miércoles, 30 de octubre de 2013

Un poema ganador

Hola a tod@s! :)

Hace poco la página de Facebook de Círculo de Lectores Colombia organizó un concurso con motivo del mes del amor y la amistad, que por estos lares se celebra en el mes de septiembre. Consistía en publicar un post con un pequeño poema con un máximo de 140 caracteres.

Yo publiqué el siguiente (en realidad un fragmento de un poema dedicado a mi novia, y que pueden leer completo en este enlace), que a la postre salió favorecido, y con lo cual me convertí en uno de los cuatro finalistas del concurso. :)





En ese punto, se jugaron dos semifinales y luego una final con una modalidad bastante complicada: “Me gusta”. Ahí, como todos saben, gana el que más amigos tenga, o el que de más tiempo disponga para conseguir votos. Sin embargo, conté con una inmensa ayuda, y dispuesto a ganarme el premio a como diera lugar (nada menos que $200.000 pesos colombianos; algo así como 110 dólares en libros) hice todo lo que estuvo a mi alcance para ganar votos. El final fue bastante reñido, pero luego de mucho luchar y de una buena dosis de suspenso, me anunciaron como el ganador!!! :D




Hasta me dieron un trofeo!!! :P

Mi novia fue la que me dio la noticia con un mensaje de texto que recuerdo como si fuera ayer: «Amor!! Ganaste! Ganaste! Ganaste!» :)

Y bueno, luego de muchos mensajes y no pocas indecisiones, al final terminé con este botín genial; otro premio que me echo el saco:  :P







- El día del relámpago, de J.J. Benítez (A este le llevo muchas ganas; es una continuación de la gran saga Caballo de Troya, y no veo la hora de leerlo).
- Todo oscuro, sin estrellas, de Stephen King (Este fue un regalo para mi Sadie).
- Theodore Boone, Joven Abogado, de John Grisham (Hace muchísimos años que no leo nada de Grisham, y este tiene muy buena pinta).
- El psicoanalista, de John Katzenbach (Curiosamente, hace varios años leí la primera parte, y luego tuve que devolverlo a la biblioteca y nunca lo terminé. Esta será la oportunidad de hacerlo).
- Historias insólitas de los mundiales, de Luciano Wernicke (Este tiene una pinta GENIAL. Con lo que me gusta el tema de los mundiales de fútbol, este está lleno de relatos y curiosidades sobre la gran cita del fútbol, y la verdad es que era uno de lo que esperaba con más ansias).

Sirva la ocasión de esta entrada para agradecer nuevamente a todos aquellos que me ayudaron a ganar este premio, pues sin ellos no habría logrado nada. :)



domingo, 20 de octubre de 2013

Las Cuatro Estaciones II: Otoño e Invierno, de Stephen King

“Cuatro historias ejemplares, cuatro parábolas sobre cómo el ciclo de las estaciones acosa los niveles más profundos e inquietantes de la mente humana. La primavera de su vida, a la que aspira un hombre añoso acusado de asesinato; el verano en el que un adolescente, que ha localizado a un viejo ex nazi al que cree poder dominar, comenzó a deslizarse hacia lo más sórdido de la corrupción moral; el otoño en el que unos muchachos, en un viaje casi iniciático para ver un cadáver, perdieron su visión inocente de la vida; el invierno en el que el relato de un nacimiento se convierte en símbolo del renacimiento de la dignidad.”

Conocido de sobra es el talento de Stephen King como novelista, y de igual manera lo es como creador de relatos cortos, muchos de los cuales incluso han dado pie a adaptaciones cinematográficas. Pero cuando el escritor de Maine entra en el algo inusual terreno de la novela corta, pareciera que ambos talentos se fusionaran para crear algo que, de antemano, sabemos que será un valor seguro. Es como si encontráramos en un solo lugar la profundidad de la novela y la contundencia del relato corto.

En 1982 King compendió cuatro de estas pequeñas joyas en un libro titulado Las Cuatro Estaciones (Different Seasons), demostrando una vez más su increíble talento e inagotable creatividad, y callándole de paso la boca a los críticos que ya lo encasillaban con aire despectivo en el género del terror.

