John
Katzenbach, autor de novelas como La
sombra, Historia de un loco, El profesor, Juegos de ingenio y El psicoanalista(recientemente reseñado en este blog), estará en Bogotá este
mes de abril de 2017, en el marco de la 30° Feria Internacional del Libro de
Bogotá.
John
Katzenbach nació el 23 de junio de 1950 en Princeton, Nueva Jersey, Estados
Unidos. Es hijo de un conocido político estadounidense llamado Nicholas
Katzenbach, con cierto protagonismo durante la época del mandato de John F.
Kennedy, y de Lydia Phelps, psicoanalista.
John posee
una extensa trayectoria como periodista especializado en la rama judicial,
trabajo que a lo largo de su vida ha ido compaginando con la escritura. Ha sido
reportero de la corte criminal para el Miami
Herald y el Miami News, además de
caracterizarse por sus publicaciones en la revista Herald Tropic. Parte de su
trabajo también ha aparecido en muchos otros periódicos, entre ellos el Washington Post, el New York Times y The
Philadelphia Inquirer.
Todo este
largo bagaje en el periodismo de tipo legal y criminal representó una
influencia importante para su carrera como escritor. Publicó su primera novela,
Al calor del verano, en el año 1982,
la cual fue nominada al Edgar Award a la Mejor primera novela. Además, algunas
de sus historias han sido adaptadas al cine. A pesar de que todas sus obras son
grandes referentes del thriller psicológico, El psicoanalista, publicada en 2002, es sin duda su libro más popular.
Katzenbach
estará en la Filbo 2017 lanzando su última novela, Personas desconocidas. La cita es en la Sala José Asunción Silva de
Corferias, el domingo 30 de abril, entre 3:00 y 4:30 p.m. La moderadora será Marta
Orrantia.
La buena noticia
es que Katzenbach estará también el sábado 29 de abril en la Librería Nacional
del Centro comercial Unicentro, también en Bogotá, entre 5:00 y 6:00 p.m.,
donde estará firmando ejemplares a sus seguidores.
Una gran
oportunidad, sin duda, para conocer a este gran escritor y llevarse a casa un
libro firmado.
Los dejo con
la bibliografía de John Katzenbach en castellano:
Al calor del verano (In the Heat of
the Summer) (1982)
Sinopsis:“Esta escalofriante novela, en la que un demonio medieval se dirige
directamente al lector con tono mortífero unas veces y seductor otras, es una
autobiografía nunca antes publicada que fue escrita en el año 1438. El demonio
se ha introducido en las mismísimas palabras de esta historia de terror y ha
convertido el libro en un objeto peligroso y lleno de amenazas con la intención
de liberarse y ejercer su poder. El relato del señor B., un brillante y
realmente perturbador tour de force de lo sobrenatural, conduce al lector a un
íntimo y revelador viaje para descubrir la espeluznante verdad sobre la batalla
entre el Bien y el Mal.”
Publicada en 2007 con el título de Mister B. Gone, esta es una de las novelas más recientes de Clive
Barker, y haciendo un pequeño recuento (aunque me falta poco para completar mi
colección de este autor) me he dado cuenta de que apenas es la tercera novela
suya que leo. Las anteriores, ya reseñadas en este blog, fueron Hellraiser,El ladrón de díasy Cabal.
Aparte de eso, todo lo que había leído eran sus colecciones de relatos Books of
Blood, de los cuales llevo cuatro de los cinco libros que la componen (en la
edición que yo tengo al menos).
Aunque indudablemente sus relatos cortos son una obra maestra del
terror, y los que en definitiva sirvieron para catapultarlo a la fama y hacerlo
acreedor a todo tipo de elogios (entre ellos el más conocido el del mismo
Stephen King), Hellraiser,El ladrón de díasy Cabaltampoco me defraudaron. La primera, novela en que se basó la
película de culto, está bastante bien. La segunda, una historia con un tinte
más infantil/juvenil, me agradó especialmente por su originalidad y desarrollo,
aderezado además por el delicioso acompañamiento de las ilustraciones del
propio Barker. Y Cabal me encantó.
