NOTA
IMPORTANTE: Esta entrada puede contener SPOILERS de la saga Caballo de
Troya
“«Caballo de Troya» terminó pero, ¿qué le sucedió al mayor tras su regreso a 1973?
¿Imagina usted «Rayo negro»? ¿Fue el general Curtiss un traidor?
«El día del
relámpago» es un «thriller» en el que
usted vivirá 101 días trepidantes.
¿Murió Eliseo? ¿Se hundió la «cuna» en el
mar Muerto?
Aunque lo intente no podrá imaginar lo que
sucederá el 29 de agosto de 2.027. Tendrá que leerlo (y tampoco).
Con este libro, usted «vivirá lo no vivido».”
Antes que
nada, y a pesar de que lo advierto nada más comienza esta entrada, debo
avisarle nuevamente al hipotético lector de este blog que si no ha leído los
nueve tomos de la saga Caballo de Troya,
de J.J. Benítez, por favor NO LEA ESTA RESEÑA, ya que puede estropearle alguna
sorpresa.
El Día del Relámpago, publicado el 4 de
abril de 2013, comienza justo donde termina la última entrega de la exitosa
saga
Caballo de Troya, con el mayor
de la USAF que viajó a la época de Jesús de Nazaret hundiéndose en las aguas
del Mar Muerto, luego de que la “cuna”, la nave en que él y su “hermano” Eliseo
viajaran al pasado, se viera a punto de quedarse sin combustible tras el último
salto y se hundiera a su vez en las espesas aguas.
Tras
salvarse por poco de morir ahogado, el Mayor es llevado a un hospital de las
inmediaciones, donde es sometido a una operación que le salva la vida. Allí lo
encuentran sus superiores, los altos mandos de la Operación Caballo de Troya,
que se hacen cargo de la situación y, luego de no pocas complicaciones, lo
llevan de regreso a su país.
Pero no todo
es tan fácil como parece. Su regreso es solo el comienzo de una nueva etapa de
aventuras…
Las preguntas y los reclamos por el “fracaso” de la operación no se hacen
esperar. ¿Qué pasó con la “cuna”? ¿Murió realmente Eliseo? ¿Deben regresar en
su búsqueda? Hay que recuperar la nave a como dé lugar, pero ¿cómo? Estas
interrogantes están a la orden del día, y cada persona involucrada en la
solución es movida por sus propios intereses… Y todo esto, sumado a las
conspiraciones y al clima de guerra inminente que se vive en pleno 1973, hace
que esta nueva etapa de la historia resulte realmente interesante.
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J.J. Benítez |
Mientras
todo esto sucede, el Mayor, alentado por Curtiss —que por momentos parece estar
de su parte, y en otras ocasiones demuestra no ser más que otro militar
corrupto en busca de su propio beneficio—, comienza una exhaustiva revisión de
los Diarios, donde a medida que avanza empieza a encontrar unos extraños
errores en su contenido… ¿Fue él… o alguien más les metió la mano?
En suma, el
Mayor está de vuelta en su tiempo, pero las cosas están lejos de terminarse…
Mientras
escribo esta entrada, he revisado la última publicación que hice sobre el
autor, justamente la reseña de
Caballo de Troya 9: Caná —que al día de hoy permanece como una de las entradas más
visitadas del blog
—, y me he
encontrado con una casualidad tan grande, que no sé si sorprenderme o
sencillamente sentirme convencido de que nada es casualidad, y que todo está
atado y bien atado, como le gusta decir al escritor nacido en Pamplona… O bien,
que definitivamente esta historia está tan llena de magia que llega un punto en
que esa magia nos toca…
Desde hace
muchos años llevo un registro de los libros que leo, con fecha, autor y título.
Pues bien, este libro que hoy reseño lo terminé el pasado domingo 1º de junio.