En castellano el libro apareció dividido en dos tomos, pero hace poco pude conseguir dos valiosos ejemplares de la edición en un solo volumen, uno para mí y otro para mi novia, de modo que ha sido la ocasión perfecta para una lectura conjunta con ella (relectura en el caso mío). :)

Ahora que he terminado el libro (con un día de ventaja respecto a mi Sadie, que justo ahora se encuentra terminándolo) es la ocasión entonces para publicar la segunda parte de esta entrada dedicada a Las Cuatro Estaciones (la primera la puedes leer en este link), y que recoge el tercer y cuarto relatos de este increíble cuarteto.  




El Otoño de la Inocencia: El Cuerpo: “El viaje de cuatro chicos en busca del cadáver de un niño perdido en el bosque marcará el comienzo del fin de su infancia, dejando una marca indeleble en cada uno.”

Esta es una de las historias ajenas al género del terror más recordadas por los fans de Stephen King. Al igual que en historias como It (Eso) o El Cazador de Sueños, en El Cuerpo tenemos como protagonistas a un grupo de chicos de entre once y doce años que con sus aventuras (y desventuras) nos devuelven a nuestra infancia en un nostálgico y entrañable flashback. King es un experto para retratar a chicos de esa edad, muestra de que vivió su propia infancia a todo dar, y no son pocos los personajes memorables que han salido de su pluma.

Esta es la historia de un viaje iniciático donde cuatro chicos, Teddy, Vern, Chris y Gordie, emprenden una
Rob Reiner
aventura en busca del cadáver de un joven de su misma edad que ha sido anunciado como desaparecido en los últimos días, y de cuyo paradero se entera Vern por casualidad al escuchar a hurtadillas la conversación de su hermano mayor con uno de sus amigos. El relato, narrado por Gordon varias décadas después, trata más sobre el autodescubrimiento de cada uno y la toma de conciencia de su propia mortalidad, que sobre el mismo hallazgo del cadáver, y nos regala escenas, diálogos e imágenes que inevitablemente nos transportan a algún lugar de nuestra infancia en la que nosotros también vivimos experiencias y aprendizajes similares.

La adaptación de Rob Reiner de 1986 inmortalizó la historia y los personajes, y aún hoy es recordada con cariño. Es, sin duda alguna, una de las mejores adaptaciones de una historia de King, y un clásico atemporal de la historia del cine. La actuación de los cuatro jóvenes, interpretados por Will Wheaton, Corey Feldman, Jerry O'Connell y el fallecido River Phoenix, quedó en la memoria de toda una generación.

Tanto es así que hace un par de años el elenco principal junto con el director se reunió con motivo del 25 aniversario de la película en una gala que seguramente estuvo teñida de una mezcla de alegría y nostalgia, sentimientos que uno mismo experimenta al ver la película.




La novela corta tiene pasajes memorables, pero sin duda uno de los más recordados es el que da comienzo a la narración:

«Las cosas más importantes son siempre las más difíciles de contar. Son cosas de las que uno se avergüenza, porque las palabras las degradan. Al formular de manera verbal algo que mentalmente nos parecía ilimitado, lo reducimos a tamaño natural. Claro que eso no es todo ¿verdad? Todo aquello que consideramos más importante está siempre demasiado cerca de nuestros sentimientos y deseos más recónditos, como marcas hacia un tesoro que los enemigos ansiaran robarnos. Y a veces hacemos revelaciones de este tipo y nos encontramos sólo con la mirada extrañada de la gente que no entiende en absoluto lo que hemos contado, ni porque nos puede parecer tan importante como para que casi se nos quiebre la voz al contarlo. Creo que eso es precisamente lo peor. Que el secreto lo siga siendo, no por falta de un narrador, sino por falta de un oyente comprensivo.»




Cuento de Invierno: El Método de Respiración: “Una joven mujer decidida y de temple inquebrantable está dispuesta a superarlo todo con tal de llevar adelante, contra viento y marea, el nacimiento de su bebé.”

Este es quizá el relato menos valorado de la antología e, injustamente, el menos recordado. Tal vez se deba a su corta extensión, o tal vez a que es el único de los cuatro que no ha sido llevado al cine (aunque creo recordar que hay planes de hacerlo en un futuro cercano). En todo caso, y luego de esta segunda lectura, estoy convencido de que nunca ha sido valorado en su justa medida. No me cabe duda de que está a la altura de los otros tres y de que se trata de uno de los mejores relatos que he leído del Maestro del Terror… ¡y he leído unos cuantos! ;)

Y es que El Método de Respiración tiene un doble mérito: aunque narra la trágica historia de Sandra Stansfield, una mujer que, como decía al comienzo, hechiza al narrador tanto como al lector con su férrea personalidad y su firme determinación de hacer todo por el nacimiento de su bebé a pesar de su difícil condición de soledad y discriminación (la historia transcurre en la primera mitad del siglo XX, donde una madre soltera era tratada como poco más que una ramera), también es la ocasión en que se nos presenta por vez primera el mítico Club ubicado en el número 249-B de la calle Treinta y cinco Este de Nueva York.

