un espacio prudente entre libro y libro para no sentirme saturado, mediar algunas lecturas de otro tipo para después regresar a este apasionante universo con renovados bríos. Es una fórmula que siempre me ha funcionado, y son ya nueve los libros que llevo a cuestas (de un total de catorce).

Dada esta espera, que en mi caso ha oscilado entre algunos meses hasta incluso un año completo, me resulta curiosa la manera en que el libro de turno parece anunciar su momento cuando este finalmente ha llegado. Puede considerarse una visión romántica (y de hecho admito que lo es; yo mismo soy un romántico de los libros), pero no han sido pocas las veces en que, parado frente a la biblioteca decidiendo qué leer a continuación tras haber terminado una lectura, un libro que lleva un tiempo determinado esperando su turno de repente “te llama” con innegable intensidad, y por alguna razón te sientes impelido a tomarlo y sumergirte en él cuanto antes, eclipsando cualquier otra opción.

Fue justamente esto lo que me sucedió en enero pasado tras terminar La última salida, de Federico Axat. Sentí que era el momento de acometer la lectura del tercer y último volumen de la trilogía Leyendas de Dune. Sentí que era el momento de regresar a este universo y conocer de una vez por todas el desenlace de la trilogía. Además, me encontraba en plenas vacaciones, por lo que me pareció el momento perfecto para leer las más de 700 páginas que componen el libro.

En este caso había pasado más de un año desde que terminara La cruzada de las máquinas, el segundo volumen (puedes leer la respectiva reseña haciendo click en este link), el cual había dejado la historia en un punto bastante alto, con el sacrificio de Serena Butler en pro de la Yihad y el suicidio de Xavier Harkonnen, quien decidió llevarse consigo al Patriarca de la Yihad Iblis Ginjo después de descubrir sus macabros tejemanejes…

Han pasado ya casi sesenta años desde estos dos hechos que marcaron un punto de inflexión en la historia de la Yihad. Por una parte, la muerte de Serena sirvió para darle un nuevo impulso a la guerra, cuyo ímpetu había venido decayendo poniendo en riesgo la consecución del objetivo supremo: acabar para siempre con las máquinas pensantes. Y por otra parte: el apellido Harkonnen ha quedado en la ignominia pues todos dan al general Xavier por traidor tras el supuesto asesinato del gran Patriarca. La realidad, por supuesto, es otra: de saberse la verdad, los pilares de la Yihad se desmoronarían echando al traste décadas de cruenta guerra y haciendo millones de víctimas hubieses muerto en vano. Es algo que Vorian Atreides, único sabedor de la verdad, debe impedir a toda costa, aunque sea permitiendo que el nombre de su mejor amigo sea deshonrado.

En este nuevo orden de cosas, la supermente informática Omnius y el robot Erasmo cuentan ahora con dos aliados humanos: Yorek Thurr, antiguo jefe de la Yipol (la policía de la Yihad) y Rekur Van, un bioingeniero y genetista tlulaxa capturado por Erasmo. Yorek concibe un plan para atacar a la Liga de Nobles mediante un arma biológica que diezme sus fuerzas y colapse su estructura sociopolítica. Rekur Van, por su parte, es el encargado de desarrollar el retrovirus que puede significar un cambio sustancial en el devenir de la guerra.

Mientras tanto, Omnius lanza un ataque contra Richesse, la base de los Titanes (las supermáquinas con cerebros humanos). Este ataque es rechazado por los cimeks, pero durante el mismo el robot Seurat logra escapar, llevándose consigo valiosa información sobre los titanes.




Vorian Atreides, comandante supremo del ejército de la Yihad, se encuentra con Abulurd Butler, nieto de Xavier Harkonnen, en Caladan. Vorian le revela a Abulurd, quien de alguna manera se ha convertido en su protegido, toda la verdad sobre la muerte de su abuelo y las razones por las que arrastró a Iblis Ginjo a su final. Esta revelación marca al joven Abulurd, quien decide reivindicar el apellido Harkonnen. Eso desagrada en demasía a su padre, Quentin Butler, y a sus hermanos Faykan y Rikov Butler, todos ellos militares de la Yihad, hecho que tendrá una gran trascendencia más adelante…

Tras la muerte de su madre Zufa y su marido Aurelius, Norma Cenva, la brillante mente creadora de los escudos Holtzman que tantos beneficios le han traído a los Yihadíes, continúa investigando para solucionar los problemas del plegado del espacio, un avance tecnológico que representaría un impulso inmenso en la guerra contra las máquinas. Su consumo de melange, la especia geriátrica extraída del planeta Arrakis, va aumentando, y empieza a manifestar cambios fisiológicos que controla con los poderes que adquirió tras la agonía a que fue sometida por el titán Jerjes. Su hijo Adrien ha tomado el liderato de la empresa familiar, VenKee Enterprises, que comprende el comercio de melange y la flota comercial. El lucrativo negocia de la especia lleva a El'hiim, hijo del ahora mítico Selim Montagusanos y líder de los Free Men de Arrakis, a darle la espalda a los principios y la visión de su padre, lo que disgusta profundamente a Ishmael, el antiguo esclavo zensunní de Poritrin que se casó con su madre a la muerte de Selim.


