viernes, 18 de noviembre de 2016

Canción de Hielo y Fuego, la Precuela: El Caballero de los Siete Reinos, de George R.R. Martin

“Cien años antes de Juego de tronos… llega por fin la precuela de la aclamada Canción de hielo y fuego...

Doscientos años después de la Conquista, la dinastía Targaryen vive su apogeo. Los Siete Reinos de Poniente atraviesan un momento de relativa paz en los últimos años del reinado del buen rey Daeron. Es con este escenario como telón de fondo que Dunk, un muchacho pobre del Lecho de Pulgas, tiene una oportunidad única: dejar su vida miserable y convertirse en el escudero de un auténtico caballero.

Pronto, el caballero muere y Dunk decide tomar su lugar y hacer historia en el torneo de Vado Ceniza. Es aquí donde conoce a Egg, un niño de diez años, tímido y enjuto, quien en realidad es mucho más de lo que parece ser. Dunk acepta a Egg como su escudero y juntos viajan por Poniente en busca de trabajo y aventuras. Una gran amistad nace entre ellos, una amistad para toda la vida, incluso cuando, años más tarde, ambos tendrán un papel fundamental en la estructura de poder de los Siete Reinos.

Los tres relatos que conforman El caballero de los Siete Reinos nos sumergirán en un mundo más amable que el de Juego de tronos, pero que ya nos muestra la génesis de los acontecimientos sangrientos, alucinantes e inesperados de las generaciones futuras. Llenas de torneos y parafernalia medieval, romance y aventura, estas son historias con un aire de heroico esplendor y delirio inocente, ubicadas en el largo otoño del mundo varias décadas antes de que los Stark comenzaran a declarar «Se acerca el invierno» y de que el mundo se convirtiera en un lugar oscuro y sin escrúpulos. Al final de este volumen se abrirán más posibilidades en el bello y complejo universo de la Canción de hielo y fuego, que nos dejará en vilo hasta la entrega de los últimos relatos de esta precuela.”

No hay duda de que Canción de Hielo y Fuego es una de las grandes sagas de la literatura universal. En mi opinión, la más colosal y ambiciosa jamás escrita. Aunque es fácil encajarla dentro del género de la fantasía épica, la obra de Martin tiene de todo: fantasía, terror, drama, acción, aventura y una gran dosis de batallas, traiciones y conspiraciones palaciegas en la línea de las clásicas historias medievales. De hecho, en su primer volumen, Juego de tronos, la magia, lo desconocido y lo sobrenatural prácticamente están en un segundo plano.

Más tarde habrá magia, hechizos y maldiciones, seres oscuros y dragones, pero es un hecho que Canción de Hielo y Fuego sienta sus pilares más sobresalientes en la disputa del poder, representado en la historia por las grandes casas que luchan por el codiciado Trono de Hierro que rige los Siete Reinos, para lo cual el autor se ha inspirado en la historia medieval, especialmente en la Guerra de las Dos Rosas, la guerra civil que en el siglo XV enfrentó a la Casas Lancaster y York en una pugna por el trono de Inglaterra.

He tenido la fortuna de leer los cinco libros publicados hasta el momento, de un estimado de siete (toco madera para que el sexto llegue más pronto que tarde y para que mi tocayo viva lo suficiente para terminar lo que empezó), y todos en su momento han sido reseñados en este blog. No está de más, ya que estamos, hacerle la invitación al lector de este blog para que, si gusta, le eche una lectura a las referidas reseñas siguiendo los siguientes links:


Ahora bien, la publicación del libro que nos compete en esta reseña, El Caballero de los Siete Reinos, fue una gran noticia para todos los que hemos venido siguiendo de cerca el desarrollo de la historia (sea a través de los libros o de la exitosa serie de televisión emitida por el canal HBO). Es, de alguna manera, un aliciente para la larga espera que significa aguardar a que nuestro querido George R.R. Martin escriba, corrija, edite y publique las sucesivas entregas. Esperas que cada vez se hacen más largas…


George R.R. Martin


El libro está compuesto por tres novelas cortas, cada una de poco más de un centenar de páginas, protagonizadas por dos individuos bastante particulares: Dunk, un muchacho huérfano que se crio en el Lecho de Pulgas de Desembarco del Rey y que sueña con convertirse en un auténtico caballero; y Egg (“Huevo”), un niño de diez años que está dispuesto a cumplir las funciones de escudero del novato caballero. Juntos viajan por Poniente en busca de aventuras y de señores honorables a los cuales prestar su servicio.

Aunque estamos ante una serie de historias más amigables que las de Juego de Tronos, en estas tres novelas cortas no faltan las batallas, las traiciones, las muertes y los actos heroicos. Y a pesar de que la acción toma lugar cien años antes del inicio de la saga, en lo personal fue todo un placer volver a Poniente, a los Siete Reinos, y toparse con ese gran marco de fondo al cual estamos acostumbrados.

El caballero errante: La historia comienza durante el reinado de Daeron II Targaryen, noventa años antes de los eventos transcurridos en Juego de Tronos. Cuenta la historia de cómo Dunk se convirtió en un caballero errante y conoció a su escudero, un joven llamado Egg, quien resulta ser más de lo que aparenta. Más adelante narra los eventos acaecidos en el Torneo de Vado Ceniza, en el que Dunk debuta como competidor en las justas, y que termina con un poco común juicio por combate con media realeza involucrada.” Fue la historia que más disfruté de las tres. Recuerda en cierta medida el clásico relato del joven que surge de la nada para emprender un camino desconocido que finalmente lo lleva a convertirse en héroe. En este caso no llega tan lejos, pero sí es genial ver a Dunk y a Egg —humildes, errantes y con lo que llevan encima como única pertenencia— codeándose con la realeza e involucrados en lizas contra legendarios caballeros. Además, la dupla que conforma este par de chicos dispares da pie a situaciones bastante cómicas, lo que hace la lectura divertida además de interesante.

