La Torre Oscura VI: Canción de Susannah, de Stephen King

AVISO IMPORTANTE: Esta entrada puede contener SPOILERS.

“La diabólica Mia se ha apoderado del cuerpo y parte de la mente de Susannah para que dé a luz a su hijo. Para ello, la obliga a viajar al Nueva York del año 1999, un mundo que aterroriza a Mia y donde necesita a Susannah para sobrevivir.

También a Nueva York llegan Jake, Acho y el Padre Callahan, con el propósito de rescatar a Susannah y proteger una parcela, aquella donde crece un rosal que es mucho más que un símbolo. La suya será una búsqueda desesperada, pues una vez nacida la criatura, Mia no va a necesitar a Susannah.

Mientras tanto, en el verano de 1977 en Maine, Eddie y Roland se enfrentan al escritor Stephen King, que se había olvidado de ellos después de los cuatro primeros volúmenes de sus aventuras y en cuyas manos está su futuro.

De ese modo, Canción de Susannah arrastra al lector en un gran crescendo cuyo desenlace está en el aire. Y es que las fuerzas del mal acechan y el final se acerca...”

Creo que, a grandes rasgos, esta breve sinopsis refleja muy bien los acontecimientos narrados en Canción de Susannah, sexta y penúltima entrega de la saga La Torre Oscura, de Stephen King.

A pesar de que ya terminé la saga hace unos años, ahora que me encuentro releyendo los últimos tres tomos, estoy haciendo de cuenta de que es la primera vez, y me dejo sorprender por los acontecimientos que van llegando, de los cuales uno va olvidando los detalles con el tiempo…, como suele suceder con todos los libros. Pero lo que sí es difícil olvidar es la sensación que te produjo en su momento, y si la primera vez este libro me gustó, debo decir que esa sensación sigue intacta. La acción no falta a lo largo del libro, en el que los hechos narrados suceden en apenas doce horas, y por primera vez en la saga uno siente que las cosas finalmente van llegando a un punto crítico. Los acontecimientos se precipitan. La Torre está más cerca que nunca. El final se acerca…

El libro está dividido en trece estrofas/capítulos, de los cuales seis están dedicados a Susannah/Mia, seis más a Eddie y Roland, y sólo uno, ubicado casi al final del libro, a Jake, Acho y Callahan, además de una especie de epílogo titulado Coda: Páginas del diario de un escritor, que está compuesto por extractos del diario de Stephen King y que, por cierto, me ha parecido una de las partes más entretenidas de la novela. Canción de Susannah es un libro trepidante, interesante y lleno de sorpresas, aunque a mí personalmente algunos pasajes de los capítulos dedicados a Susannah/Mia se me hicieron algo lentos. Por lo demás, es un libro muy entretenido, donde quizá la parte más interesante y recordada es el encuentro de Eddie y Roland con el mismísimo Stephen King.

Y decía que uno recuerda muy bien las sensaciones que X libro te produjo (a pesar de olvidar los detalles) porque es en este punto donde la recta final de la saga me empieza a generar sentimientos encontrados. Recuerdo que la primera vez que leí lo que viene a partir de este punto, me preguntaba qué tan acertado era el hecho de que Stephen King apareciera como personaje en la saga. Dichos sentimientos encontrados se acentuaron en el séptimo volumen, donde King sigue siendo protagonista, aunque eso será tema para una próxima entrada.

Recuerdo que al leer el final de Lobos del Calla, quinto tomo de La Torre Oscura, tuve la sensación de que Roland y su ka-tet pasaban a ser simples marionetas, sentimiento que también tuve esta vez al releer la parte en que un ejemplar de El Misterio de Salem´s Lot cae en manos de Callahan, con las consecuencias y dudas que generará en la saga y que los que ya la han leído conocen.

Esta relectura me está sirviendo para reconciliarme con ese aspecto particular de la saga, que no me terminó de convencer la primera vez. Y quizá esté sirviendo de algo, pues esta vez me he afirmado en la sospecha de que el accidente sufrido por Stephen King en junio de 1999 influyó no sólo en su prisa por terminar la saga y no dejar una historia incompleta para la posteridad, sino que también influyó en la historia misma, y mucho más de lo que parece a simple vista.

Es sabido por todos los fans que King se apresuró, quizá más de lo adecuado, a terminar la saga después de estar tan cerca de la muerte, pero leyendo entre líneas creo que King vio un mensaje diferente en ese trágico hecho. Creo que vio que la vida le enviaba un mensaje demasiado fuerte como para dejarlo por fuera de su obra magna, su obra más ambiciosa, su propia Torre, como él mismo la ha definido. Dudo mucho que King hubiera pensado en aparecer él mismo en la saga antes de junio de 1999. Estoy casi seguro de que sus ideas eran otras. Nebulosas, seguramente, pero otras ideas al fin al cabo. Ahora bien, si hubiera muerto, la saga nunca se hubiera terminado y Roland nunca hubiera llegado a la Torre. Es una idea simple y lógica, pero a la vez demasiado grande y significativa como para dejarla por fuera de la historia en la que trabajó durante tres décadas. Ver a Stephen King hablando con Roland como si tal cosa e incidiendo de manera tan determinante dentro de la historia siempre lo deja a uno pensativo y con muchas dudas, a veces sin saber qué pensar de todo ello, sobre todo por el hecho que ya mencioné: que Roland y compañía adquieren la cualidad de marionetas en manos de alguien superior a ellos. Pero viéndolo desde la otra perspectiva (que el accidente marcó no sólo la vida de King, sino también la recta final de la historia), quizá empieza a adquirir más sentido…  

Por eso es bueno releer los libros: porque con una segunda lectura se te aclaran cosas que la primera vez te generaron dudas, y descubres detalles que antes pasaron desapercibidos.

No obstante, a pesar de lo dicho, Canción de Susannah es un libro que encaja correctamente dentro de la calidad general de la saga. Es bueno y entretenido, y te deja buen sabor de boca. El último volumen es, quizá, el que genera muchas más dudas, pero, como dije, eso será tema para otra entrada. ;)

Y ustedes, los que ya leyeron la saga, ¿qué opinan de todo esto?

:)