Este Club es uno de los lugares del Universo creado por el autor de Maine que más ha despertado mi fascinación. Todo él está rodeado de misterio y el hecho de que no solo una sino dos historias transcurran en dicho lugar (aunque en realidad en ambos casos se trate de una historia dentro de otra) lo hace más llamativo. El otro relato del que hablo es El hombre que no quería estrechar manos, incluido en la antología Skeleton Crew y que en castellano apareció dentro del volumen Historias Fantásticas. En ambos casos, el primer narrador nos cuenta cómo en una de las frecuentes tertulias que acaecen en el Club es contado un relato de misterio que le llama especialmente la atención, narrado a su vez por un segundo protagonista.

Una vez terminado el relato, en este caso El Método de Respiración, uno no sabe realmente qué lo fascinó más, si el relato de Sandra Stansfield (que, dicho sea de paso, es realmente memorable y desgarrador), o la naturaleza del misterioso Club, con sus habitaciones y pasillos interminables, o su siempre inmutable y atemporal mayordomo, Stevens, que pareciera haber estado en ese lugar desde siempre.

No han sido pocas las veces en que he deseado que Stephen King escriba un tercer relato con el Club del número 249-B de la calle Treinta y cinco Este como protagonista.

Como dato curioso, existe la teoría de que esta es una de tantas historias relacionadas con el universo de La Torre Oscura, con la cual se conectan numerosos relatos y novelas y en cuyas páginas nos encontramos con personajes familiares una y otra vez. Quizá una de las pruebas, aparte de lo misterioso del lugar, sea uno de los volúmenes que descansa en una de las estanterías de la gran biblioteca del Club titulado Breakers (Disgregadores).

En suma, un relato que, en lo personal, me ha parecido y me sigue pareciendo doblemente interesante. :)

«La noche a la que me refiero pasó hace ya mucho tiempo; y mi memoria, desde luego, no ha mejorado de entonces acá (cuando un hombre llega a mi edad, es mucho más probable que suceda lo contrario); pero sí recuerdo con absoluta claridad la punzada de terror que sentí cuando Stevens abrió del todo la puerta de roble ante mí: sentí la absoluta y cruda certeza de que iba a ver de verdad aquel extraño paisaje cuarteado e infernal a la rojiza luz sanguinolenta de aquellos dobles soles que podían ponerse y dar paso a una inenarrable oscuridad de una hora, o de diez horas, o de diez mil años.»


Los dejo, nuevamente, con un pequeño bonus.

Como dije antes, el libro se publicó en castellano inicialmente en dos tomos, de los cuales hay varias ediciones —incluyendo las recientemente publicadas por el sello DeBolsillo—. He aquí las primeras que contenían los dos relatos reseñados en esta entrada, y que fueron subtituladas “El Cuerpo”:


 


Existen también dos ediciones ilustradas de ambos relatos (The body y The breathing method), publicadas por la editorial Penguin Readers. Se trata de unas ediciones resumidas para estudiantes de inglés (en la cual también se editó la novela Misery), con ilustraciones de Ian Andrews, que son, en mi opinión, unas verdaderas joyas de colección. Yo tengo la fortuna de poseer ambos (además de Misery). :)





De The breathing method tengo en realidad una segunda edición. La primera es la que aparece más arriba. Y de Misery existe también una segunda edición con una máquina de escribir en la portada, y que espero poder conseguir la próxima vez que vaya a Bogotá. :)

Las ilustraciones son verdaderamente magníficas. He aquí una pequeña muestra:







Para terminar, una frase genial que hace parte del último relato y que aparece al comienzo de la antología:


«Lo importante es el cuento, no quien lo cuenta.»



¡Hasta la siguiente estación! ;)



lunes, 14 de octubre de 2013

Joyland, de Stephen King

“Verano de 1973. Carolina del Norte. Devin Jones entra a trabajar en Joyland, un singular parque de atracciones local. La leyenda de un terrible asesinato cometido en la Casa Embrujada del parque, la pérdida de su virginidad y unos meses plagados de misterio, aventura y grandes descubrimientos cambiarán su vida para siempre.

