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martes, 27 de diciembre de 2011

Apocalipsis, de Stephen King

“Un virus gripal, creado artificialmente como posible arma bacteriológica, se extiende por Estados Unidos y provoca la muerte de millones de personas. Los supervivientes tienen sueños comunes, en los que aparece una anciana y un hombre joven. La mujer anciana los incita a viajar a Nebraska para combatir a Randall Flagg, un abominable personaje que encarna las fuerzas del mal…”

Una sinopsis en extremo corta para semejante libro, sin duda. Incluso cualquier reseña que un servidor pueda ofrecerles nunca será capaz de hacerle justicia a una novela que ha sido elegida unánimemente por los fans como la mejor obra de Stephen King. Está It, por supuesto, y la saga de La Torre Oscura, o novelas como Cementerio de Animales, La Zona Muerta o La Milla Verde, que siempre están en los Top Five de los fans (si es que se puede hacer un Top Five de un autor que cuenta con decenas de excelentes novelas). Pero Apocalipsis siempre estará ahí codeándose con los pesos pesados de la obra del Maestro del Terror.

Y es que una novela que en su edición de bolsillo tiene casi mil seiscientas páginas escapa por completo a cualquier descripción, haciéndose merecedora más bien de una tesis doctoral. Alguna vez Stephen King dijo que todo lo que sabía estaba en It, pero creo que eso es algo que también se aplica a Apocalipsis.

Publicada por primera vez en 1978 como The Stand, y en castellano como La Danza de la Muerte, la novela había pasado por las verdes y las maduras antes de ver la luz. Stephen King pasó más de dos años escribiéndola, periodo durante el cual sufrió un bloqueo monumental que tuvo la historia detenida por un buen tiempo (más detalles en Mientras Escribo), y cuando finalmente estuvo lista los editores se negaron llanamente a arriesgarse con una novela de semejante extensión, teniendo en cuenta que, a pesar de su éxito, Stephen King solo tenía tres novelas.

El ultimátum fue simple pero endiablado: o King le echaba tijera o lo hacían los editores. Por supuesto, King prefirió hacerlo él mismo. Aun así, no alcanzo a imaginar el desaliento que tuvo al tener que sentarse a reestructurar de nuevo su novela. Al final fueron unas cuatrocientas páginas las que desaparecieron de esa primera edición, pero el tiempo tendría la última palabra, y doce años después el Maestro del Terror podría ver su obra tal como la concibió: en 1990 lanzó The Stand - The Complete & Uncut Edition, que en castellano fue publicada como Apocalipsis, y en la cual el escritor de Maine, además de rescatar los pasajes que en su momento se vio obligado a descartar, hizo una nueva revisión en la que actualizó la novela, ambientándola en 1990…

Hace muchos años había leído La Danza de la Muerte en un par de ocasiones. Por supuesto, flipé al leerla, pero siempre me pregunté qué nuevas escenas tendría la versión extendida. A pesar de que el Maestro advierte en la introducción que la novela no cambia en nada ni los personajes varían su comportamiento (solo hacen más cosas, dice), sí me mataba la curiosidad por saber qué nuevos detalles encontraría.

Pues bien, hace unos meses me embarqué por tercera vez en la aventura de The Stand, esta vez en su versión extendida. :) Y por tercera ocasión la historia me atrapó. Pero sí he de confesar, no obstante, que esta vez, quizá por haber leído hace poco otro mamotreto tan sumamente ágil como La Cúpula, me pareció lenta en algunos pasajes. La primera parte es tremenda, se lee con una avidez demencial. La segunda comienza centrándose en cada grupo de personajes, dedicándoles hasta varias decenas de páginas, lo que le quita un poco de velocidad, que luego recupera con la tercera parte, en la que muchas cosas se resuelven con prontitud para llegar a un final inolvidable…


El Santo Grial


En todo caso, y volviendo a lo que nos atañe, The Stand es una novela monumental, apenas igualada, tanto en extensión como en calidad, por otros dos pesos pesados: It y La Cúpula. Sus cientos de páginas pasan sin apenas darte cuenta, a medida que King va tejiendo su telaraña y va presentando a los personajes. Unos llegarás a amarlos, otros los odiarás a muerte, pero ninguno te dejará indiferente. Y a todos los acompañarás en ese viaje sin retorno, en ese mundo post-apocalíptico que King crea de forma tan magistral. Y es que ese mundo donde todo es soledad, muerte y desolación casi llega a ser un personaje más, un actor más en esa obra coral en la que no puedes evitar verte atrapado. De pronto, mientras lees, te ves invadido por un acceso de tos o un estornudo, y un escalofrío te recorre el cuerpo, mientras tu mente comienza a imaginarse lo peor…

Uno de mis tesoros... :)
Adentrarse en esta novela, en este viaje, es una experiencia inolvidable, seas o no seguidor de Stephen King.

Cabe anotar aquí, por cierto, y puesto que tengo el privilegio de haber leído ambas versiones, que sí hay diferencias sustanciales entre ambas novelas. Además de un prólogo y un epílogo que no existen en la primera, y que cierran de forma más concreta la misma, hay varias escenas de importancia que en su momento fueron excluidas y a las que bien merece la pena darles un repaso.

Respecto a esto he tenido la idea de estudiar ambas versiones y escribir un ensayo con las diferencias entre ambas, como en su momento lo hizo la revista Insomnia con la versión ampliada y revisada de La Torre Oscura I, pero para ello se necesita tiempo, del cual no dispongo mucho por estos días… :/ No obstante, y tal y como sucedió con la novela, quizá el tiempo tenga la última palabra y el ensayo vea la luz después de todo… :)

La obra fue adaptada en una serie de televisión bastante buena y con grandes actuaciones. A pesar de ello, en lo personal el Randall Flagg de la miniserie nunca me gustó ni un poco.

Ahora está en proceso la realización de una versión cinematográfica, pero aún falta tiempo para que la veamos en los cines, así que la serie es lo que hay… :P

La obra también ha sido adaptada al cómic con excelentes resultados. La edición en castellano ha corrido a cargo de Panini, con unas ediciones en tapa dura bastante apetecibles, pero que por estos lares no se ven ni en las curvas (Qué raro, ¿no?)…

Mientras tanto, recordaré con añoranza a Fran, Stu, Larry, Nick, Tom, Glen, Harold… Ah no, Harold no, de ninguna manera!! XDD

¡¡¡Kojak!!! :’)




:D

jueves, 8 de septiembre de 2011

Todo Es Eventual, de Stephen King

"Todo es Eventual es la primera colección de relatos de Stephen King tras nueve largos años. Publicados anteriormente en revistas, en Internet, leídos en público por el autor o bien inéditos, son textos sorprendentes, misteriosos, terroríficos…

Desde historias de encuentros con muertos y una habitación de hotel con fantasma asesino hasta escenas del realismo más directo y brutal, King nos transporta al mundo de su increíble imaginación.