La espada leal: “Los Siete Reinos están en un estado de caos. Una plaga devastadora, la Gran Epidemia Primaveral, se ha llevado a cientos de miles de personas, incluido el rey, pasando a ser ocupado el trono por su hermano Aerys I Targaryen. En esta historia, con el trasfondo de la Primera rebelión de Fuegoscuro, la ancestral Casa Osgrey es condenada a vivir de la caridad en un aislado torreón. Su vecina, Lady Rohanne de la Casa Webber, asola sus tierras provocando una gran sequía. Dunk y su escudero Egg viajan por las tierras del Dominio, y se convierten en espadas leales de Ser Eustace Osgrey, para más adelante tratar de solucionar el conflicto ocasionado entre ambas casas.” Fue tal vez el relato más ligero de los tres. Tras las emociones vividas en El caballero errante, los sucesos narrados en La espada leal resultan menos… trascendentales, por decirlo de alguna manera, no obstante lo cual la historia cuenta con no pocas sorpresas y giros inesperados, escenas cómicas y tensas a partes iguales, un desenlace bastante curioso y personajes muy bien dibujados, tal y como nos tiene acostumbrados George R.R. Martin.  

El caballero misterioso: “Los Siete Reinos gozan de un período de paz, pero hay cierta inquietud bajo el rey Aerys I y su Mano, Lord Brynden Ríos. Hombres del Hierro están atracando en la costa oeste, y hay rumores recientes de que se avecina una nueva amenaza de los Pretendientes Fuegoscuro. Dunk y Egg están viajando al norte desde Tiesa con esperanzas de ver el Muro, pero les llega la noticia de que va a celebrarse un torneo en Murosblancos. La celebración de la boda y el torneo se convierte en el pretexto para que se inicie la Segunda Rebelión Fuegoscuro, donde se habían reunido muchos de los seguidores del dragón negro.” En esta tercera y última historia Dunk y Egg se ven nuevamente envueltos en lizas y contiendas, otra vez en medio de caballeros y grandes señores. En esta ocasión es el castillo de Muros Blancos el escenario de un torneo en el que convergen personajes de todo tipo, cada uno con sus propias motivaciones. Aunque se trate de un relato de mayor calibre que el anterior, la verdad es que Martin tarda mucho en poner la carne en el asador, extendiéndose en decenas de páginas en que no pasa nada realmente relevante. No obstante, el desenlace es bastante interesante y sirve de muestra de lo que vendrá décadas más tarde en la historia de Poniente.

En suma, un libro con una calidad narrativa incuestionable, que todo fan de la saga no puede dejar de leer. El caballero de los Siete Reinos es una lectura amena, entretenida e interesante. A pesar de que los escenarios y personajes no son aquellos a los que estamos acostumbrados por los cinco volúmenes de la saga y las seis temporadas de la serie de televisión, de verdad resulta gratificante visitar los Siete Reinos, ver en escena a la realeza Targaryen y ser testigo de todo lo que conllevan las clásicas justas, todo a través de una perspectiva más humilde como lo es la de Dunk y Egg. Aquí pasamos de presenciar las vivencias de reyes y reinas, príncipes y damiselas, a seguir de cerca un humilde caballero errante y a su peculiar escudero.

Existe una hermosa edición en inglés, en tapa dura con sobrecubierta, y con ilustraciones en blanco y negro a cargo de Gary Gainni:






La intención de Martin ha sido continuar con esta serie de historias de Dunk y Egg, y parece ser que existen varias en planificación, pero hasta el momento ninguna otra se ha concretado.

Cabe anotar también que las dos primeras historias contenidas en este libro fueron adaptadas al cómic, los cuales fueron publicados en castellano por el sello DeBolsillo de la editorial Penguin Random House. Lastimosamente no se consiguen en nuestro país, pero yo he sido afortunado: uno lo conseguí en Argentina y el otro lo recibí hace poco como obsequio de un amigo:





Saludos!


Nota: Las breves sinopsis de las tres novelas cortas fueron extraídas de Wikipedia. 



jueves, 17 de noviembre de 2016

El Pantano de las Mariposas, de Federico Axat

“Las desapariciones de personas en confusos episodios se suceden año tras año en Carnival Falls. Pero donde algunos ven tragedias sin conexión, otros aseguran que existe un patrón común, y que detrás de ellas hay algo más oscuro que simples accidentes.

En 1985, Sam y Billy tienen doce años y se preparan para lo que suponen será un verano grandioso: excursiones por el bosque, largos paseos en bicicleta y la postergada construcción de la casa del árbol. Sin embargo, la llegada a la ciudad de una niña de clase alta llamada Miranda, cuya belleza no les dejará indiferentes, lo trastocará todo. Juntos transitarán ese intrincado paso de la niñez a la adolescencia, un camino de aprendizaje y revelaciones, y se embarcarán, casi sin proponérselo, en una aventura que podría llevarlos a conocer la verdad detrás de las desapariciones.

Un pacto de amistad los guiará en un verano imborrable, un tiempo de metamorfosis que marcará el inicio de muchas cosas, y también el final de su infancia.