Brian Herbert y Kevin J. Anderson


El ataque de las máquinas con el retrovirus, una nueva y mortífera arma biológica, no se hace esperar, y las consecuencias serán desastrosas para la Liga de Nobles…

Me quedo corto con esta somera descripción del argumento, pero es que de todas formas, a pesar de la advertencia de spoiler, no puedo adelantar más sobre el desarrollo del libro. Es mejor que el lector vaya descubriendo ciertas cosas por sí solo… Lo que sí puedo decir es que habrá batallas, muchas y de gran alcance e intensidad, también traiciones, giros inesperados, luchas de poder, innumerables muertes, y cada uno de los múltiples hilos que se fueron abriendo a lo largo de la trilogía se irán cerrando de manera magistral.

Todos los aspectos que conectan esta trilogía con la saga original escrita por Herbert padre quedan muy bien explicados y claramente encaminados a lo que será la realidad del Universo 10.000 años después. El origen de la hermandad Bene Gesserit, los doctores Suk, la Orden de los Mentat, la Cofradía Espacial y sus Navegantes, además de la histórica rivalidad entre los Atreides y los Harkonnen… Nada ha sido dejado al azar, todo ha quedado bien hilado, dejando sin embargo cosas por desarrollar (estas grandes sociedades y hermandades no evolucionaron de la noche a la mañana, por supuesto), dejando vislumbrar el futuro cercano entre líneas que te dejan la miel en los labios.

Ha sido un final redondo que ha colmado mis expectativas desde todo punto de vista. El libro me lo he devorado en un par de semanas, lo que es todo un record para mí en libros de Dune. Pero es que realmente no lo podía soltar, el libro la rompe, y el solo hecho de saber que te acercas al cierre de una trilogía muy bien estructurada, argumentada y ejecutada, solo hace que la ansiedad por terminar vaya en aumento con cada página…

En conclusión, un colofón grandioso para una trilogía que superó mis expectativas desde las primeras páginas, un libro que leí con creciente entusiasmo. Me quito el sobrero ante estos dos escritores. Realmente le hicieron honor a esta magnífica saga.

He leído entonces los seis libros escritos por Frank Herbert y la trilogía Leyendas de Dune, escrita por su hijo Brian en coautoría con Kevin J. Anderson (recomiendo leer la entrada especial sobre la saga haciendo click aquí: Dune, de Frank Herbert: Historia, análisis y cronología, para entrar en adecuado contexto sobre el orden de lectura). Por tanto, ahora me quedan cinco libros por delante: la trilogía Preludio a Dune, ubicada cronológicamente treinta años antes del primer libro de la serie, y los dos libros que componen Dune 7 (Cazadores de Dune y Gusanos de arena de Dune), el esperado desenlace de la saga original…

Sin duda, continuaré con estos dos últimos. No puedo esperar más para saber cómo termina todo… :D

Esperaré el “llamado” de los Cazadores… y presiento que será pronto…




:)



martes, 21 de marzo de 2017

La última salida, de Federico Axat (Reseña)

Sinopsis: “Ted es rico y tiene una familia perfecta, una esposa y dos hijas adorables. Nadie podría imaginar el motivo que lo ha llevado a tomar la drástica decisión de quitarse la vida. Cuando oye sonar el timbre una y otra vez, su primera reacción es ignorarlo y apretar el gatillo de una vez por todas. Pero entonces descubre una nota escondida entre sus cosas; una nota con su caligrafía que no recuerda haber escrito: «Abre la puerta. Es tu última salida». Al otro lado de la puerta encuentra a un desconocido llamado Lynch, que no sólo sabe lo que Ted está a punto de hacer, sino que le hace una propuesta difícil de rechazar: un plan para evitar que su familia sufra ante las consecuencias devastadoras de un suicidio.

Ted acepta sin imaginar que la nota en el escritorio y la oferta de Lynch son apenas el comienzo de un juego macabro de manipulaciones. Alguien ha sembrado un camino de migas de pan que Ted irá recogiendo. Alguien que lo conoce mejor que nadie, que lo hará dudar de sus propias motivaciones y también de las personas que lo rodean.

¿Quién maneja los hilos desde las sombras?
A veces sólo podemos confiar en nosotros mismos.
Y, en ocasiones, ni siquiera eso…”

Segunda novela que leo de Federico Axat. La anterior, ya reseñada en este blog, había sido El pantano de las mariposas. Como conté en su momento, fueron muchos los años esperando leer la obra de este escritor argentino. Sus novelas siempre fueron bien referenciadas por nuestros amigos en común, pero incluso en Argentina sus libros eran difíciles de conseguir, por lo que no hubo más remedio que esperar durante todo este tiempo. Ese fue el caso de Benjamin, su ópera prima, y de la mencionada novela El pantano de las mariposas, que nunca llegaron.