Todo un clásico, tanto en la literatura como en el cine de terror. En suma, tres
gratas experiencias en el terreno novelístico fuera del apabullante derroche de
creatividad y maestría que despiden sus relatos.
Demonio de libro estuvo esperando en mi biblioteca exactamente tres años y medio. Fue
pasando el tiempo y por alguna razón no me llamaba mucho la atención, de modo
que otras lecturas le fueron “quitando el turno”. Tras una serie de lecturas
que iban más por otros derroteros, decidí volver al género del terror dándole
la oportunidad a este libro al que había hecho esperar por tanto tiempo.
En la novela un demonio medieval le habla al lector a través de las
páginas del libro, indicándole en un principio que no lea, que queme cuanto
antes el ejemplar que tiene en sus manos si no quiere quedar condenado. Tras la
"negativa" natural del lector a abandonar las páginas, el demonio que
reside en la novela procede a narrar gran parte de su vida, comenzando con su
salida del octavo o noveno círculo del infierno, y las razones que lo han
llevado, tras una serie de vicisitudes bastante curiosas, a terminar
"encerrado" de esa manera…
La verdad, cruda y dura, es que este libro me defraudó por completo.
En ningún momento le encontré sentido a sus 250 páginas. Se me hizo sin sentido,
aburrido, sin un argumento que me llevara a seguir adelante. Una serie de
hechos medio inconexos que no guardan ese móvil que les da sentido, no suscita
las preguntas que uno espera que sean respondidas. Lo he leído casi como un
compromiso para conmigo y por respeto para con el autor, a quien admiro mucho.
Prácticamente lo tragué sin masticar, sin apenas digerirlo, pues una vez me di
cuenta de que distaba mucho del viejo Barker, me propuse leerlo tan rápido como
pudiera para así poder continuar con otra lectura que ya tenía programada para
aprovechar las vacaciones de Semana Santa…
No sé si estoy siendo excesivamente duro con el libro (sé de algunos
amigos a quienes les ha gustado). La verdad es que, por alguna razón, no tenía
altas expectativas, y tras terminar sentí que ni siquiera llenó las pocas que
tenía. Es bien conocida la creatividad inagotable de Barker, pero con Demonio de libro definitivamente nunca
entendí cuál fue el propósito del autor, qué quería expresar, cuál era el
argumento o finalidad principal de su historia…
Es cierto que los segmentos en que el demonio se dirige al lector
son, en mi opinión, de lo mejor de la novela. Hay un acercamiento muy curioso entre
el demonio/autor y la persona que lo está leyendo, y creo que esta parte está
muy bien planteada desde un principio por parte de Barker. De resto, me pareció
una serie de eventos que finalmente no conducen a ningún lado. Todo se me
antojó anecdótico, carente de un argumento sólido. Como dije, lo leí casi por
compromiso, lo más rápido que pude para poder seguir con otra cosa, y esto es
algo que no me gusta, y menos con un autor que me había enganchado tanto. No
por nada me he dado a la tarea, nada fácil, de completar su colección en
castellano.
Dice un amigo, Mauro Vargas, del blog Léase a plena noche, que el
Barker de ahora no es el mismo de sus inicios. Teniendo en cuenta que Demonio de libro fue publicada en 2007,
espero que próximas lecturas de novelas más viejas no me defraude como esta lo
hizo…
Sinopsis:“En el corazón del África salvaje se
desarrolla una apasionante aventura en pos de encontrar la ciudad perdida de
Zinj, punto clave de una terrible intriga internacional. Sus protagonistas: una
chica ambiciosa al servicio de una poderosa multinacional; un joven científico
californiano; Amy, un gorila entrañable; y un experto cazador que conoce los
misterios de la selva. Todos ellos se enfrentan a peligros mortales: pigmeos
siniestros, bestias monstruosas, ríos de lava, espías de naciones enemigas,
mercenarios implacables…”
Como contara
en la reseña inmediatamente anterior, El hombre terminal, hace poco me di a la tarea de hacerme con todos los libros
de Michael Crichton publicados en castellano. Siempre me gustó la temática y el
estilo de este autor, pero también la repentina “fiebre” tuvo que ver con el
amor por los libros y el coleccionismo. Sea cual sea el objeto a coleccionar (billetes,
estampillas, monedas, álbumes de fútbol, libros, etc.), es emocionante fijarse
una meta y darse a la búsqueda de cada uno de los ítems de una lista. En este
caso, la cacería y los posteriores hallazgos son doblemente emocionantes, pues
se combinan el coleccionismo y la pasión por los libros como objeto físico con
el amor por la literatura.