Novela de crecimiento y suspense con sugerentes incursiones en lo fabuloso, El pantano de las mariposas sumerge al lector en una rara fascinación para conducirlo con hábil pulso hasta un sorprendente giro final.”

Las solapas de las novelas de Federico Axat dicen muy poco sobre él, y cabe suponer que esto ha sido una decisión propia. Son muchos los autores nóveles que caen en la trampa de engalanar su biografía esperando, creo yo, lucir más atractivos comercialmente, lo que solo logra lo contrario. De Federico sabemos que nació en Buenos Aires el 19 de junio de 1975. Es ingeniero de profesión, y su interés y vocación por las letras le llevó finalmente a la escritura. Buscando en Google encontré un par de datos más específicos: que es ingeniero civil y que «ha desarrollado una notable carrera dentro del sector de las telecomunicaciones, trabajando durante varios años en Centroamérica.» Confieso que no me consta la veracidad de esta información, pero ahí queda.

En lo personal, la primera vez que supe de Federico fue a través de Ka-Tet Corp., el portal en castellano dedicado a Stephen King. Aunque solía frecuentar la página desde mucho tiempo atrás, fue por allá en octubre de 2009 cuando finalmente me registré y comencé a visitar asiduamente el foro, que es el lugar donde se intercambian opiniones, ideas, experiencias y demás, todas ellas interacciones que giran en torno al escritor de Maine. Mi llegada al portal coincidió con lo que pocas semanas más tarde, a comienzos de noviembre, sería uno de los eventos literarios del año: el lanzamiento de La cúpula (Under the dome), la nueva novela de Stephen King y una de las más extensas de su carrera, para lo cual este tenía agendada una serie de presentaciones en Estados Unidos.


Federico Axat


Pues bien, a una de esas presentaciones se dirigían nada menos que cuatro de los miembros del grupo: Ariel Bosi (gran coleccionista del Maestro que recientemente publicó el libro Todo sobre Stephen King), José Óscar Hernández Sendín (traductor oficial de varias novelas de King), su pareja Silvia Astacio y Federico Axat. En los días siguientes, gran parte del Ka-Tet estuvo atento al periplo de nuestros amigos (nuevos amigos en mi caso) en los Estados Unidos, los cuales no dejaron de tenernos al tanto de todo. Hubo fotos, recuerdos y, más tarde, una crónica completa, de esta y de otras paradas que hicieron Ari y compañía en Norteamérica.

Fue ese, de alguna manera, el referente que tuve en adelante con relación a Federico Axat: el capo que estuvo con Ari y compañía en el lanzamiento de Under the dome, uno de los que se hizo con un ejemplar firmado y que, además, tuvo la fortuna de saludar y estrechar la mano de nuestro admirado Stephen King.


De izq. a der.: Federico Axat, Ariel Bosi, José Óscar H. Sendín


Un año más tarde, en 2010, comencé a interactuar con muchas de estas amistades a través de Facebook, de tal manera que fue fácil enterarme de la buena nueva: Federico Axat publicaba en España su primera novela, Benjamin. No obstante, su ópera prima resultó ser bastante difícil de adquirir a este lado del charco, incluso en Argentina (cosa curiosa siendo Federico de ese país), aunque muchos se hicieron con ella gracias a Restaurant de la mente, la tienda on-line dedicada a Stephen King.

A partir de entonces se fueron sucediendo las buenas críticas. Todos, sin excepción, daban un parte muy positivo y entusiasta tras la lectura de la primera novela de Axat. Sin embargo, al día de hoy sigue siendo una novela difícil de conseguir en cualquier país diferente a España (e incluso allí creo que está agotada). En Colombia no fue la excepción, y lo mismo ocurrió con su segunda novela, El pantano de las mariposas. Fue un tema recurrente entre muchos de los que queríamos leer su obra.

Edición alemana
Tuvieron que pasar varios años para que la obra de Federico llegara a nuestro país, y me atrevería a decir que esto sucedió gracias al éxito que ha venido cosechando la publicación de su más reciente novela, La última salida. Fue hace apenas cuatro meses cuando un domingo por la noche, de pronto, me encontré con esta última en el escaparate de la Librería Nacional, cerrada ya en ese momento. El lunes siguiente, a primera hora, ingresé a la página web de librería a consultar y… ¡también estaba El pantano de las mariposas! (encima con un 20% de descuento únicamente por ese día, lo que solo hizo más completa la grata sorpresa).

Benjamin, no obstante, sigue brillando por su ausencia…

El pantano de las mariposas, novela a la que no tardé en hincarle el diente ni bien la conseguí, es la historia de Sam Jackson, un chico huérfano que vive en una granja de acogida. Sam perdió a su madre en un trágico accidente automovilístico, y toda su vida ha sufrido las carencias y dificultades propias de su situación. Un día conoce a Miranda Matheson, una hermosa niña de doce años, hija de un matrimonio rico que recién acaba de mudarse a la ciudad de Carnival Falls para instalarse en la mansión de la familia. Aunque conocer no es quizá la palabra adecuada: ambos son mundos totalmente diferentes, y Sam lo sabe, de modo que subrepticiamente comienza a espiar a Miranda desde la copa de un árbol. Sam se enamora de la hermosa niña y, consciente de su realidad, solo sueña con declararle algún día ese amor y ser correspondido.