«Joyland es un libro impresionante, bello, desgarrador. Tiene misterio, tiene atracciones, es una historia sobre madurar y hacerse mayor, y sobre aquellos que no pueden hacer ninguna de las dos cosas porque la muerte viene a por ellos antes de hora. Hasta los lectores más insensibles se emocionarán.» Charles Ardai.”

Una vez más, Stephen King le ha cedido los derechos de publicación de una obra suya a la editorial Hard Case Crime, un sello especializado en novela negra y en la cual publicara hace casi una década su novela corta Colorado Kid. Y no es casualidad que lo haga, no solo porque la novela tenga una gran dosis del género, con investigaciones y un crimen sin resolver como parte importante del argumento, sino también porque el escritor de Maine ha manifestado abiertamente su simpatía y agradecimiento para con este tipo de publicaciones pulp, término que podríamos “traducir” como literatura popular. Fue con estos libros encuadernados en rústica, que publicaban lo que los puristas apenas se dignaban mirar por encima del hombro, con los que King creció y con los que enriqueció su bagaje en el género por el que es más conocido.

Devin Jones es un joven de veintiún años que viene de sufrir su primera y dolorosa ruptura amorosa, y que encuentra en la oferta de trabajo de un pequeño parque de atracciones una posible válvula de escape para hacer un borrón y cuenta nueva en su vida.

Instalado en una habitación arrendada de una pensión en las cercanías de Joyland, Jones vivirá un verano lleno de emociones inesperadas, que él mismo definirá desde un comienzo como el mejor y el peor de su existencia, mientras trata de hallar un camino, un nuevo horizonte en su vida que le permita encontrarse a sí mismo y reconciliarse con todo aquello que le afecta emocionalmente.

En Joyland, y en la pequeña ciudad de Heaven’s Bay, encontrará todo eso, y mucho más. Tal vez más de lo que quisiera haber encontrado…




En la literatura fantástica y de terror, las ferias y los parques de atracciones siempre han ejercido un magnetismo y una curiosidad especiales. Esa mezcla de misterio y diversión, de risas y sustos, da pie a muchas posibilidades. La Feria de las Tinieblas, del gran Ray Bradbury, es una clara muestra de ello. Aunque King ya se había adentrado un poco en este mundo con fragmentos de novelas como La Zona Muerta, Corazones en la Atlántida, o con relatos como La Noche del Tigre, nunca, que yo recuerde, había explorado este terreno a fondo. Y en Joyland ha puesto de todo: elementos fantásticos y de terror por una parte, y también elementos policiacos y de investigación por otra. Y complementando todo esto, la historia de crecimiento personal del propio Devin Jones, que, tal como ha hecho King en otras ocasiones (El Cuerpo, La Milla Verde, por ejemplo), nos es narrada cuando el protagonista se encuentra ya en la ancianidad o la adultez, y donde lo ve todo desde una nostálgica retrospectiva.

Personalmente me ha parecido una novela magnífica. Misteriosa, atrapante, amena y entrañable. Posee ese toque especial del que hacen gala las historias de Stephen King narradas en primera persona, y aunque hay un crimen terrible y una historia dolorosa de por medio, también hay momentos maravillosos y fragmentos profundos que quedan en la memoria una vez cerrado el libro.

Las escasas trescientas páginas se me fueron en una exhalación. Lo había comenzado la semana pasada,
leyendo poco a poco, pero ayer, luego de llegar a la mitad, simplemente no pude parar hasta terminar las últimas 160 páginas.

King lo ha hecho de nuevo. Para mí una novela de diez puntos, quizá solo menguados por un momento que esperamos mucho y que cerca del final sucede de una forma totalmente imprevista y un poco fugaz.

Para terminar, agradecer de nuevo a mi novia por el maravilloso regalo. :) La edición en tapa dura, que en Colombia fue reemplazada por una simplona edición en rústica, es espectacular. No solo tiene su sobrecubierta, sino que además la pasta dura interior también es impresa. :D

Una edición hermosa que no esperé tener. Desde aquí, una vez más GRACIAS, amor! :)

Como dato curioso, y cito la editorial del Nº 186 de la revista digital Insomnia: “En sus inicios como escritor, Stephen King había comenzado a trabajar en una novela titulada Darkshine, acerca de un niño con poderes psíquicos atrapado en un parque de atracciones. Luego quedó inconclusa, pero la idea central sirvió de base para The Shining (El Resplandor). Pero algunos de los conceptos de aquel viejo texto permanecieron en la mente de King, hasta que afloraron ahora.”

