“Meddle es el sexto álbum de estudio de la banda británica de rock progresivo Pink Floyd, editado en octubre de 1971.
Se grabó en varios estudios de grabación de la zona de Londres, incluyendo los estudios Abbey Road. Sin material nuevo con el cual trabajar y sin tener una idea clara de la dirección que querían que tomase el álbum, la banda desarrolló una serie de novedosos experimentos que finalmente sirvieron de inspiración para la pista más conocida del álbum, Echoes. Aunque muchos de los álbumes siguientes del grupo se centraban en una temática única con letras escritas mayoritariamente por Roger Waters, Meddle fue un esfuerzo grupal con contribuciones líricas de cada miembro.
Se grabó y produjo entre las obligaciones de las giras, entre enero y agosto de 1971. Las reseñas de los críticos musicales fueron relativamente buenas y a pesar de que fue un éxito comercial en el Reino Unido, la mediocre publicidad de su distribuidora estadounidense lo llevó a ser un fracaso de ventas en dicho país...”
- One of These Days
- A Pillow of Winds
- Fearless
- San Tropez
- Seamus
- Echoes
A partir de hoy y con esta publicación quiero comenzar una serie de entradas subtituladas “Álbumes Legendarios”, recordando trabajos discográficos que marcaron no tanto la historia del Rock (aunque muchos de ellos seguro que sí lo hicieron), sino que representaron piezas musicales excepcionales desde mi punto de vista. Ya sabemos que lo que a ti te gusta a otro le puede parecer basura, así que esta serie de entradas las tomo más como una manera de exponer y compartir una opinión personal y poco objetiva de la música que más me gusta, y no como una crítica certera e imparcial de la misma. ;)
Para comenzar, escogí este álbum legendario de Pink Floyd, una banda que me marcó cuando hace ya más de una década escuché por primera vez el directo Pulse. Justamente este año Meddle cumple su 30º aniversario, más exactamente el día de mi cumpleaños :) , así que qué mejor manera de empezar que rindiéndole tributo a esta obra maestra. :D
Pink Floyd es una banda que me fascina. Soy metalero al 100%, pero por alguna razón esta banda siempre me encantó. Su música, su puesta en escena, su lejana y desconocida personalidad, su curiosa historia, etc… Cada aspecto de la historia y la música de esta banda me atrapa. Recuerdo cuando comencé a conseguir su música. En esa época nada de conectarme a internet y descargar, ni ir a una discotienda y comprar un CD. No, no habían ni el dinero ni los recursos para hacer lo uno ni lo otro. Fue una época en la que la única manera de conseguir la música era intercambiar casetes (o cassettes o simplemente KCTs… XD). Era una búsqueda curiosa y muy apasionante.
Recuerdo como si fuera ayer la primera vez que escuché Echoes, la pieza central y más importante de Meddle. Santo Dios, ¡qué locura de canción! ¡Qué texturas, qué acordes, qué solos, qué viaje sicodélico! XD
Meddle representó un norte en una época en que, luego de la salida forzosa de Syd Barrett de la agrupación, los Floyd trataban de hallar su camino, su estilo musical. Ya habían experimentado a más no poder con el sinfónico Atom Heart Mother (por no mencionar al exageradamente experimental Ummagumma), y ahora con Meddle Pink Floyd presentaba un álbum más depurado, una especie de antesala de lo que vendría dos años más tarde: el alucinante Dark Side Of The Moon.
Echoes, la canción más importante del álbum, una pieza maestra de 23 minutos y medio de duración, nació justamente de la mezcla de muchos resultados independientes generados en esa experimentación. No por nada se llamó en un comienzo Nothing (Nada).
A pesar de que las otras cinco canciones que componen el álbum podrían denominarse casi un complemento de Echoes, también resultan ser piezas musicales excepcionales, llenas de maestría y virtuosismo. La demoledora One Of These Days, la elegante San Tropez o la melodiosa A Pillow Of Winds completan este álbum altamente recomendable para los amantes del buen Rock.
Como dato curioso, hay quienes dicen que Echoes tiene una sincronía perfecta con la última parte de 2001: Una Odisea Espacial, la película de Stanley Kubrick basada en la novela de Arthur C. Clarke. Eso escuché yo una vez y he de decir que es totalmente cierto, aunque quizá se necesite “oído floydiano” (una extraña enfermedad que aqueja a los fans de Pink Floyd) para percibirlo. XD Lo digo porque resulta que luego de conocer lo de la supuesta sincronía, me enteré de que un teatro local presentaría la película totalmente gratis en pantalla gigante. Pues me asesoré bien del asunto y, sí señores, allá estaba Calavera en primera fila con su WalkMan y con el KCT listo para ponerlo a sonar en el momento preciso. :D De hecho, como ocupaba toda la cara B, ya había adelantado la parte blanca que viene al comienzo de la cinta. :P
Tuve que esperar un buen rato para que llegara el gran momento, el momento en que aparecería un fundido negro con el título “Júpiter y más allá del Infinito”. Justo en ese momento le di “play” y cuando desapareció el fundido negro sonó la primera nota de Echoes (He echado un vistazo y hay varios videos de la sincronía en la red, pero estos comienzan la misma con la primera nota musical y el fundido negro. Yo lo hice con la nota y la desaparición del fundido negro, y salió perfecto, así que me parece la mejor forma de hacerlo). Repito que tal vez se necesite “oído floydiano” para disfrutarlo en toda su magnitud, pero juro que lo que presencié en esos 23 minutos y medio fue realmente inolvidable. Fue mágico, sin igual, sicodélico, extraño, único…, inolvidable…
Justo cuando terminó la canción empezaron los créditos. :P
Supongo que más de uno se preguntaría por qué el tipo de la primera fila estuvo la última parte de la película con los ojos y la boca bien abiertos y con esa estúpida expresión de alegría… XDD
Bueno, quizá me pasé un poco divagando, pero hablando del álbum recordé ese episodio en particular. Además, muchos años después lo intenté de nuevo y no pude lograr esa exactitud en la sincronía, por lo que no me pareció tan mágico como la primera vez. :P
Sólo queda decir que Meddle es un álbum imperecedero que aún hoy te maravilla cada vez que lo escuchas. Sobre todo esa obra maestra que es Echoes. Escucharla en vivo en el documental Live At Pompeii es una auténtica delicia. Además, como suele ocurrir en gran parte de sus álbumes, la carátula es una buena pieza de arte: una oreja bajo el agua que, al voltearla y mostrar sólo una parte, termina siendo una imagen bastante abstracta. ;)
Los dejo con dos videos.
Uno que contiene la famosa sincronía entre Echoes y la cuarta parte de 2001: Una Odisea Espacial, y que, a pesar de que no empieza en el mismo punto en el que yo creo que queda mejor, sí da una idea de lo que hablo. :)
Y otro del tema One Of These Days, que abre el álbum y que aquí está interpretada en el clásico Pulse:
3 comentarios:
Impresionante blog nunca habia leido nada igual,majestuoso sensacional claro y en el ojo...
Muchísimas gracias por tus palabras, amigo!!
Saludos!!
Dejo este comentario que no sé si será leído, ha pasado el tiempo, pero me parece un excelente lugar para hacerlo. A mi me encanta Echoes igual, y pienso que representa de manera perfecta las 4 estaciones. Puedo escuchar el verano, luego el otoño, después el invierno y la primavera, para cerrar de nuevo con el verano. Es una canción así de viva, y lo mejor, ese tinte introspectivo como tú bien has destacado, con sus increíbles y variadas texturas.
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