Billy, el mejor amigo de Sam, es más tranquilo con respecto a los asuntos del corazón y, ajeno a los verdaderos sentimientos de Sam, logra lo impensado: conocer a la chica nueva y lograr que esta lo invite a él y a Sam a conocer su casa. Es aquí donde nacerá una amistad que no entiende de estratos sociales, y que convertirá ese verano de 1985 en una experiencia inolvidable, una época de crecimiento, de transición de la infancia a la adolescencia, de confidencias y aventuras, de paseos por el bosque… con una memorable casa en el árbol —a gran altura y a resguardo de extraños— donde a cualquiera de nosotros nos habría gustado estar…



Por otra parte, la muerte de Christina Jackson, la madre de Sam, permanece en el misterio. Han pasado once años, y la policía sigue sosteniendo la teoría de que en aquella noche tormentosa el vehículo de Christina se salió de control, despidiendo su cuerpo por fuera del auto para ser arrastrado luego por la corriente del río Chamberlain. Su cuerpo nunca fue hallado, pero Sam aún recuerda en sueños, de manera difusa, la imagen de su madre siendo arrastrada por fuera del vehículo tras el fuerte impacto. Curiosamente, esa noche tres misteriosas luces fueron avistadas surcando el cielo nocturno… ¿Qué le sucedió realmente a su madre?, es una pregunta que Sam se ha hecho muchas veces.

En la granja de los Carroll, donde vive en compañía de otros niños y jóvenes, Sam convive con todo tipo de personalidades: unas tímidas, otras rebeldes; unas amigables, otras no tanto. En este último grupo está Orson Powell, un chico rudo y vulgar que gusta de hacerle la vida imposible a los demás, y que jugará un papel determinante en la vida de Sam y compañía.




Paralelo a esto, y a medida que los tres amigos se vuelven más unidos, compartiendo sus intimidades, sus sueños y sus preocupaciones, la mansión de la familia Matheson se va tornando en un lugar enigmático con una larga historia que guarda estrecha relación con lo acaecido en 1974, cuando Christina Jackson perdió la vida. El lazo de amistad creado entre los tres chicos será el detonante de una serie de descubrimientos que irá sacando la verdadera historia a la luz, marcando sus vidas para siempre.

Amistad, amor, aventura, misterio, drama y hasta algo de ciencia ficción, El pantano de las mariposas bebe de diferentes fuentes, logrando un resultado formidable. La historia de ese primer amor, de esos lazos de amistad que solo se logran a los doce años, de las vicisitudes propias de la vida de un chico huérfano que ha tenido que vivir de la caridad de los demás, hacen de esta novela un relato entrañable y nostálgico, pero a la vez terriblemente adictivo por su desarrollo. La resolución del misterio que rodea la vida de Sam (y en cierto modo parte de la historia del propio pueblo) se va tejiendo de manera cuidadosa y muy bien planificada. La prosa de Federico Axat hechiza desde la primera página. Basta leer unos cuantos párrafos para darse cuenta de que el autor se ha exigido al máximo, que ha trabajado arduamente y que su éxito no es gratuito. La narración es fluida, ágil y cuidada hasta el detalle. Es un verdadero placer leerlo. Y esto, sumado al perfecto desarrollo del argumento, hace de la lectura una experiencia muy gratificante. El hecho de que sea en primera persona le brinda, como es natural, un aire íntimo, que a mí me hizo recordar novelas de Stephen King como Joyland o El Cuerpo (de la cual El pantano de las mariposas tiene una cita al comienzo).




Por otra parte, Federico ha decidido ambientar sus historias en los Estados Unidos, una decisión que me parece muy inteligente si tenemos en cuenta que la norteamericana es una cultura fácil de imaginar, llena de estereotipos que hemos conocido durante décadas a través del cine, la televisión, los cómics e, incluso, la literatura, y que hoy en día nos son bastante familiares. Aunque Federico no abusa de ello, es fácil transportarse al pueblo de Carnival Falls y a los lugares comunes del típico pueblo estadounidense.

Si bien no quiero adelantar nada de la trama, quisiera resaltar un aspecto que en su momento me llamó fuertemente la atención: existe un salto de varios años en un determinado punto de la historia y, aunque ese mirar hacia el pasado, hacia la infancia y los amores y amistades que quedaron atrás, generalmente se reviste de una nostalgia romántica, Federico eludió lo que perfectamente podría haber sido un cierre del círculo en plan “color de rosas”, con un feliz desenlace donde la magia trasciende los años… No puedo decir más sin entrar en el spoiler; fue algo, relacionado puntualmente con un tramo de la novela, que me resultó bastante loable.

El final de la novela es completamente inesperado. La misma contraportada nos adelanta que «El pantano de las mariposas sumerge al lector en una rara fascinación para conducirlo con hábil pulso hasta un sorprendente giro final.» Y la verdad es que así es: el giro final no lo imagina ni el más sagaz de los lectores. Es muy efectivo, extremadamente contundente, y te mueve los cimientos que habías construido en tu imaginación a lo largo de toda la novela. Sin embargo, a diferencia de la mayoría, a mí me desencajó un poco. Aunque el autor logra asestarte un buen golpe de gracia, a mí me dejó sensaciones encontradas… tanto como para considerarlo, hasta cierto punto, un giro del cual habría podido prescindir. Es mi opinión, por supuesto, subjetiva como cualquier otra. Pero fue lo que sentí en su momento.