En Estados Unidos la novela se publicó en edición regular y en varias ediciones limitadas, con un arte de tapa diferente, y con un curioso mapa de Joyland en el respaldo:




En castellano vio la luz el mismo mes de su publicación en Estados Unidos, un significativo hecho para resaltar, y que demuestra la importancia que se le está dando al autor por parte de la editorial que posee los derechos en nuestro idioma, y que además ha editado Joyland bajo el nuevo sello “Random”, con un bonito formato a medio camino entre el sello DeBolsillo y el de Plaza & Janés.





En definitiva, una pieza literaria, tanto en forma como en contenido, que no defrauda en lo más mínimo. 

:)



domingo, 6 de octubre de 2013

Visiones Nocturnas, selección de Douglas E. Winter

“Siete relatos inéditos de lo mejor del terror contemporáneo.

Stephen King, el "gran maestro" de lo macabro, Dan Simmons, galardonado con los premios World Fantasy y Rod Sterling Memorial, y George R.R. Martin, ganador de un premio Nebula, tres Hugo y un Fantasy Award por la novela corta incluida en este volumen, nos ofrecen nuevas historias de horror, escritas y seleccionadas especialmente para esta antología.”

Douglas E. Winter es un escritor, crítico y abogado norteamericano nacido en St. Louis, Missouri. Se graduó de la Escuela de Derecho de Harvard en 1975 y se convirtió en abogado en Washington D.C.. Actualmente trabaja como socio de la firma de abogados Bryan Cave, concentrándose en litigios complejos, responsabilidad por productos, la industria aeroespacial y la aviación y derecho del entretenimiento.

Aunque se ha desempeñado como escritor de horror, es más conocido por las biografías de Stephen King y Clive Barker, y por haber compilado algunas antologías con lo mejor del género del terror, entre ellas Prime Evil, Faces of Fear y Night Visions.

Esta última es, justamente, la que nos concierne en esta entrada. Aunque en inglés Night Visions estuvo compuesta por varios números (y compilada por diversos autores), en castellano, hasta donde sé, solo vieron la luz dos: Visiones Nocturnas y Visiones Macabras, correspondientes a Night Visiones 5 y 6 respectivamente. No obstante, es la primera antología la que brilla por esa selección excepcional compuesta por tres grandes del género: Stephen King, Dan Simmons y George R.R. Martin.

Como ejemplar de colección, es sin duda alguna una de las piezas publicadas por editorial Martínez Roca más difíciles de conseguir, y que junto con la serie de siete volúmenes Horror, y la compilación Fantasías, es una de las más buscadas por los coleccionistas. Yo me precio de tenerla gracias a mi novia, que me brindó un regalo sin igual hace un par de meses del que todavía estoy profundamente agradecido. :)

Entrando en materia, la antología abre con una introducción a cargo de Winter que nos pone en antesala de lo que se viene, empezado con algunos párrafos dedicados al género para luego dedicarle algunas líneas a cada autor y a cada uno de sus relatos.

A continuación, como dice el propio Winter, «Tres escritores. Siete historias. Un solo tema.»

Stephen King
STEPHEN KING

Los reploides (The reploids): “Un personaje equívoco e imprevisto aparece en un programa de televisión muy distinto de lo habitual”. Corto y muy entretenido, Los reploides recuerda a los clásicos episodios de “La Dimensión Desconocida”, y el hecho de que esté ambientado en Hollywood tal vez no sea una casualidad. Con algún toque de ciencia ficción, en apenas quince páginas logra atrapar al lector hasta ese final sorpresivo y contundente.

Me gustó mucho, y tiene la particularidad de que esta es la única antología en castellano en que aparece publicado. Toda una joyita del Maestro del Terror.

Playeras (Sneakers): “Un cadáver encerrado en un retrete experimenta la apremiante necesidad de contar su historia”. Un relato de fantasmas ambientado en la industria discográfica que más tarde aparecería en la antología Pesadillas y Alucinaciones (1993). Solo a King se le ocurriría situar un fantasma en un lavabo público. ¿Podríamos denominarlo entonces un “inodoro encantado”? Tal vez.