Una vez
fijada la meta, fue Congo, sin duda
alguna, el título que me llamaba más fuertemente la atención. Había visto la
película de culto hacía muchos años, y recordaba vagamente algunos detalles,
por lo que la idea de leer la novela original, sabiendo la calidad de las obras
de Crichton, me llenaba de gran expectativa. Siempre me gustaron los libros de
aventuras, con ese aire misterioso de expediciones, ciudades perdidas, terrenos
inexplorados y leyendas cuyas raíces se hallan ocultas en el pasado… Además, es
un hecho que la sola mención de la palabra “Congo” evoca enigmas, misterios,
una serie de sensaciones relacionadas con lo desconocido e inexplorado que no
dejan de provocar curiosidad.
Michael Crichton
Por fortuna,
fue esta una de las primeras novelas que conseguí en esta nueva cacería, así
que no pasó mucho tiempo para que me sumergiera en sus páginas.
En Congo confluyen protagonistas de
diferentes características movidos por un objetivo común. La doctora Karen Ross
es una chica ambiciosa que trabaja al servicio de una poderosa multinacional de
telecomunicaciones, cuyo objeto es la recogida de bases de datos y análisis de
información, tanto por escaneo vía satélite como por investigaciones de campo
en diferentes partes del mundo y con diferentes finalidades. La novela comienza
cuando una expedición enviada al Congo desaparece en extrañas circunstancias.
Su objetivo era hallar una fuente de diamantes azules para la comercialización con
empresas de tecnología. Se trata de una gema con valor nulo como piedra
preciosa, pero con altos niveles de conductividad, lo que la torna apetecida por
las multinacionales de la computación. Ross, a quien anteriormente se le había
negado la posibilidad de ir a la investigación de campo, pide liderar un nuevo
intento, dada la importancia que tiene el proyecto.
Primera edición
Es en los
preparativos cuando se pone en contacto con Peter Elliot, un joven científico
californiano líder del Proyecto Amy, cuyo propósito es comprobar que los
primates son capaces de comunicarse mediante señas, así como entender y hacerse
entender por los humanos. Amy es un gorila entrañable con siete años de edad,
prestada por el zoológico, y la cual ya ha sido capaz de aprender 600 palabras
diferentes. Amy comienza a mostrarse inquieta y a “decir” que tiene pesadillas.
En algunos de sus dibujos aparece una y otra vez lo que parece ser una ciudad
con semicírculos, que tras investigarlos resultan corresponder con la ciudad
perdida de Zinj, ubicada en el corazón del Congo. Justamente el lugar al que
Ross y compañía se proponen ir.
En el
camino, Ross se contacta con el Capitán Munro para liderar la expedición, un experto
cazador que conoce los misterios de la selva. Además, Munro posee un largo
historial de mercenario a sueldo al servicio de grupos de investigación en
territorios agrestes y salvajes, lo que lo convierte, pese a su naturaleza
díscola, en el guía ideal para el grupo de Ross.
En medio de
todo esto se teje una intriga internacional, pues también los japoneses se
encuentran interesados en llegar al yacimiento de diamantes, sabedores de su
importancia en lo que puede ser un adelanto de cinco años en la tecnología
frente a sus competidores. Estos no escatimaran en recursos para frenar el
avance del equipo de Ross y compañía. Incluso si tienen que utilizar la
violencia para conseguir su objetivo.