Catorce relatos que te sorprenderán y que, aunque quieras, no podrás dejar.”

Stephen King, el escritor de Maine nacido en 1947, ha sido aclamado casi desde sus comienzos en los años setenta como el Maestro del género del Terror, siguiendo el legado de sus coterráneos H. P. Lovecraft y Edgar Allan Poe, de quienes ha sido heredero indiscutible. Sus novelas, mundialmente conocidas y adaptadas en numerosas e interminables ocasiones al cine, la televisión, el teatro y el cómic, han revitalizado el género y renovado varios de los arquetipos más conocidos del mismo, llevado el terror muy lejos... pero también muy cerca.

En efecto, King nos ha mostrado que el terror puede surgir de la manera más cotidiana y en el lugar menos esperado: en tu casa, en la del vecino, en el salón de clase o incluso en tu propia habitación, narrándonos la historia de forma amena y coloquial, como si estuvieses acampando alrededor de una hoguera o simplemente charlando con un amigo y con unas cervezas de por medio, en lo que muchos han definido como el Charles Dickens americano.

Pero el lector común desconoce la faceta de Stephen King como escritor de relatos cortos. Muchos conocen It, Cementerio de Animales, La Milla Verde, Christine, entre otras novelas, pero pocos han leído relatos clásicos como A Veces Vuelven, El Aviador Nocturno, El Mono, Basta S.A. o La Expedición, algunos de los cuales han dado pie a sus propias adaptaciones.

Y es que es fácil también rastrear los cambios que ha experimentado el Maestro del Terror con el paso de los años a través de sus antologías, un autor que demostró que era imposible encasillarlo después de regalarnos historias tan humanas como El Cuerpo, Rita Hayworth y La Redención de Shawshank, Dolores Claiborne, en las cuales, sin recurrir a elementos sobrenaturales, demostró que es un autor de emociones que conoce al dedillo la naturaleza humana y que la sabe plasmar como pocos.

En sus relatos es posible ver esa evolución que comenzó con el clásico El Umbral de la Noche, pasando por el variopinto Skeleton Crew y la excelente Pesadillas y Alucinaciones, para llegar a la antología que nos atañe, Todo Es Eventual, en la cual podemos ver esa otra faceta de Stephen King, la del contador de historias que no tiene que recurrir a monstruos ni elementos sobrenaturales para contarnos relatos que te tienen pegado al asiento sin querer soltarlos hasta conocer su desenlace.

Esta antología, publicada en USA en 2002, contiene relatos para todos los gustos, además de un par de ítems interesantes para el seguidor de su obra: Las Hermanitas de Eluria, una novela corta que hace parte del universo de La Torre Oscura y que fue originalmente escrita para una antología de novelas cortas compilada por Robert Silverberg; y Montado en la Bala, otra novela corta publicada originalmente en internet y que, a pesar de haber sido publicada luego en papel, por mucho tiempo fue un ítem complicado de conseguir.

Nada más esos dos ítems hacen que el libro valga la pena, pero aun así cuenta con otra docena de relatos que hacen las delicias no solo del Lector Constante de Stephen King, sino también del lector en general, a pesar de que es considerada por muchos una antología que no está a la altura de sus predecesoras.

He aquí una breve sinopsis de los diferentes relatos:

Sala de autopsias número 4: Un hombre se despierta en la camilla de una sala de autopsias a punto de ser intervenido… pero ¿está muerto?

El hombre del traje negro: Un anciano en sus últimos años de vida recuerda un episodio inolvidable de su niñez, uno en el que se encontró con un extraño hombre de traje negro…

El Maestro del Terror
Todo lo que amas se te arrebatará: Un hombre se debate en la cuerda floja de su existencia, en la que un cuaderno lleno de pintadas será de especial relevancia…

La muerte de Jack Hamilton: Una entrañable historia de proscritos en la época de la Depresión norteamericana…

En la habitación de la muerte: Una historia sobre una sala de interrogatorios en la versión sudamericana del inferno…

Las Hermanitas de Eluria: Una novela corta, que podría denominarse como un prólogo a la saga de La Torre Oscura, en la que Roland Deschain se enfrenta a unas extrañas enfermeras y unos no menos extraños “doctores”…

Todo es eventual: Un relato vinculado a La Torre Oscura sobre un chico con ciertos poderes…

La teoría de L.T. sobre los animales de compañía: L.T. tiene una curiosa teoría sobre los animales de compañía, y no duda en contarla a todo aquel que quiera escucharlo…

El virus de la carretera viaja hacia el norte: Un cuadro parece tener su propia vida en una realidad que pronto se fundirá con la nuestra…

Almuerzo en el café Gotham: Una pareja a punto de divorciarse se cita en el Café Gotham para discutir los pormenores del litigio, pero un suceso echará al traste la reunión…

Esa expresión que sólo puede expresarse en francés: En este relato el conocido Déjà Vu toma unos tintes bastante perturbadores…

1408: Una habitación de hotel tiene una oscura reputación, pero el escritor Mike Enslin está empeñado en demostrar lo contrario…

Montado en la Bala: Alan Parker hace autostop para ir a visitar a su madre enferma, pero el viaje traerá contratiempos bastante peculiares e imprevistos…

La moneda de la suerte: Darlene Pullen se encuentra un moneda que puede traerle una racha inesperada de suerte…

Arte de tapa ilustrado por Mark Stutzman


Cada relato está aderezado con una nota del autor, ubicada al comienzo o al final del relato según su conveniencia, en la que habla un poco acerca de la génesis de la historia. Además de ello, nos regala un prólogo sobre La práctica del arte (casi) perdido, una especie de ensayo sobre el arte de escribir relatos cortos y su tendencia a la extinción.

Una antología muy recomendable.