En todo caso, la historia entretiene y por momentos hasta tiene algo de comicidad, y no puedes parar de leer hasta descubrir la historia que se esconde detrás del fantasma cuyos pies rodeados de moscas asoman por debajo de la puerta del baño. Sin embargo, no es de lo mejor de King. Pero, repito, cumple su cometido.

Dedicatoria (Dedication): “Una mujer desesperada recurre a la brujería para cambiar al padre natural de un niño en gestación”. Si no fuera por la prosa generalmente ágil de King, este relato, que también aparecería luego en Pesadillas y Alucinaciones, sería infumable. El misterio de turno no convence y las motivaciones de la protagonista resultan extrañas por momentos. Viéndolo en retrospectiva, y habiendo leído casi  toda su obra, creo que Winter no eligió precisamente lo mejor del escritor de Maine para esta antología. En lo personal, solo el primero vale realmente la pena, aunque no por eso los otros dejan de ser entretenidos.

DAN SIMMONS
Dan Simmons

Metástasis (Metastasis): “¿Cómo es posible que solo Louis Steig pueda ver a los oscuros seres que se alimentan de la humanidad?” Con este nuevo trío de relatos entramos en un registro diferente, y vaya que se hace sentir Simmons con el apabullante comienzo de este relato. En apenas las primeras dos páginas suceden tal cantidad de hechos que casi siente uno la necesidad de detenerse a tomar un respiro para seguir con el resto.

Anteriormente solo había leído dos piezas de Dan Simmons: La novela anteriormente reseñada en este blog La Canción de Kali, y un relato de zombies que abre la antología de John Joseph Adams. Ambos me encantaron y sorprendieron, y con las críticas que he leído de este autor la verdad es que no veía la hora de leer esta trilogía de relatos. Y, a decir verdad, Simmons no defrauda. Metástasis es trepidante, digno exponente del género, y contiene un clímax y un final que no te esperas y que te deja boquiabierto.

Vanni Fucci está vivo, sano y en el infierno (Vanni Fucci is alive and well and living in hell): “Un hombre condenado a pasar la eternidad en el infierno aparece como invitado especial en el espectáculo de un predicador fundamentalista”. Algunos detalles de este relato (la extensión, el contexto y la aparición de un programa televisivo) me recordaron a Los reploides. Sin embargo, el humor es la nota predominante en el relato de Simmons.

La simpatía por Vanni Fucci, y lo que les hace a esos predicadores fanáticos que se ganan la vida a costa de los crédulos televidentes, es innegable. Muy, muy bueno este relato, con pizcas de horror y humor, y alguno que otro guiño, que lo hacen deliciosamente disfrutable.

Los pozos de Iverson (Iverson’s pits): “Una reunión de veteranos de la Guerra de Secesión a la que también asisten los muertos sedientos de venganza”. Aunque pretende ser la pieza principal de Simmons, y a pesar de que se nota que fue fundamentada con un buen trabajo de investigación, esta novela corta de terror con vetas de historia me resultó un poco lenta y pesada por momentos. Los delirios del general que asiste a la reunión buscando saldar una vieja deuda parecen extenderse excesivamente antes de que llegue el verdadero clímax.

La ambientación es interesante, y el final es realmente bueno, pero de lo poco que he leído de este autor este relato no es precisamente mi favorito.

George R.R. Martin
GEORGE R.R. MARTIN

Cambiando de piel (The skin trade): “La policía está involucrada en una serie de asesinatos salvajes… ¡y el asesino no es un ser humano!” Sin duda alguna la novela corta de Martin constituye la pieza más importante de la antología. Teniendo en cuenta que sus obras (aparte de la seria Canción de Hielo y Fuego) son harto difíciles de conseguir, y que anteriormente solo había leído los cuatro primeros tomos de la mencionada saga, eran muchas las expectativas con este relato, y la verdad es que no me ha defraudado en lo más mínimo.

Estamos ante una obra de un subgénero del terror poco frecuentado: el de los hombres lobo o licántropos. Y Martin lo hace suyo de manera magistral, mezclándolo además con algo de novela negra que convierte a Cambiando de piel, ganadora de un Fantasy Award, en una historia doblemente atrapante. Muy bien escrita, como nos tiene acostumbrados, con un gran manejo de los personajes, que sabe pintar y delinear como pocos, y con una buena dosis de giros y cliffhangers, el relato enriquece además este subgénero con su propio punto de vista y su aporte al mito del licántropo.