Para colmo,
en plena expedición estalla un conflicto político en el país, lo que deja a
ambos bandos en medio del fuego cruzado.
La novela es
una mezcla de aventura, acción, misterio y tecnología. Y la historia tiene de
todo: pigmeos siniestros, bestias monstruosas, ríos de lava, espías de naciones
enemigas, mercenarios implacables y, por supuesto, considerable información
científica y tecnológica, al mejor estilo de Crichton. El libro me gustó
bastante, fue una lectura muy esperada que me dejó un buen sabor de boca. Todo
el misterio que rodea al indomable Congo fue lo que más me atrajo y me agradó;
todo el tema de misterios ocultos y ciudades perdidas siempre me resulta
atractivo.
Tal vez
habría preferido un final más épico y que la naturaleza de la ciudad perdida de
Zinj se explotara más, pero en general estuvo bien. Hizo gala de su reputación,
y me tuvo atrapado en todo momento. La gran cantidad de información
suministrada por Crichton, donde además de los temas anteriormente mencionados también
habla de historia y geografía, resulta siempre interesante. Sobre todo cuando
esperas que una novela te aporte algo más que puro entretenimiento. Sin duda,
cumplió mis expectativas y la recomiendo ampliamente.
Como contara
más arriba, la novela fue adaptada al cine en 1995, con Frank Marshall en la
dirección y Laura Linney, Dylan Walsh, Tim Curry y Ernest Lee Hudson en los
papeles protagónicos. Ahora que terminé la novela, estaría bien volver a ver
este clásico del cine. Espero que haya envejecido bien…
Los dejo con
el tráiler de la adaptación cinematográfica:
Sinopsis: “Harry Benson es un paranoico que ha estado
varias veces a punto de cometer un asesinato. Además, está convencido de que
las computadoras conspiran para arrebatar al hombre el control del universo.
Para suprimir sus impulsos homicidas, un equipo de neurocirujanos realiza una
operación que conecta el cerebro de Benson a una computadora que regulará su
comportamiento. Y los resultados son escalofriantes…”
Michael
Crichton es un autor que siempre me gustó, pero por alguna razón dejé de leerlo
por muchos años. Recientemente leí Latitudes piratas, una novela muy diferente a lo que nos tenía acostumbrados, pero
que demostró una vez más la maestría de este autor para plasmar una historia
creíble, bien documentada y con una prosa ágil.
Hace unas
semanas, recordando esta lectura tan trepidante, sentí la enorme urgencia de
leer más de su obra, y no solo eso, sino que además tomé la decisión de darme a
la búsqueda de sus libros y hacerme con mi propia colección de Michael
Crichton. Compartí mi entusiasmo creciente en “Readers United (Lectores Unidos)”,
grupo de Facebook compuesto por más de 400 personas y donde muchos amigos de
diferentes países compartimos nuestras lecturas, impresiones, nuevas
adquisiciones, etc. Pronto comencé la cacería, y no pasó mucho tiempo para que
la suerte me sonriera y, tras un par de llamadas, consiguiera siete títulos en una
librería de Bogotá. Adelanté la compra (la suerte no sonríe de esta manera tan
a menudo, así que tenía que aprovechar la oportunidad), y el resto fue esperar…
Entonces, al
día siguiente, recibí un paquete. Extrañado, pensé que no debería haber llegado
nada todavía, y además de que el paquete era demasiado pequeño. Entonces, al
destaparlo, descubrí con sorpresa este ejemplar de “El hombre terminal”,
acompañado de una nota de puño y letra de mi amigo Mauro Vargas, del blog “Léasea plena noche”:
Todo un
detalle por parte de mi amigo que, al ver mi creciente interés por la obra de
este autor norteamericano, decidió poner un gran grano de arena para mi
colección. Cabe agradecerle desde aquí nuevamente por semejante regalo.