Más allá de eso, debo decir que esta fue una lectura tan disfrutada como largo tiempo esperada. Al igual que sucedió con Benjamin, de El pantano de las mariposas leí diversas críticas, todas positivas, lo que me tuvo anhelante por años de conocer la obra de Federico. Y la espera ha valido la pena. Disfruté muchísimo las casi quinientas páginas que componen la novela. Esa mezcla de géneros (suspense, drama, ciencia ficción) me encantó, y la prosa, repito, sencillamente magistral. La verdad es que Federico Axat es un escritor admirable, y con toda seguridad un referente de la literatura latinoamericana que se irá afianzando cada vez con más fuerza con el correr de los años.

En lista de pendientes tengo La última salida (y Aula 19, una novela corta publicada en e-book), y seguiré a la espera de Benjamin…

Todo llega… :)

Los dejo con el book tráiler de El pantano de las mariposas:





jueves, 3 de noviembre de 2016

Libros Sangrientos 3, de Clive Barker

“Los relatos reunidos en este volumen han conmocionado a los lectores más veteranos de libros de terror, porque no repiten ninguno de los tópicos del género y cada historia abre las compuertas a una forma inédita de espanto.

Los Libros de Sangre son un compendio de oscuras visiones que se introducen en los sueños que se deslizan en secreto por nuestro subconsciente, aguardando para salir a la luz. Capaz de adentrarse tanto en lo inimaginable como en lo indescriptible, Clive Barker revive nuestras pesadillas más profundas y siniestras, creando imágenes a la vez estremecedoras, conmovedoras y terroríficas.”

Cuarto de cinco volúmenes que leo de la colección de antologías Books of Blood. Los otros tres, anteriormente reseñados en el Blog de Calavera, fueron Sangre, Libros Sangrientos 1 y Libros Sangrientos 2.

Este volumen en particular es bastante especial para mí por dos razones: en primer lugar porque me lo regaló mi amigo Cristian Coppola, de Argentina, en mi viaje a Buenos Aires en diciembre de 2015. Un detalle increíble del cual estoy muy agradecido. Y por otra parte, porque con él completé finalmente la serie de Books of Blood en castellano, lo cual no es precisamente fácil en las ediciones de Planeta y Martínez Roca, que fue la manera en que se fue dando mi colección (un tema para una próxima entrada, pues la publicación de esta serie de antologías en nuestro idioma fue algo irregular y a cargo de diferentes editoriales).

Dicho esto, he de decir que la lectura de este tercer tomo ha resultado tan envolvente como las anteriores. La impronta Barker se nota desde las primeras líneas de cada relato, impresionando al lector sin el menor reparo e inyectándole a la realidad ese toque de magia, fantasía o terror con la mayor naturalidad.

Hijo del celuloide: “Greta Garbo, Marilyn Monroe, John Wayne…, durante muchos años el cine Palace había rendido homenaje a todas las grandes estrellas de la pantalla. Luego vino un largo declive, hasta que al final se convirtió en un antro de baja categoría frecuentado por los fantasmas de la Edad de Oro de Hollywood. Con la particularidad de que no se trataba de meros espíritus, sino de seres de carne y hueso, vivos y ocultos en la oscuridad y no se contentaban con captar la imaginación de sus víctimas, sino que las devoraban en alma y cuerpo.” Una historia de fantasmas enmarcada, tal como sucediera con el relato “Sexo, muerte y brillo de estrellas”, en el mundo de la actuación, un campo que Clive Barker, en su calidad de guionista y director, domina a la perfección. Un relato con ese toque romántico y medio nostálgico que habla de las estrellas venidas a menos que claman por una atención que perdieron hace tiempo. Solo que en este caso algunos de sus protagonistas están muertos. Excelente historia, que adaptada al cómic por Steve Niles, con ilustraciones de Les Edwards.

Rex, el hombre-lobo: “Thomas Garrow se encuentra excavando un área del terreno de cultivo de su propiedad, heredada de su difunto padre, cuando accidentalmente libera a una criatura largo tiempo enterrada, condenada siglos atrás a permanecer bajo tierra, aislada del mundo. Su liberación será solo el comienzo de una cadena de asesinatos horrendos en un pueblo irlandés, marcados por la voraz hambre de venganza y sangre de Rex (Rey). Los habitantes de la región de Zeal tendrán que aunar fuerzas para combatir a esta bestia imponente y despiadada”. Un hombre-lobo diferente a los que conocemos (de hecho, creo que la traducción es bastante imprecisa) es el protagonista de esta historia cruda, violenta y atrayente. Podría decir que recuerda esas clásicas películas de serie B, pero de hecho tuvo una adaptación en 1986, dirigida por George Pavlou, que guarda esa línea y que, como tantas otras películas de terror rodadas con bajo presupuesto, obtuvo malas opiniones de público y crítica. El relato es otro cantar. Realmente cumple bien su cometido. Me gustó mucho.

Clive Barker
Confesiones del sudario (de un pornógrafo): “Ronald Glass, un respetado contable con una bien conformada familia, descubre de pronto el verdadero negocio al que se dedican las personas para las que trabaja. Tras ser puesto entre la espada y la pared, Glass se ve involucrado injustamente en un escándalo de pornografía donde él es el principal protagonista del que hablan los medios”. No adelanto más porque esta es una historia que vale la pena descubrir por sí mismo. La manera en que lo sobrenatural se impone en medio de la muerte, de forma casi grotesca, es una muestra del talento de Barker para darle cohesión a escenas inverosímiles. Gran relato y soberbio el final.

Les comparto un pasaje que me gustó especialmente: “Se quedó parado en la cocina, donde aún estaba el desayuno que la familia no había tomado y no tomaría jamás, y se echó a llorar. No lloró demasiado: su provisión de lágrimas era limitada, pero suficiente para que creyera haber cumplido con su deber. Luego, después de ese acto de contrición, se sentó como cualquier hombre decente que ha sido profundamente agraviado y preparó la venganza.”