Edición alemana
Sin embargo, La última salida es otro cantar. Aunque lo cosechado con anterioridad estaba lejos de ser poca cosa, no hay duda de que la tercera novela de Federico Axat ha sido el gran éxito que el autor estaba esperando: en un corto periodo de tiempo la novela ha sido traducida a más de una veintena de idiomas, siendo lanzada en simultáneo en ambos lados del charco, y sus derechos ya han sido vendidos para una próxima producción de Hollywood que adaptará la obra al séptimo arte. Los comentarios positivos llueven desde todas partes, y no han sido pocos los artículos aparecidos en diarios y revistas de diferentes partes del mundo.

Con toda esta antesala, la verdad es que ya era justo que la obra de Axat llegara a Colombia. Fue por ello que resultó una sorpresa bastante grata verlo por primera vez en la vitrina de la Librería Nacional, en un centro comercial de la ciudad de Medellín. Al día siguiente consulté en la página web, y para sorpresa mía también estaba El pantano de las mariposas, encima con un 20% de descuento solo por ese día. Doble alegría. Muy pronto estuvieron en mi biblioteca… :)

Al mejor estilo de las muñecas rusas, las conocidas matrioskas o mamushkas, La última salida es un thriller trepidante que se va descubriendo poco a poco a sí mismo, como una historia dentro de una historia dentro de una historia… El comienzo no podía ser más contundente. Como lo dice el propio Federico en una entrevista, con esta novela quería hacer todo lo contrario a lo realizado con El pantano de las mariposas, donde es un sorprendente giro final el que te asesta el golpe de gracia. Aquí, por el contrario, tenemos a un hombre a punto de suicidarse que de pronto escucha sonar el timbre de la puerta. ¡Tremendo comienzo! Ted McKay se siente incapaz de terminar con su vida con alguien incordiándole en la puerta de entrada, de manera que decide ir a ver quién es la persona que ha osado interrumpirle en tan trascendental momento. Allí se encuentra a Lynch, un hombre que no solo sabe perfectamente lo que está a punto de hacer, sino que además le ofrece una salida mucho más razonable con el fin de evitar que su familia sufra ante la terrible verdad.

Federico Axat
Ted acepta la propuesta de Lynch, y es allí donde comienza el verdadero juego. Un juego que más parece un laberinto del cual será más difícil hallar escapatoria a medida que la historia avanza. Cada nuevo descubrimiento, donde junto con Ted vamos desenredando poco a poco la madeja, solo es el comienzo de nuevas intrigas, de nuevos enigmas que parecen no tener fin.

Más tarde conocemos a Laura Hill, la terapeuta de Ted, quien termina siendo la confidente de las intrincadas situaciones en que se ha visto envuelto nuestro protagonista. A lo largo de varias sesiones, Ted trata de encontrarle sentido a la situación, y Laura irá llevando a su paciente en la que cree que es la dirección correcta… Es allí donde iremos conociendo más de la vida de Ted, de su trabajo, de su familia, de su pasado, y de las razones por las cuales ha tomado la decisión de suicidarse…

Es imposible adelantar más de la novela, imposible ser más específico acerca de su argumento, pues es mejor que el lector vaya descubriendo las sucesivas “matrioskas” por su propia cuenta. La última salida es una caja de sorpresas, es un laberinto en espiral en el cual nunca estás seguro de si te estás acercando a la salida o si, por el contrario, te estás adentrando más en él. Cada capítulo parece generarte más preguntas, y cuando termina la primera parte y comienza la segunda, llegas a la conclusión de que aún no sabes nada de nada y de que la cosa apenas empieza. La verdad es que nunca logras anticiparte a lo que vendrá más adelante…

Las 542 páginas que componen el libro se me fueron en un santiamén. Lo leí ya en las postrimerías de 2016, terminándolo el 1º de enero de 2017, tras varias jornadas maratónicas en que literalmente no lo podía soltar. Su lectura es bastante ágil, con capítulos cortos que se van sucediendo uno tras otro sin apenas darte cuenta. Nada más el último día debo de haber leído más de un centenar de páginas en una sola sentada. No veía la hora de desentrañar el enigma y conocer el desenlace de todo.




La última salida colmó las expectativas con creces y le hizo honor a la fama que lo venía precediendo. Es un registro completamente opuesto al de El pantano de las mariposas, la cual es una novela más intimista, con ese toque nostálgico y misterioso.


Debo decir que me alegro mucho por Federico, con quien siento cierta cercanía; definitivamente merece todos los triunfos y los elogios que está cosechando. Son el fruto de un trabajo duro y dedicado, y de una pasión ilimitada por lo que hace. Ya quiero ver esa adaptación cinematográfica. Si es tan buena como la novela, entonces va a ser fantástica.





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