Y bueno,
como no podía ser de otra manera, fue este el primer elegido para adentrarme de
nuevo en las letras de Crichton.
Harry Benson
es un hombre de treinta y cuatro años que padece de epilepsia psicomotora, lo
cual le genera una psicosis que lo hace temer la posibilidad de que las
máquinas, por medio de los nuevos adelantos tecnológicos, puedan llegar a
dominar el mundo. Sus ataques son acompañados por desmayos, tras lo cual Harry
no recuerda nada de lo que ha hecho. Durante una de dichas crisis, ataca a varias
personas que resultan gravemente lesionadas. Tras ser apresado por la policía,
Benson se convierte en un candidato perfecto para adelantar una operación sin
precedentes para realizarle un implante de electrodos y un miniordenador en el cerebro
con el fin de poder controlar los ataques.
El
procedimiento es duramente cuestionado por algunos miembros de la junta médica
del hospital, quienes aducen al desorden mental propio de Benson y a los
crímenes cometidos con anterioridad. No obstante, la operación se lleva a cabo,
previa autorización del paciente, en una de las clínicas más prestigiosas de
Los Ángeles, California. A partir de este momento comienza un seguimiento
constante para verificar las reacciones paulatinas que va presentando Harry.
Los
resultados, como era de esperarse cuando el hombre juega a manipular un órgano
tan complejo como el cerebro, no son los esperados… No adelanto más para no
entrar en el terreno del spoiler…
La novela me
ha gustado. No es la gran obra de la literatura, pero entretiene y cumple su
cometido. Tal vez lo que más cabe destacar es la manera en que Crichton nos pone
en contexto, como solo él lo sabe hacer, de todos los adelantos tecnológicos de
la época (principios de los 70’s) y cada uno de los entresijos relacionados con
las diferentes áreas que entran en juego en el procedimiento: sistemas de
cómputo, medicina, psicología, neurocirugía, etc… La novela casi parece un
terreno de prueba que el autor ha usado para expresar toda una serie de ideas
relacionadas con el cerebro, la psique y cómo la tecnología puede obrar en el
cuerpo humano cuando se realizan este tipo de intervenciones, explayándose a
gusto y explicándonos su punto de vista en la voz del narrador.
Por momentos
casi parece un ensayo sobre los temas anteriormente mencionados, sin que por
ello se vuelva tedioso o aburrido. Por el contrario, la historia se lee muy
rápido y si te gustan este tipo de temas, vas a disfrutar con la gran cantidad
de interesante información que suministra la novela (la cual incluso contiene
variedad de gráficos). Las dos únicas pegas son los personajes, un poco
acartonados, y el final, que me pareció demasiado fácil…
La novela
fue adaptada en 1974 por Warner Bros. Pictures, con Mike Hodges en la dirección
y George Segal en el papel protagónico.
La arqueóloga lady Sarah
Kincaid, una mujer culta y apasionada, debe desentrañar por encargo directo de
la Familia Real el misterio que rodea el brutal asesinato de varias prostitutas
en un barrio marginal de la ciudad. El símbolo de la antigua divinidad egipcia
Thot, un jeroglífico hallado en el lugar de los crímenes, señala como principal
sospechoso ante la opinión pública al sobrino de la Reina, enigmático personaje
miembro de una asociación llamada la Liga Egipcia.
Las muertes parecen
relacionadas con un extraño texto envuelto en la leyenda, El libro de Thot, una obra que
supuestamente contiene las claves para llegar al templo donde se encuentra la
mayor fuente de poder imaginable: el fuego del dios del Sol Ra. Este
descubrimiento arrastra a la joven arqueóloga hasta el lejano Egipto, donde le
espera la verdad… o la muerte.”
Michael Peinkofer nació en Kempten, Alemania, en 1969. Estudió
literatura alemana, historia y ciencias de la comunicación en la Universidad de
Múnich. Durante esta época universitaria publicó sus primeros escritos bajo
seudónimo. Trabajó como periodista independiente para revistas de cine, y
también se ha desempeñado como traductor para editoriales tan prestigiosas como
Heyne o Tessloff.