Víctimas propiciatorias: “Un grupo de amigos que se encuentra de excursión por el mar termina varado en una isla aparentemente desierta. Obligados a permanecer allí momentáneamente, comienzan a ser testigos de eventos extraños y sin sentido. Pronto las cosas empeoran y los sobrevivientes intentan escapar, con no muy buenos resultados”. Me recordó un poco al relato “La Balsa”, de Stephen King, por su atmósfera, por sus protagonistas y por los sucesos inexplicables en que se ven envueltos. El final, abierto, guarda ciertos paralelismos con la historia de King. Es quizá la historia de menor nivel del libro, aunque en ningún momento me resultó aburrida.

Restos humanos: “Gavin es un chico vanidoso que se gana la vida a costa de viudas desconsoladas y maridos descarriados en busca de aventuras con personas de su mismo sexo. A Gavin no le importa demasiado, pues total decirle adiós a un individuo que ni siquiera conoces tras recibir el dinero es una tarea bastante sencilla. Un día conoce a Ken Reynolds, un tipo que lo contrata para pasar la noche juntos. Solo que Ken lo único que quiere es compañía y alguien con quien hablar de sus excavaciones y reliquias arqueológicas… como las que conserva en su apartamento…”. Otro relato en el que Clive utiliza el sexo y el morbo, pero sin explayarse innecesariamente en él, usándolo solo para impregnarle a sus protagonistas una personalidad descarnada pero auténtica. Como en tantos otros relatos en que roza lo erótico, en Restos humanos Barker habla sin tapujos sobre prostitución, voyerismo y bajos instintos, sin llegar a ser grosero o extravagante.

Nada más el primer párrafo habla por sí solo: “Unos oficios se practican mejor de día; otros, de noche. Gavin era un profesional de esta última categoría. En inverno, en verano, reclinado contra una pared o apoyado contra una puerta, con la luciérnaga de un cigarrillo colgando de los labios, vendía lo que le sudaba bajo los vaqueros a todos los postores.”




En definitiva, otro conjunto de relatos donde Barker ofrece de todo: horror, sexo, muerte, fantasía, misterio; gran exponente de las miserias, las glorias, los placeres, los pecados y los miedos del ser humano.



viernes, 21 de octubre de 2016

Tierra de Nadie, de Sebastián Elesgaray

“El planeta tal cual lo conocemos ya no existe. Ha sido asolado por bestias de otro mundo. La comida y el agua son escasas; no hay acceso a la medicina y el enemigo acecha en cada rincón. Un grupo de jóvenes coincide en un Pasaje de la ciudad de La Plata. Entre ellos surgirá la amistad, la solidaridad, y agazapada, la traición. Y cada uno deberá enfrentar sus propias decisiones para lograr sobrevivir en esta tierra de nadie.”

Sebastián Elesgaray no es para mí un escritor cualquiera. Y no lo es por la sencilla razón de que es mi amigo. Por tanto, esta tampoco será una reseña cualquiera.

A Sebastián lo conocí en el foro de Ka-Tet Corp., portal dedicado a Stephen King, el aclamado escritor de Maine reseñado en múltiples ocasiones en este blog. En un comienzo, como en tantos casos en el foro del portal, nuestra amistad comenzó a través de opiniones y comentarios compartidos en las diferentes temáticas del foro, y más tarde gracias a nuestro mutuo interés por la escritura. Ambos éramos (y somos) Breakers, lo que en el Ka-Tet  significa  hacer parte del “lado oscuro” y ser los antagonistas de los Pistoleros. Todo como parte de una especie de batalla lúdica y dialéctica que resultaba bastante divertida y que servía para múltiples propósitos dentro de la interacción del foro.

En el Ka-Tet (literalmente “grupo del destino” en la Alta Lengua hablada en La Torre Oscura) yo era conocido como “AriakasSkull” y Sebastián como “Flagg1347”; mi avatar era una calavera (de ahí que más tarde me quedara el apodo) y el de Sebastián, como su nick lo indicaba, una imagen de Randall Flagg (personaje oscuro de la obra de Stephen King). De esta manera, a través de un nick y un avatar, muchos seguidores del Maestro del terror confluimos en un lugar donde podíamos hablar largo y tendido de aquello que tanto nos gustaba, conformando de la nada amistades con personas ubicadas a miles de kilómetros de distancia.

Yo ingresé al foro en octubre de 2009, y en 2010, cuando creé cuenta en Facebook, gran parte de esas personas que hasta el momento eran solo un nick y un avatar, pasaron a ser más de “carne y hueso” a medida que esta red social servía para comunicarnos de una forma más directa y en tiempo real. En noviembre de ese mismo año nació el Blog de Calavera, y este “mundo bloguero”, al cual Sebastián también pertenecía, sirvió para entablar un lazo de amistad más estrechamente ligado a la escritura. Sebastián leyó algunos de mis relatos y yo algunos de los suyos, y se fue dando esa interesante retroalimentación entre aspirantes a escritores con el género del terror como común denominador.