Seguramente entenderán mi sorpresa al descubrir que el último tomo de la saga
lo terminé hace exactamente dos años, también un 1º de junio. ¿Casualidad? Tal
vez sí… pero teniendo en cuenta las cosas que me han pasado con la lectura de esta
historia —los invito a leer
esta otra entrada para que comprendan a qué me
refiero—, no deja de ser sorprendente…
Entrando más
en materia, aún recuerdo la sensación de plenitud que sentí al terminar la
serie, al cerrar la última página luego de nueve tomos y más de cuatro mil
páginas de aventuras, suspensos, emociones y sorpresas… Realmente me gustó
mucho el final, estuvo a la altura de toda la saga, de toda la expectativa que
se había construido, pero mentiría si dijera que no quedé con ganas de más. A
pesar de que la historia cerraba, y cerraba bien, hubo muchos interrogantes que
quedaron en el tintero. ¿Qué pasaba en esos dos últimos años de predicación del
Maestro? ¿Qué pasaba con Eliseo? ¿Realmente nos íbamos a quedar sin saber lo
que sucedía entre los años 28 y 30 de nuestra era? Sin embargo, creo que por
encima de todo el interrogante que más me intrigaba —y fue algo que muchas
veces me pregunté a medida que transcurría la serie— era qué pasaría cuando la
operación terminara y el Mayor regresara a nuestro tiempo, qué acontecía desde
el instante de su regreso hasta el momento en que se ponía en contacto con
Benítez para hacerlo depositario de sus Diarios…
No obstante
todo esto, repito, cuando terminó la serie me sentí satisfecho.
Pero
entonces, meses después —pues la novela había sido publicada mucho antes de que
tuviera la oportunidad de leerla— comenzaron a correr rumores de que habría una
continuación. Al comienzo no me los creí, pero entonces el rumor se convirtió
en un anuncio oficial: habría una trilogía independiente que narraría los
acontecimientos que vienen después del regreso a 1973, y que llenaría todos
esos interrogantes que planteara más arriba.
La sorpresa,
desde luego, fue mayúscula, y cuando salió a la luz El Día del Relámpago, encima con semejante sinopsis, conté los días
para hacerme con el mío…
Y bueno,
como decía, el pasado domingo lo terminé, y me gustó mucho. Prácticamente lo
devoré. Es decir, narra todo lo que siempre quise saber sobre el regreso del
Mayor, de modo que he absorbido cada detalle como una esponja. Las sorpresas
son muchas, los giros también, y el sinfín de datos sobre la operación hace del
libro una verdadera delicia para los seguidores de la saga.
El final es
muy contundente y apasionante, y solo ha hecho que quede con ganas de más. Es
un final muy abierto, que deja no pocos interrogantes sobre lo que se viene en
los próximos dos volúmenes. Sin embargo, no quiero adelantar nada. Solo diré
que, según parece, Benítez tiene planeado no dejar ni el más mínimo cabo
suelto, y que el círculo completo se va a cerrar hasta encontrarse con aquella
mítica y memorable línea que reza:
“Mi reloj señalaba las tres de la tarde. Faltaban
dos horas para que el Cementerio Nacional de Arlington cerrara sus puertas…”
Tal vez la
única pega que le he encontrado a este libro ha sido el cambio de estilo con
respecto a los anteriores. En esta entrega, J.J. Benítez (o el Mayor) realmente
cambia algunas características de su narración. Por una parte, cuenta con una
gran cantidad de frases cortas, con respectivos montones de párrafos cortos.
Comparándolo con los libros de la saga, de verdad el cambio se nota. Pero lo que
menos me ha gustado ha sido el uso excesivo de metáforas o analogías. El lector
seguramente se dará cuenta cuando lo lea, y quien ya lo haya hecho de seguro
sabrá estar de acuerdo conmigo cuando le hable de “la intuición”… Con esto
último, a veces sentí que se pasaba y que comenzaba a ser risible…
Así y todo,
el libro se lee muy rápido, es tremendamente interesante —al menos para quienes
leyeron la serie—, y está lleno de sorpresas y suspenso…
Otro detalle
sumamente especial con este libro que he olvidado mencionar, ha sido leer una
pequeña línea que jamás pensé que volvería a leer. Me refiero a la que encabeza
el comienzo de la narración, la que con los sucesivos volúmenes siempre lograba
emocionarme:
El
Diario (décima parte)
Pues bien,
solo queda esperar por la continuación, que por lo que he investigado, todavía
no tiene fecha oficial de publicación, aunque me atrevería a decir que
tendremos noticias para finales de 2015…
:)