;)

martes, 6 de septiembre de 2011

El Hombre Ilustrado, de Ray Bradbury

En esta colección de historias entrelazadas, el narrador anónimo conoce a El Hombre Ilustrado, un curioso personaje con el cuerpo completamente cubierto de tatuajes. Sin embargo, lo más remarcable e inquietante es que las ilustraciones están mágicamente vivas y cada una de ellas empieza a desarrollar su propia historia, como en La pradera, donde unos niños llevan un juego de realidad virtual más allá de sus límites. O en Calidoscopio, el sobrecogedor relato de un astronauta que se dispone a reentrar en la atmósfera terrestre sin la protección de una nave espacial. O en La hora cero, en el que los invasores extraterrestres han encontrado unos aliados lógicos y sorprendentes: los niños humanos.

Cada uno de los 18 relatos que componen esta colección es una muestra de la maestría narrativa de Bradbury y no han perdido ni su vigor ni su actualidad desde que fueron publicados por primera vez en 1951.

Ray Douglas Bradbury nació el 22 de agosto de 1920 en Waukegan, Illinois. Su familia se mudó varias veces desde su lugar de origen hasta establecerse finalmente en Los Ángeles en 1934. Bradbury fue un ávido lector en su juventud además de un escritor aficionado. No pudo asistir a la universidad por razones económicas, así que para ganarse la vida comenzó a vender periódicos. Posteriormente se propuso formarse de manera autodidacta a través de los libros, comenzando a realizar sus primeros cuentos con una máquina de escribir. Sus trabajos iniciales los vendió a revistas, a comienzos del año 1940.

Ha sido galardonado con gran cantidad de premios, tiene una estrella en Paseo de la Fama de Hollywood y hay un asteroide que lleva su nombre: Bradbury 9766. Actualmente tiene 91 años y vive en California, donde todavía escribe activamente.

Confieso que soy casi nuevo en el mundo de Ray Bradbury. Es siempre un referente cuando se habla de la ciencia ficción (aunque él mismo se define como un autor de fantasía), pero apenas hasta hace poco me estrené en su obra con la novela La Feria de las Tinieblas. Por lo tanto, aunque soy más dado a leer novelas que antologías, animado por las buenas críticas y por lo mucho que me gustó dicha novela, comencé hace poco El Hombre Ilustrado, alternándolo con algunas otras lecturas.

Ray Bradbury
Para el lector medianamente avezado, el título de la colección llama mucho la atención, puesto que “El Hombre Ilustrado” es uno de los protagonistas de la mencionada La Feria de las Tinieblas. Y en efecto, en esta antología resulta ser un pequeño hilo conductor que lleva todos los relatos… en su piel…

Ray Bradbury, por lo que puedo deducir en base a lo poco que he leído de él, tiene un estilo que roza en lo poético, dotando a su prosa de una musicalidad que hace las delicias de los amantes de la buena literatura. En El Hombre Ilustrado, publicado en 1951, cada relato hace gala de una maestría y una contundencia envidiables, son todos y cada uno una pequeña joya de la ciencia ficción. Pero más allá de eso, Ray Bradbury nos regala un profundo análisis de la naturaleza humana, enseñándonos a través de cada relato una moraleja acerca de las consecuencias de un mundo evolucionado tecnológicamente más allá de nuestra imaginación, mostrando con cada uno las dos caras de la moneda: lo bueno y lo malo de una civilización que ha dado pasos enormes con los que hoy apenas podemos soñar.

Los relatos son sencillos, rápidos, amenos e interesantes. En una palabra: exquisitos.

He aquí una muy breve sinopsis de cada una de las 18 historias que recoge la antología:

La Pradera: Dos padres utilizan un “cuarto de juegos artificial” para mantener a sus niños felices. El problema inicia cuando los padres desean cerrar el cuarto…

Calidoscopio: Un amargo astronauta siente que no ha logrado nada de mérito en su vida, y toma una decisión…

El otro pie: Marte ha sido colonizado exclusivamente por negros. Cuando se dan cuenta de que un cohete está viniendo de la tierra con viajeros blancos, planean un vengativo recibimiento por años de segregación. No obstante, no todo resulta según sus planes…

La carretera: Una comunidad de personas sencillas que vive cerca de una autopista rural en México continúa con sus apacibles vidas mientras la carretera se llena de gente que huye una guerra nuclear…

El hombre: Un grupo de exploradores del espacio aterriza en un planeta para descubrir que la población vive en un estado permanente de felicidad. Tras una investigación descubren que un visitante misterioso vino a ellos…

La lluvia: Un grupo de astronautas se encuentra en Venus, donde llueve torrencialmente y sin cesar. Los viajeros se abren camino a través del paisaje venusiano tratando de encontrar una “Bóveda de Sol”, un refugio con una fuente de luz artificial…

El hombre del cohete: El trabajo de un astronauta le obliga a estar lejos del hogar durante largos periodos de tiempo, así que tiene pocas oportunidades para estar con su mujer y ayudar a criar a su hijo…

Los globos de fuego: Un sacerdote viaja a Marte para actuar como misionero entre los marcianos. Una vez allí descubre que en realidad son entidades de energía pura…

La última noche del mundo: El planeta entero despierta con la noticia de que el mundo va a terminarse esa misma tarde. Una pareja se prepara para el evento…

domingo, 4 de septiembre de 2011

El Día de los Trífidos, de John Wyndham


Unas extrañas luces verdes han aparecido en el cielo y la mayor parte de la humanidad ha alzado la mirada para contemplar el fenómeno. A la mañana siguiente todos despiertan ciegos. Las pocas personas que conservan la vista inician la lucha por sobrevivir en un mundo que se debate entre la desesperación y la barbarie.

Uno de ellos es Bill Masen, que se encuentra ingresado en el hospital, recuperándose del ataque de una planta mutante creada por el hombre: los trífidos. Se trata de enormes vegetales capaces de moverse y que han desarrollado una especie de lengua venenosa con la que agreden a los humanos. Ahora que han descubierto la debilidad de éstos, los trífidos se disponen a heredar la Tierra..., si los supervivientes no lo impiden.

De nombre completo “John Wyndham Parkes Lucas Beynon Harris” (¡vaya nombre!), John Wyndham fue un escritor británico, nacido en 1903, en Knowle, y fallecido en 1969.

Hijo de un abogado, Wyndham intentó varias profesiones (desde agricultor hasta tratante de arte o publicista) hasta que comenzó a escribir a finales de los 30, donde sus relatos cortos detectivescos o de ciencia ficción alcanzaron un éxito limitado. Se enroló en el ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial, y participó en el desembarco de Normandía. Este hecho le marcaría tan profundamente que sus posteriores novelas tratarían temas catastróficos y apocalípticos, principalmente de invasiones extraterrestres, en una mezcla de horror y ciencia ficción.