Recuerdo que uno de sus relatos, al cual le he perdido el rastro, tenía un personaje con mi nombre: George Valencia. Por supuesto, disfruté esa historia por partida doble. Fue una gratísima sorpresa enterarme, dos o tres años después de eso, de que Sebastián publicaba su primera novela a través del sello Blok de la editorial Ediciones B. Creo que pocos podemos decir que en algún momento fuimos los protagonistas del relato de un escritor de terror. ¡Ja! :P

La solapa del libro nos cuenta que mi amigo nació el 30 de julio de 1985 en Bragado, Argentina. Atraído por la literatura desde muy joven, se convirtió en un ávido lector. Queriendo narrar sus propias historias, comenzó a escribir, y más tarde se estableció en La Plata para iniciar la carrera de Comunicación Audiovisual. Tras cinco años de estudios, comenzó a publicar relatos en su blog personal. Fue partícipe de grupos y talleres virtuales de escritura, concursos a nivel nacional e internacional, y realizó colaboraciones para diversas revistas. En el año 2012 ingresó al taller literario del escritor Leo Batic. A partir de allí, movido por la idea de narrar una historia distópica y post-apocalíptica que ocurriera en su propio país, empezó poco a poco a darle forma a su primera novela, Tierra de Nadie.

La novela se publicó en 2014, y el 17 de julio de 2015 Sebastián nos escribió a Tulio Fernández (del blog Letras bizarras), a Mauro Vargas (del blog Léase a plena noche) y a mí, tres amigos suyos colombianos conocidos todos por el gran interés por la escritura y por Stephen King, para darnos la siguiente noticia: quería obsequiarnos sendos ejemplares de su novela, pagando él mismo los gastos de envío, para deleite nuestro y en nombre de nuestra amistad. No sirvieron nuestras objeciones acerca de correr con el monto del envío y los libros mismos, valorando como lo hacemos el gran trabajo que supone escribir una obra y lo merecido que es ser remunerado por ello. Habíamos visto con grata sorpresa la noticia de la publicación de su novela, por lo que hacía mucho estábamos deseando leerla.


Sebastián Elesgaray

No obstante, Sebastián fue determinante acerca del dinero, de manera que no se dijo más. Acto seguido realizó el envío de los tres libros; Tulio los recibiría y se encargaría de hacernos llegar a Mauro y a mí nuestros ejemplares. Hubo mientras tanto conversaciones bastante interesantes en el grupo creado por Sebastián en MSN, sobre el mundo editorial, el trabajo que implica una novela, corregirla, darla a conocer y finalmente publicarla.

Pero pasaron dos meses, y el preciado envío no llegó. Comenzamos a preocuparnos y Sebastián empezó a gestionar la reclamación, hasta que en noviembre por fin recibió noticias: el paquete había llegado a Colombia pero se había presentado un error en la dirección de entrega, por lo que lo enviaron de vuelta a su país. La buena nueva llegó poco después de que se confirmara mi visita al país austral para fin de año, un viaje anhelado por muchos años a raíz de mi amistad con tantas personas de Argentina. Hablé con Sebas sobre la posibilidad de reunirnos y de paso recibir en persona los ejemplares. Sería un gratísimo encuentro. Sin embargo, pronto resultó claro que para la fecha en que yo estaría en Buenos Aires él no podría desplazarse desde La Plata, su ciudad de residencia, debido a la alta carga laboral. Por tanto, me informó que para asegurarse de que llegaran a mis manos los había dejado en manos de nuestra amiga Laura Fonseca, quien se encargaría de custodiarlos hasta mi llegada.


Mi ejemplar

El 20 de diciembre, ya en Buenos Aires, hablé con Sebas, quien me confirmó que sería imposible nuestro encuentro. Una verdadera lástima, pero que queda como deuda pendiente para una próxima visita a ese querido país. Al día siguiente, finalmente recibí los libros de manos de Laura (firmados y dedicados por el autor, por supuesto), en un memorable encuentro con ella y con otro gran amigo: Adrián Granatto.

Toda una travesía para poder tener los libros en nuestro poder, pero que por esas cosas del destino se dio en unas circunstancias muy especiales. Tanto como lo son estos lazos de amistad de los que hablaba más arriba, creados a raíz de una pasión que corre por las venas. Amistades que son un gran tesoro.


Firma y dedicatoria de puño y letra del autor

Una vez regresé a Colombia me encargué de enviarle a Mauro y Tulio sus ejemplares, que no tardaron mucho en devorarlos, como saciando un hambre largo tiempo contenida. El más demorado fui yo, que recién lo leí en junio pasado. Le debía a Sebastián esta reseña, como le prometí desde el momento en que nos anunció su regalo, y creo que esta también fue una de las razones por las cuales saqué al Blog de Calavera del estado de hibernación en el que se hallaba. Había otras reseñas literarias pendientes también, que ya fui saldando, y finalmente ha llegado el turno de mi amigo.

La verdad es que disfruto mucho hablar/escribir sobre todo esto, sobre su libro, sobre el terror que allí anida, sobre este género y sus mejores exponentes, sobre esa amistad que trasciende fronteras gracias a la literatura. Evidentemente esta no es una reseña cualquiera.

Sebastián Elesgaray
Tierra de nadie, ante todo, me pareció una novela auténtica. En su historia Sebastián no reniega de su nacionalidad argentina, y despliega el escenario de la novela en las mismas calles, plazas y edificios de La Plata. Sus personajes hablan como lo hace cualquier argentino, con su acento y sus expresiones particulares, y todo en la novela desprende con naturalidad las características de su pueblo. La prosa, por ende, no tiene el lenguaje neutro que encuentra uno en la mayoría de la literatura en castellano, y esa autenticidad fue sin duda para mí un gran plus. Fue fácil trasportarme a los lugares que describe Sebastián, y sentir en sus líneas ese toque indispensable de realidad.