Desde 1995 Peinkofer se dedicó por entero a la escritura y la
traducción. Hoy en día vive y trabaja en Algovia, una región al sur de
Alemania. Su primera novela publicada en nuestro idioma fue Trece runas (2008), traducida ya a siete
idiomas, sin duda la obra que le dio a conocer como uno de los referentes entre
los jóvenes autores de novela histórica y fantástica de la actualidad. Michael
gusta de practicar esquí y senderismo, y es un apasionado del cine y el teatro.
Michael Peinkofer
Hasta hace poco este autor era completamente desconocido para mí.
Nunca había leído nada de él y ni tan siquiera su nombre me era familiar. Fue en
la última Fiesta del libro y la cultura de Medellín cuando me topé con esta
novela casi regalada. Me llamaron la atención el título y la sinopsis, de tal
manera que me lo traje conmigo.
La historia inicia con una serie de crímenes sangrientos en el
Londres victoriano. Los cuerpos de varias prostitutas aparecen brutalmente
asesinados en las calles de la capital inglesa, y junto a ellos el símbolo de
la antigua divinidad egipcia Thot. El sobrino de la reina, miembro de una
especie de logia, es señalado como el principal sospechoso, lo cual podría poner
en grave riesgo la continuidad del linaje real. Es entonces cuando la familia
real acude a la joven arqueóloga Sarah Kincaid.
Sarah se encuentra muy lejos de allí, en una especie de retiro
autoimpuesto tras la muerte de su padre, también arqueólogo de gran prestigio y
que murió en extrañas circunstancias mientras adelantaba una investigación en
Egipto. Ha pasado ya un par de años, pero Sarah aún sigue sin superar su
dolorosa pérdida. En su finca, Kincaid Manor, es visitada por un estrecho
allegado de la familia a quien ella trata de tío, quien la convence de salir de
su encierro y viajar a Londres por pedido de la reina.
Ya en la capital, y con la ayuda de un viejo amigo francés que se
une a la investigación por petición de la arqueóloga, Sarah pronto descubre que
las muertes están relacionadas con un extraño libro que contendría las indicaciones
para llegar al templo de Thot, cuna de una fuente de poder inimaginable que
lleva siglos perdida en el corazón del desierto. Acompañada del consejero real,
un inspector de Scotland Yard y un misterioso guía egipcio, Sarah viaja a
Egipto, en un recorrido repleto de aventuras, tormentas de arena, cocodrilos y
una secta guerrera dispuesta a todo por mantener el secreto del libro de Thot a
buen resguardo.
Comencé el libro sin muchas expectativas, pero la verdad es que me
ha gustado. Adolece de algunos clichés, y en las primeras cien páginas los
personajes lucen un poco acartonados, pero cuando la historia se traslada de
Londres a Egipto comienza la mejor parte, y el relato se torna más interesante.
La novela tiene mucho de historia, aventura, acción y misterio. Por momentos, sobre
todo al final, me recordó especialmente a las historias de Indiana Jones que
tanto me gustaban de chico, lo que le ha agregado varios puntos a la novela.
Sarah Kincaid, la heroína protagonista, es una arqueóloga simpática y aguerrida
a la que, aunque no te deslumbra, le vas cogiendo cariño poco a poco. Al final
me dejó un buen balance. Sin ser una novela espectacular, sí resulta una
historia entretenida e interesante, con un final sorprendente.
Tras terminar la novela e indagar un poco más acerca del autor, he
descubierto que este es el primero de cuatro libros independientes con Sarah
Kincaid como protagonista. Los otros son “La
llama de Alejandría”, “Las puertas
del infierno” y “La luz de Shambala”,
todas ellas novelas de aventuras con tintes históricos ambientadas hace poco
más de un siglo.
Habrá que darles la oportunidad. Sin duda los títulos y las portadas
resultan bastante sugerentes.