John Wyndham
Debo confesar que comencé este libro, recomendado por Adrián Granatto, mi compañero Renegado, con muchas reservas, pero debidas a un detalle bastante trivial: el libro lo presté en una biblioteca local, y es una edición de 1975 que ya tiene las hojas amarillentas y la letra pequeña y algo borrosa en algunas partes. Por ese motivo, sabiendo que en ocasiones leer libros en ese estado puede resultar algo agotador para la vista, dudé si comenzarlo o decantarme por otras lecturas.

No obstante, el primer pasaje me enganchó. Pero sobre todo fue la primera frase la que me conquistó desde el comienzo:

Cuando un día que usted sabe que es miércoles comienza como si fuese domingo, algo anda muy mal en alguna parte”.

Me parece una frase maravillosa y contundente para comenzar un libro, y en efecto, la novela resultó ser tan maravillosa y contundente como esa primera frase. Ya la sinopsis da cuenta del argumento principal de la novela, así que sobra recordarlo. El Día de los Trífidos, publicada en 1951, es una espectacular novela post-apocalíptica, sumamente amena y con una prosa sencilla pero atrapante.

Me recordó algunos aspectos de Apocalipsis, de Stephen King, pero sobre todo la historia, narrada en primera persona, me recordó mucho a la serie basada en el cómic de Robert Kirkman, The Walking Dead. La serie tiene muchas similitudes con la novela de Wyndham, tanto así que la manera en que comienza la historia es prácticamente calcada, solo que en lugar de un hombre herido de bala tenemos a uno recuperándose de una ceguera causada por un veneno, y en vez de zombies tenemos a humanos completamente ciegos y a los mencionados trífidos.

Primera edición
La novela se lee muy rápido, te atrapa muchísimo, y cuando llegas al final pensando que ya las sorpresas se acabaron, las últimas quince páginas te regalan una escena de una tensión impresionante.

Un libro muy recomendable que me ha dejado con ganas de leer más de Wyndham, aunque mucho me temo que sus libros serán imposibles de conseguir por estos lares…

La novela cuenta con varias adaptaciones: Fue adaptada a la radio por la BBC en 1953. En 1962 se realizó la versión cinematográfica de la historia. Sin embargo, no fue hasta 1981 que la novela fue producida para la televisión por la misma cadena. En 1975, Marvel Comics adaptó la historia en la revista Mundos Desconocidos de la Ciencia Ficción.

En febrero de 2009, la BBC anunció que haría una nueva adaptación de la obra en alta definición para TV, una producción conjunta entre Power House de Reino Unido y la productora canadiense Prodigy Pictures para BBC One. Fue producida por Stephen Smallwood y dirigida por Patrick Harbinson, con Dougray Scott en el papel protagónico. La mini-serie fue lanzada en dos capítulos de noventa minutos cada uno y tuvieron fecha de estreno 28 y el 29 de Diciembre del mismo año por la BBC.

Los dejo con el tráiler de esta última. ;)


jueves, 25 de agosto de 2011

La Canción de Kali, de Dan Simmons


El canto de la diosa Kali produce el sonido de la muerte. Un periodista sostiene que su culto no ha desaparecido aún en nuestro moderno mundo tecnológico y está dispuesto a comprobar sus afirmaciones.

Nada le resultará sencillo, y lo que empezó como un trabajo rutinario se convertirá en una pesadilla en la que el protagonista sólo escucha mentiras y choca contra el muro de la indiferencia oficial cuando acude a las autoridades en busca de ayuda.

Publicada en 1985 y ganadora del Premio Mundial de Fantasía de 1986, La Canción de Kali es la primera novela del escritor estadounidense Dan Simmons, un autor difícil de encasillar en algún género pues se ha adentrado en el terror, la ciencia ficción y la fantasía con muy buenos resultados.

En este caso estamos ante su primera incursión en el terror y la verdad es que lo hace de manera fenomenal.

El protagonista, Robert Luczak, es un escritor norteamericano que viaja a Calcuta, India, enviado por una revista de poesía con el fin de recabar información sobre un ilustre poeta que lleva varios años desaparecido y que ahora ha dado señales de vida con un nuevo y supuesto manuscrito, el cual quiere sacar a la luz desde su aparente retiro. A pesar de las advertencias de un amigo que conoce de primera mano la ciudad, Robert viaja con su esposa Amrita y su pequeña hija de siete meses, Victoria.

Con las advertencias de su amigo Abe y la testarudez de Bobby, desde un comienzo nos imaginamos que las cosas no van a ir precisamente bien, sobre todo después de un prólogo tan ominoso como el siguiente:

Algunos lugares son demasiado perversos para que se tolere su existencia. Algunas ciudades son demasiado ponzoñosas para poderlas soportar. Calcuta es una de ellas. Antes de Calcuta me hubiera reído ante semejante idea. Antes de Calcuta no creía en la maldad... ciertamente no como una fuerza independiente de las acciones del hombre. Antes de Calcuta yo era un insensato…

Y como si fuera poco semejante introducción (de la que apenas cito un fragmento), cada capítulo comienza con pequeñas citas de lo que al parecer son escritores hindúes:

Dan Simmons
¿Te gustaría conocer Calcuta?
Entonces prepárate a olvidarla.
Sushil Roy

No hay paz en Calcuta;
La sangre llama a medianoche...
Sukanta Bhattacharjee

Calcuta, Calcuta, eres un campo de
obsesión nocturna, crueldad infinita…
Sunilkumar Nandi

Con toda esta antesala, cada página sólo puede depararnos suspenso, terror y una inquietud permanente ante lo que puede acechar a la vuelta de la esquina. Cada sombra, cada personaje, cada lugar puede ser mensajero de terribles noticias.