«Siete balas.

Siete balas no eran tan malas, si tenía que enfrentar a tres bestias. Matemática pura, fácil para un ingeniero. Un tiro a cada una y asunto resuelto. Además le iba a sobrar munición. ¿Pero cómo carajo la iba a hacer rendir si le temblaba la mano? No solo la mano, todo el cuerpo. Sufría de espasmos, estaba empapado en transpiración y no podía llenar de aire los pulmones.

Siete balas.

Siete magníficas balas, pensó con ironía, sería más fácil aprender a volar.»

Así comienza Tierra de nadie, directo a la acción.  Darío se encuentra en los baños de su facultad, evaluando sus posibilidades. Tiene un arma, que pertenecía a su padre, y siete balas para jugarse la suerte. Se escuchan ruidos cercanos en el cuarto en penumbras, y poco después logra vislumbrar bajo la puerta una gran garra unida a una voluminosa pata. La extremidad de una criatura que profana las leyes de la naturaleza, una criatura que no pertenece a este mundo.

Un mundo que, valga decirlo, jamás volverá a ser como era. En un escenario apocalíptico, los últimos vestigios de la raza humana luchan por sobrevivir, haciéndole frente a bestias carnívoras y despiadadas salidas de la nada.

Tercero de izquierda a derecha, en el encabezado de un artículo
dedicado al nuevo terror argentino. 

Darío logra salir indemne a duras penas de la escaramuza, y huye hacia un lugar seguro. Poco después conocemos a José, un joven egoísta e impredecible que se halla solo en su apartamento, y más tarde a Marcos, un chico más práctico y centrado, que conduce un Ford Sierra blanco en dirección a La Plata con la intención de recoger a un amigo y seguir rumbo a la Capital. Todos lidian con la nueva y atroz realidad en que se ha convertido la Tierra, decidiendo adonde dirigirse para sobrevivir.

Eventualmente, con un grupo más numeroso de sobrevivientes, confluyen en el auditorio de una especie de centro cultural de la ciudad, donde intentarán reconstruir sus vidas en medio de la escasez y el hambre. Sin embargo, con la amistad y la solidaridad creada por la unión llegará también la traición, inevitable en una tierra de nadie donde las bestias no son la única amenaza.


Entrevista con Alan Simon, del portal de noticias Octava Sección

El libro está dividido en tres partes: en la primera vamos conociendo a los personajes por separado, con sus particulares situaciones y personalidades; la segunda inicia con el grupo ya casi totalmente conformado instalándose en el edificio, donde surgen las alianzas, las peleas, los amores y la muerte; al final, en la tercera parte, los sucesos extraños y el afán de conocer el origen de toda esa locura llevará al grupo a una inesperada confrontación final.

La novela es amena en su narración, en gran parte gracias a los diálogos auténticos, que gozan de la soltura que le permite a Sebastián el hecho de decidir ser fiel a su naturaleza argentina. Todo se desarrolla en las calles, plazas y edificios que el mismo escritor transita día a día, y los personajes casi podrían ser sus pares, sus conocidos o familiares. Eso ha sido para mí una parte fundamental del disfrute de la historia, y determinante a la hora de imaginar con facilidad la espantosa realidad narrada por mi amigo.


Uno de mis pasajes favoritos


Debo decir que disfruté mucho la historia y su desarrollo, siempre con ese gran plus adicional de conocer a la persona que la escribió, y el especial significado de contar con su firma y dedicatoria en un ejemplar que atravesó la distancia entre Argentina y Colombia en dos ocasiones.

También es cierto, no obstante, que debo ser fiel a mi amigo y demostrarle respeto con mi sinceridad, pues junto con los elogios también hay cabida para las críticas constructivas. Hay dos aspectos que en su momento consideré que podrían ser mejorados: algunos pasajes de la primera parte me resultaron algo apresurados, como con un avance irregular que quizá se debió a la puntuación, ya que sentí que en varias partes habrían quedado mejor comas que puntos, para lograr una narración más fluida. Fue mi impresión personal, por supuesto. Lo otro es algo que también notó mi amigo Mauro Vargas, quien en su reseña hizo hincapié en el hecho de que a la mayoría de los personajes no les conocimos el apellido, lo que les dio cierta impersonalidad en los primeros tramos del libro. En un relato corto puede bastar con el nombre, pero en una novela, donde el recorrido es largo, el apellido dota al personaje de más identidad.


Sebastián Elesgaray

Salvo estas dos cuestiones, que como dije quedan más como críticas constructivas, Tierra de nadie es una novela muy atractiva que deja un buen balance para el lector, siendo como es una gran apuesta por el terror en la literatura latinoamericana. Sebastián dice presente y ofrece al mundo el fruto de su arduo trabajo, sentando un precedente en nuestro idioma en un género que ha bebido en su mayoría de los maestros norteamericanos.

La historia y sus protagonistas captaron por completo mi atención, y resultó una grata experiencia seguirlos en el devenir de los acontecimientos y sus vicisitudes. Sebastián no es parco en la violencia y la crudeza propia de una situación extrema, pero también dota al grupo de una humanidad muy cercana a nuestra propia naturaleza.

Una grata lectura, en suma, y largo tiempo anhelada, que sin duda colmó mis expectativas. Aparte de mi amistad, Sebastián se ha ganado mi respeto y admiración. Esperaré con ansias su segunda novela.

Los dejo con el Book tráiler de Tierra de Nadie:



¡Saludos! 



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