El clímax y ese final semiabierto que lo deja a uno con ganas de más, me lleva a desear hincarle el diente a otra obra suya que pude conseguir en la Fiesta del Libro de 2012, y que a estas alturas sigo sin leer: Los viajes de Tuf.

En suma, una antología imperdible, que me siento orgulloso de tener por lo valiosa que es como ítem de colección y por el exclusivo material que contiene. :D

Una vez más, un agradecimiento especial a mi Sadie que me regaló esta sorpresa sin precedentes. :)

Como nota curiosa, parece que hay una edición de lujo de este libro, limitada a 850 copias numeradas y firmadas:




viernes, 4 de octubre de 2013

GRAN HOMENAJE A PINK FLOYD




Muy pocas cosas buenas recuerdo del año 2011. Una de ellas, sin lugar a dudas, fue la noche del 17 de diciembre.

En honor a la verdad, recuerdo que asistí al Teatro Matacandelas sin demasiadas expectativas. Hacerle un tributo a Pink Floyd no es para cualquiera, y realmente solo esperaba pasar un buen rato y poco más.

Me di cuenta de que estaba ante unos músicos excepcionales y uno de los mejores tributos a la banda británica cuando en el comienzo del concierto (nada menos que con la contundente “In the flesh”) un escalofrío me recorrió de pies a cabeza. No había pasado un cuarto de hora cuando ya me estaba quitando el sombrero ante semejante interpretación, y a medida que transcurrió la noche, con una sorpresa cayendo tras otra, el asombro y la emoción solo fueron en ascenso.

La puesta en escena estaba cuidada hasta en los detalles más mínimos, los instrumentos (de los cuales me gustó especialmente la guitarra) calcados a la banda original, los coros impecables, la percusión, los teclados, el saxo, las luces, los efectos sonoros (de los cuales los Floyd tienen su sello propio)… Todo, absolutamente todo, me dejó gratamente sorprendido, y recuerdo haber pensado que muy gustoso asistiría a un concierto como ese cada semana…




Podría extenderme mucho con esta entrada, recordando cómo canté a pleno pulmón cada canción, recordando cómo “High Hopes” tuvo su slide guitar y “Keep talking” su talk box, recordando esa impecable interpretación de “Shine on” (cuyo comienzo, maldita sea, me cogió en el baño :P ), recordando la brillante percusión al comienzo de “Time”, recordando cómo los detalles (que como acérrimo fan de Pink Floyd me conozco al dedillo) fueron intachables… Podría, repito, quedarme recordando muchas cosas, pero la finalidad de esta entrada es realmente para anunciar que un momento esperado por mucho tiempo (y por mí especialmente) ha llegado por fin: el próximo 17 de octubre de 2013, en el Teatro Pablo Tobón Uribe de Medellín, la banda regresa tras casi dos años con un nuevo, recargado y perfeccionado HOMENAJE A PINK FLOYD.

La noticia me alegra en varios sentidos. Por una parte porque esperé mucho vivir de nuevo una noche como esa (que casualmente ha caído otra vez en 17, un número que además tiene un especial significado para mí), y por otra parte porque tuve el placer de entablar amistad con el vocalista, Óscar Mora, y estoy al tanto del enorme esfuerzo que ha significado llevar este proyecto a escena otra vez, y de los muchos obstáculos que ha debido superar la banda para llevar el proyecto a buen puerto.

De modo que la cita infaltable, no solo para los seguidores de Pink Floyd, sino también para los amantes del buen rock y para aquellos que quieran presenciar un espectáculo sin igual, será el próximo jueves 17 de octubre en el Teatro Pablo Tobón Uribe de Medellín.




Aquí los datos principales del evento:

HOMENAJE A PINK FLOYD
TEATRO PABLO TOBÓN URIBE
Carrera 40 № 51 - 24
JUEVES 17 DE OCTUBRE DE 2013
ENTRADAS: $20.000 y $30.000
INFORMES: (54) 239 75 00
MEDELLÍN – COLOMBIA

Allí estaré yo con mi Sadie. :)

Y allí espero verlos a todos para ser partícipes de una noche inolvidable. ;)

Los dejo con un tema para ir caldeando los ánimos, aunque por la naturaleza de la grabación la imagen y el sonido no le hagan verdadera justicia a la banda:






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