No sé qué tan similar sea la imagen actual de Calcuta, pero dicen que Simmons viajó a la ciudad y permaneció allí sólo un par de días, a pesar de lo cual supo pintar la ciudad de manera magnífica, sugerente, exótica, pero también de forma un poco pesimista y xenofóbica, mostrándola como una ciudad llena de miseria, suciedad, agobiante y asfixiante hasta el punto de la desesperación. Seguramente gran parte de la imagen es correcta, pero queda uno preguntándose hasta qué punto…

Y en este marco entra uno de los aspectos más atrayentes e importantes de la novela: el culto a la diosa Kali. Ya decía yo antes que la novela, aun sin leerla, me recordaba la película de 1984 Indiana Jones And The Temple Of Doom, por lo que me había formado cierta imagen mental de lo que podría pasar en la historia. A decir verdad, sí hay puntos en común: tanto la atmósfera misteriosa que envuelve al culto y a sus seguidores, como también el velo de leyenda urbana con el que las autoridades tratan de esconderlo. A partir de ahí, las semejanzas terminan.

El culto en su manifestación más oscura, según he podido investigar, es algo real que, tal como lo cuentan en la famosa cena de gala en el Palacio de Pankot en la película de Indiana Jones, tuvo su máxima actividad hasta comienzos del siglo XIX, cuando lo ingleses trataron de ponerle freno a como diera lugar. No obstante, en ambas historias se maneja la idea de que el culto sangriento sigue llevándose a cabo en la actualidad de manera clandestina.

La historia, narrada en primera persona, es corta, atrapante, se deja leer fácilmente, a pesar de que tiene algunos altibajos, y está aderezada con pequeñas cuotas de humor en las conversaciones de pareja que tienen los Luczak. Hay escenas sorprendentes que producen una impresión tremenda, y al final hay una que te desestabiliza por completo. Las últimas páginas componen un final pausado que recuerda el de la novela Insomnia, de Stephen King, o incluso las últimas cien páginas de El Señor de los Anillos, por su tono nostálgico, como de recapitulación y moraleja. Quizá es un poco largo para una novela tan corta, pero aun así es maravilloso y te deja con la sensación de haber leído una muy buena novela.

Tal vez no sea una “gran” novela, pero sin duda es una muy buena que seguramente representó una primera estocada de un autor que fue en ascenso. Muy recomendable. :)

Como dije alguna vez, me gusta encabezar mis reseñas con la portada de la edición que leí. Pero puesto que fue imposible encontrar una medianamente aceptable, aquí va una fotografía de la edición de bolsillo que conseguí a un precio muy módico (junto a un ejemplar de La Semilla del Diablo, de Ira Levin):


Aquí va además una imagen (la más perturbadora que encontré) de la diosa Kali:



Y no podía dejar pasar un pequeño bonus que no deja de ser curioso para los seguidores de Stephen King: En un momento en el cual Robert mantiene una de las numerosas conversaciones con su esposa que hay en la novela, este analiza lo racional y poco crédula que es su esposa en cuanto a temas sobrenaturales se refiere, y escribe lo siguiente:

…Amrita era, o había sido hasta aquel instante, la persona más intransigentemente racional que yo jamás conociera. Su creencia e interés por lo sobrenatural habían parecido hasta entonces inexistentes. Jamás había logrado que se interesara por las novelas baladíes de Stephen King que solía llevar a la playa en verano…

;)

jueves, 18 de agosto de 2011

Soy Leyenda, de Richard Matheson

Robert Neville es el único superviviente de una guerra bacteriológica que ha asolado el planeta y convertido al resto de la humanidad en vampiros. Su vida se ha reducido a asesinar el máximo número posible de estos seres sanguinarios durante el día, y a soportar su asedio cada noche. Para ellos, el auténtico monstruo es este hombre que lucha por subsistir en un nuevo orden establecido.

Todo un clásico en su género, éste es un perturbador relato sobre la soledad y el aislamiento y una reflexión sobre los binomios como normalidad y anormalidad, bien y mal, que se evidencian como una mera convención derivada del temor y el desconcierto ante lo diferente.

Nuevamente tenemos la prueba fehaciente de que las adaptaciones cinematográficas nos condicionan en demasía a la hora de leer las obras de las cuales han surgido. La última adaptación de Soy Leyenda, la novela que Richard Matheson publicó en 1954, sin duda está en la memoria reciente de todos los fanáticos del terror y la ciencia ficción. Por desgracia, a pesar de ser una buena película, no es una fiel adaptación.

Por ende, son muchos los prejuicios que el lector tiene a la hora de leer la novela de Matheson, lo que hace que a lo mejor no aprecie como es debido varios de los aspectos de ésta y se la pase esperando sucesos que nunca aparecen.

Pues bien, fue justamente eso lo que me pasó.

La novela no tiene nada que ver con la película, al menos con la protagonizada recientemente por Will Smith. La idea básica es muy similar (hombre solitario que sale de día y se esconde de noche en un mundo post-apocalíptico asolado por unas criaturas con muy malas pulgas), pero poco más. A pesar de que casi no podía dejar de ver a Will Smith mientras leía la novela, el protagonista en realidad es rubio y de ojos azules. Las criaturas son en realidad vampiros, no esa extraña mezcla de zombies y hombres lobo (digo hombres lobo por su fuerza y agresividad) que aparece en la peli, y el final es muy diferente.

Tal y como sucede con El Hombre Menguante (publicada dos años después), Matheson le da un toque inigualable de humanidad al personaje, convirtiéndolo en mucho más que un simple estereotipo. El autor plasma de manera brillante el sufrimiento, la soledad, la desesperación, la incertidumbre, las debilidades y fortalezas de Robert Neville, un hombre solitario atormentado por la falta de su esposa e hija que trata de convivir con un presente hostil. Es algo con lo que nos sentimos plenamente identificados y que le da un toque importantísimo de realismo a una novela de ficción. No hay duda de que este es el gran acierto de la novela.

Por otra parte, el libro es un gran ejemplo de lo que es una buena historia de vampiros, una cualidad bastante notable de la novela de Matheson: Neville decide no quedarse cruzado de brazos viviendo como un simple ermitaño preocupado por la supervivencia diaria, así que se hace el firme propósito de encontrar una vacuna contra el virus que ha acabado con la humanidad como la conocía.

Neville se embarca en una investigación que busca encontrar respuestas racionales al hecho de que los vampiros se vean repelidos por los ajos, las cruces, los espejos, el sol, etc., los clásicos repelentes de siempre. La forma en que busca bases científicas e históricas para explicar todos estos hechos con dedicada minuciosidad, siempre con el afán de encontrar una fórmula para la cura definitiva, simplemente me parece uno de los mayores logros de la novela, algo que nunca había leído ni visto. Es admirable esa parte.

Creo que por culpa de la película esperaba algo más de la historia, pero no hay duda de que me gustó, a pesar de algunos pasajes un tanto lentos. El final es inesperado y da mucho para pensar. Este se convierte en una especie de mensaje moral que demuestra que, dadas las circunstancias, lo que entendemos por normal puede llegar a dejar de serlo.

Soy Leyenda: un clásico indispensable.

Los dejo con el trailer de la última adaptación, estrenada en diciembre de 2007:


;)

lunes, 15 de agosto de 2011

La Cúpula, de Stephen King

Es una soleada mañana de otoño en la pequeña ciudad de Chester’s Mill. Claudette Sanders disfruta de su clase de vuelo y Dale Barbara, Barbie para los amigos, hace autostop en las afueras. Ninguno de los dos llegará a su destino… Una barrera invisible ha caído sobre la ciudad como una burbuja cristalina e inquebrantable…

Dale, veterano de la guerra de Iraq, ha de regresar a Chester’s Mill, el lugar que tanto deseaba abandonar. El ejército lo pone a cargo de la situación, aunque Big Jim Rennie, el hombre que tiene un pie en todos los negocios sucios de la ciudad, no está de acuerdo: la cúpula podría ser la respuesta a sus plegarias.

A medida que la comida, la electricidad y el agua escasean, los niños comienzan a tener premoniciones escalofriantes. El tiempo se acaba para aquellos que viven bajo la cúpula. ¿Podrán averiguar qué ha creado tan terrorífica prisión antes de que sea demasiado tarde?

He estado leyendo reseñas e impresiones en foros y blogs desde que ayer domingo, poco antes de medianoche, terminara La Cúpula (la novela que Stephen King tuvo en el tintero durante 30 años y que originalmente se titulara Los Caníbales), luego de siete días de ávida e imparable lectura, y me he encontrado con opiniones de todo tipo, muchas de las cuales ponen en entredicho varios de los aspectos de la novela.

Así que esto me lleva a pensar que a lo mejor mi opinión sobre la misma es muy parcial cuando digo que a mí me pareció, sin lugar a dudas, una novela impresionante. Tal vez gran parte de ello se deba a la historia personal que hay tras la lectura de la novela. Como ya comentara en una entrada anterior (Un año… y nada…) en la que me lamentaba por la tardanza en la llegada del libro a Colombia, hubo mucha expectativa por mi parte desde el momento mismo de su lanzamiento en USA en noviembre de 2009. Nunca en mi vida había esperado un libro con tantas ansias, excepción hecha del tomo final de La Torre Oscura, la obra magna de Stephen King.

Edición inglesa
Primero con profunda ilusión y luego con física rabia, la espera por la llegada del libro que todos parecían tener se volvió interminable. Y cuando hace poco más de una semana por fin pude tener el libro en mis manos, la sensación de plenitud por la terminación de la espera fue casi inexplicable. Como contaba en la entrada correspondiente (¡Calavera por fin tiene su maldita Cúpula!), tener el libro en mis manos me produjo una sensación casi de irrealidad. No podía dejar de mirarlo con cierta sorpresa, sobre todo por lo rápido que sucedieron las cosas ese día. Así que creo que luego de esperar el libro con tantas ansias, con tanta ilusión, durante casi dos años desde su publicación en USA, su disfrute se vio elevado a la máxima potencia.

El libro me atrapó y subyugó de una forma terriblemente adictiva. Durante los siete días que tardé leyéndolo, la historia, los personajes y el pueblo en sí ocuparon gran parte de mi mente en todo momento. Cada vez que me dedicaba un rato a realizar otras actividades, la adicción se hacía presente y me lanzaba una vez más a sus páginas… :D

La novela me fascinó. Es trepidante, sumamente ágil a pesar de sus 1130 páginas, con un ritmo frenético y avasallador que nunca para y que te hace sentir que no quieres soltarlo ni para ir a dormir. La cúpula misma pasa a un segundo plano a medida que avanza la novela, convirtiéndose tan sólo en una excusa para presentarnos lo que de verdad es importante en la historia: los personajes y las posiciones y reacciones que experimentan al verse completamente aislados del mundo exterior.

Y es aquí donde se presenta justamente uno de los elementos más relevantes de La Cúpula: ya en las primeras páginas Stephen King nos regala un listado de nada más que 64 personajes (además de 3 perros), una cifra que sencillamente lo deja a uno pasmado, aun más al descubrir que todos y cada uno (a pesar de que algunos puedan ser estereotipos conocidos de la obra de King) están magistralmente dibujados y que King los pone a interactuar de manera asombrosa. Y como si fuera poco, no todos los personajes que aparecen en la novela están relacionados en el listado, con lo que la cifra real llega al centenar. Para el lector, y para un escritor aficionado cualquiera, la cifra es apabullante.

Portadas de una edición especial
publicada en Inglaterra. 
A pesar de que hay otras novelas que también cuentan con muchos personajes (La Cúpula me recordó especialmente a La Tienda), en La Cúpula King no se preocupa por ahondar demasiado en ellos, sólo los dibuja con unas cuantas y certeras pinceladas, haciéndolos reales a nuestro ojo mental, y lleva la acción sin darnos el más mínimo respiro. A pesar de que la cifra (1130 páginas) parezca monumental al lector promedio, la verdad es que no se sienten en lo más mínimo. Para mí personalmente, se convirtió en una lectura sumamente amena. Tardé sólo una semana leyéndolo, y quedé con ganas de más.

Los tres primeros días leí un promedio de 115 páginas, pero luego perdí la cabeza con el libro: el cuarto día leí 150, y los tres restantes leí 200 páginas cada día.

Como dije anteriormente, la novela tiene varios aspectos que recuerdan a La Tienda, pero también a Apocalipsis, por la forma en que los personajes toman dos bandos (los buenos y los malos) luego de encontrarse en medio de una situación límite, y también a otra novela de la década de los 80’s que prefiero no mencionar para no dar ideas a quien no haya leído el libro. ;)

La Cúpula parece mezclar varios elementos de dichas historias, no obstante lo cual, mientras avanzas, sientes que el Maestro se superó a sí mismo una vez más… No hay duda de que este libro se codea con otros dos pesos pesados de su bibliografía, Apocalipsis e It, y que es uno de los mejores de los últimos 20 años.

Sobre el final se ha hablado mucho y se seguirá hablando. King tiene fama de cargarse siempre los finales y muchos dicen que esta no es la excepción. Por desgracia, desde comienzos de año me desvelaron una parte importante del final, es decir, el por qué o el origen de la dichosa cúpula. Recuerdo que rabié a más no poder, pero a pesar de ello el disfrute de la novela no mermó un ápice. Sí influyó, en cambio, en la manera de analizar ese final cuando por fin lo leí, porque ya estaba preparado para ello desde un comienzo, así que prácticamente no sabría decir si está bien o está mal.

Edición de bolsillo inglesa, con la
portada que lleva también la edición
DeBolsillo en castellano.
La recta final, eso sí, me pareció apoteósica. A pesar de que King ya nos diera algunas pistas desde mucho antes, no esperaba algo tan impresionante, y de esa manera el escritor de Maine nos regala uno de los pasajes más memorables y conmovedores de toda su carrera. Las páginas finales (las cuales contienen algunos elementos que aunque son acordes a su obra en general, van un poco en contravía con lo que se había desarrollado en esta obra en particular) están llenas de tensión, emotividad e intriga.

Sólo queda decir que el libro me dejó muy satisfecho, me dejó un gran recuerdo y muy buen sabor de boca… :’)

Un aspecto paralelo que me parece importante resaltar es que el mapa, aunque sirve de gran ayuda para saber dónde estamos parados (de hecho, imprimí uno a todo color para tenerlo a mano), tiene una gran falencia: algunos de los lugares que aparecen en él apenas si tienen protagonismo en la historia e incluso son mencionados de paso. Por el contrario, algunos que sí son relevantes, no son relacionados en el mencionado mapa.

Una de las ediciones publicadas en USA traía una baraja con una ilustración de varios de los personajes principales y una descripción de los mismos al respaldo. La verdad es que, aunque es un ítem bastante interesante, prefiero haber creado mi propia imagen de los protagonistas y no haber estado condicionado por las ilustraciones…

Confieso que ahora que terminé la novela siento un gran vacío. Un vacío terrible… Mientras me acercaba al final, pensaba que sólo una lectura de Apocalipsis (leí en dos veces La Danza de la Muerte, su versión recortada, pero hace muchos años) podría llenar ese inmenso vacío…

Esta mañana me levanté hasta un poco desanimado, nostálgico luego de la trepidante semana que pasé sumergido en sus páginas... De hecho, hace un rato cogí el libro y releí algunos pasajes, rememorando escenas y personajes que aún están grabados a fuego en mi cabeza... :')

Ilustración de la portada de la
edición polaca.
La Cúpula es un libro con el que te encariñas. Amas a unos personajes, odias a otros (con toda tu alma), pero ninguno te deja indiferente… Siento que no quiero leer nada en este momento (a pesar de que ya tenía varias lecturas en espera), el libro aún ocupa mi cabeza, y creo que no sólo es por lo bueno que es, por lo impresionantes y vertiginosas que son esas 1130 páginas, sino también porque esperé mucho por ese libro, con mucha ilusión y anhelo desde que viví los preliminares al gran lanzamiento en noviembre de 2009, cuando fueron desvelando poco a poco lo que sería la portada definitiva, por allá a comienzos de octubre…

Seguí de cerca la crónica de los amigos que estuvieron en USA en el lanzamiento y la firma de libros, dos de los cuales son ahora moderadores de TodoStephenKing; fui testigo del lanzamiento en España y de cómo todos se hacían con su ejemplar incluso el mismo día de su publicación; vi con tristeza su llegada a Argentina, luego a México y a otros países…; sufrí con mi espera, con mis infructuosas indagaciones en las librerías colombianas, e incluso llegué a odiar el maldito libro luego de tan impotente y desesperante espera…

Así que no es sólo el hecho de haber terminado una gran novela, una de las mejores de la carrera de Stephen King, mi escritor preferido, sino que también culminó una espera, una ilusión y una expectativa que duró casi dos años…

Es un sentimiento difícil de explicar… :’(

En fin… Espero recuperarme pronto, mirar hacia adelante, y empezar a leer otro libro! :)

El Maestro del Terror
Para terminar, y antes de que me ponga más nostálgico de lo que ya estoy, les dejo tres detalles curiosos:

Primero, que la historia parece estar ambientada en un futuro cercano. Teniendo en cuenta que el 21 de octubre, el día de la Cúpula, es sábado, probablemente la novela podría estar ubicada en el año 2017.

Segundo, que se menciona de paso la película La Niebla, basada en la novela corta de Stephen King.

Y tercero, que en un pasaje bastante perturbador de la novela, Georgia Roux, al ver algunos libros apilados en un rincón de la caravana de Sammy Bushey, le dice: “—¿Nora Roberts? ¿Sandra Brown? ¿Stephenie Meyer? ¿Lees esto? ¿No sabes que Harry Potter es el puto amo?”. Lo que pone de manifiesto la poca simpatía que el Maestro del Terror tiene por la autora de Crepúsculo, y la gran admiración y respeto que tiene por J. K. Rowling. XD

PD: Gracias a tod@s los que me soportaron durante este año y medio. :P




:)

Danza Macabra, de Stephen King

Heredero de la gran tradición norteamericana en narrativa de terror, que nace con E.A. Poe y pasa por H.P. Lovecraft, Stephen King ha logrado con sus obras una difusión jamás alcanzada por ningún otro autor en este género, dotándolo de una vitalidad envidiable. Danza Macabra (1981) es un lúcido y divertido ensayo, lleno de referencias a multitud de obras y jugosas anécdotas biográficas, que pretende dar respuesta a la paradoja esencial del aficionado a la ficción de terror: «¿Por qué hay personas dispuestas a pagar a cambio de sentirse extremadamente incómodas?»

Y para abordar tan complejo asunto, King se vale de un doble recorrido, histórico y personal, a través de la literatura y el cine de terror modernos (1950 -1980), «con un par de salidas al margen para explorar las raíces del género». «El buen cuento de horror –reflexiona King– avanza bailando hasta alcanzar el centro de la vida del lector, donde encontrará la puerta secreta a esa estancia que usted creía que nadie más conocía».

Tras sugerir que la ficción de terror remueve los temores sociales más inconfesos, y que está sujeta por tanto a cambios históricos, argumenta a propósito de su pervivencia que «aunque los sueños inquietos del inconsciente colectivo puedan cambiar de década en década, la tubería que se hunde en ese pozo de sueños permanece constante y vital».

«Este libro es únicamente mi paseo por todos los mundos de la fantasía y el horror que me han complacido y aterrorizado», explica su autor, al tiempo que nos recomienda: «vaya mordisqueándolo de vez en cuando o devórelo de cabo a rabo, pero disfrútelo».

25 años tuvieron que pasar para que este libro, un exhaustivo y ameno ensayo sobre el género del terror, viera la luz en castellano. Por azares del destino, y a diferencia de la casi totalidad (si no toda) de la obra de Stephen King, los derechos para la publicación en castellano de Danza Macabra cayeron en las manos de una editorial española bastante exclusiva: Valdemar.

El libro es casi imposible de conseguir fuera de España, y si se consigue es a un alto costo y en librerías más bien especializadas: Restaurant de la Mente en Argentina, y Librería Ghandi en México. A menos, claro, que uno lo consiga en Mercado Libre o algo parecido. Es un libro que con el tiempo se ha convertido en una especie de eslabón perdido para los seguidores de Stephen King de habla hispana. Son muchos los que lo desean, pero pocos los que lo tenemos. :P

Yo tuve la suerte de conseguirlo gracias a que una tía viajó a comienzos de año a Chile y Argentina, y me hizo el gran favor de traérmelo. :)

Primera edición en inglés
Vaya mordisqueándolo de vez en cuando o devórelo de cabo a rabo, pero disfrútelo, nos dice el propio Stephen King, y en efecto lo que pensaba hacer yo era lo primero: ir mordisqueándolo poco a poco, intercalándolo con otras lecturas. No obstante, fue imposible.

Danza Macabra es un manjar exquisito para los amantes del terror en general y para los seguidores de Stephen King en particular. Por decirlo de alguna manera, el libro me cautivó y me dejé llevar por la glotonería. ¿No les ha pasado que una de las partes que más disfrutan de los libros de Stephen King son sus introducciones o sus notas finales? Pues bien, aquí hay una dosis inmensa de eso. La lectura es sumamente amena y el libro, que pensaba degustar a mordiscos, lo terminé devorando.

A lo largo de 600 páginas, Stephen King analiza detalladamente la evolución del género en todos los ámbitos: tebeos, cine, televisión, literatura y radio, mencionando en este último aparte la mítica representación que hizo Orson Wells de La Guerra de los Mundos, en la que toda una ciudad creyó aterrorizada que todo lo que narraban por la radio era real.

Stephen King es un consumado experto en la cultura popular norteamericana, y en Danza Macabra hace gala de un conocimiento y una memoria envidiable al hablar del género del cual es uno de sus representantes contemporáneos más significativos. Poco importa que muchas de las películas y series de televisión que menciona le sean a uno desconocidas (aunque seguro hay unas cuantas que uno ha visto o oído mencionar). King nos lleva por ese paseo de forma tan amena, interesante y divertida que las páginas van pasando a toda velocidad.

Aderezado con múltiples anécdotas personales, King dedica gran parte de las primeras 400 páginas a hablar del terror en el cine, la televisión (a la que llama “la teta de cristal”) y la radio, excepción hecha de un capítulo que él mismo denomina “Una molesta pausa autobiográfica” y de otro, bastante interesante, en el cual habla de tres novelas que son pilares del género del terror, por haber sentado gran parte de la base donde se sustenta el mismo, y de las que han nacido tres de los arquetipos más relevantes: “La Cosa Sin Nombre”, “El Vampiro” y “El Hombre Lobo”. Se trata de Frankenstein, Drácula y El Extraño Caso del Dr. Jekill y Mr. Hyde.

Stephen King

No obstante, es al final cuando de verdad Stephen King se explaya por completo para analizar el terror en la literatura. En el penúltimo capítulo (Ficción de horror), y a lo largo de 180 páginas, el escritor de Maine estudia y disecciona las que para él son 10 de las obras más fundamentales de la literatura de horror.

El orden no tiene importancia, no es un “top ten” ni nada de eso, o sea que el primero no es necesariamente el mejor. Sobra decir que son unos títulos bastantes interesantes. He aquí el listado:

1. Fantasmas, de Peter Straub
2. The Haunting Of Hill House (traducida al castellano como “La Casa Encantada” o “La Guarida”), de Shirley Jackson
3. The House Next Door (probablemente no traducida al castellano), de Ann Rivers Siddons
4. La Semilla del Diablo (El Bebé de Rosemary), de Ira Levin
5. Los Ladrones de Cuerpos, de Jack Finney
6. La Feria de las Tinieblas, de Ray Bradbury)
7. El Hombre Menguante, de Richard Matheson
8. El Muñeco que se Comió a su Madre, de Ramsey Campbell
9. La Niebla, de James Herbert
10. Strange Wine (antología, probablemente no traducida al castellano), de Harlan Ellison


Nueva edición en inglés
Este capítulo sin duda es el que hace las delicias del fanático del género. A pesar de que en mi caso fue así, también descubrí que en él destroza cada obra, haciendo un somero resumen y en ocasiones hasta revelando el final, por lo que mi plan de conseguir los libros luego para leerlos se vio en un brete. De las cuatro primeras obras mencionadas, dos ya las había leído, de una había visto la adaptación cinematográfica y la otra no se ha traducido.

Por ende, hice una pausa, y busqué las demás. De las seis restantes, dos son extremadamente difíciles de conseguir (sobre todo la obra de Campbell) y la última no se traducido tampoco. Total, que sí pude conseguir dos de las otras tres en una biblioteca, leerlas y luego leer el respectivo análisis de las mismas por parte de Stephen King. Se trata de La Feria de las Tinieblas y El Hombre Menguante, novelas que ya reseñé en los últimos días.

La pausa que hice en la lectura de Danza Macabra, que venía leyendo a toda máquina, para leer dichas obras no dejó de ser interesante, y pude comprobar que Stephen King tiene muy buen ojo crítico para juzgar lo que es bueno y lo que no, al menos en su género.

El libro culmina con un capítulo bastante ameno, una especie de último vals en el que hace un recuento de todo lo que ha querido decir a lo largo del libro y que termina siendo un colofón maravilloso para este ensayo indispensable para todo amante del terror. La verdad es que fue un placer “danzar” de la mano del Maestro.

A manera de apéndice, el libro finaliza con un listado de 100 películas y 100 libros que Stephen King considera de especial importancia para el género.

Danza Macabra: un libro muy recomendable. :D

Los dejo con una imagen de “El Entierro de la Sardina”, de Goya, pintura que sirve de portada a la excelente edición en castellano:


 ;)
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