Sinopsis: “«Feliz aniversario, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte.» Así comienza el anónimo que recibe el
psicoanalista Frederick Starks, y que le obliga a emplear toda su astucia y
rapidez para, en quince días, averiguar quién es el autor de esa amenazadora
misiva que promete hacerle la vida imposible. De no conseguir su objetivo,
deberá elegir entre suicidarse o ser testigo de cómo, uno tras otro, sus
familiares y conocidos mueren por obra de un psicópata decidido a llevar hasta
el final su sed de venganza.
Dando un
inesperado giro a la relación entre médico y paciente, John Katzenbach nos
ofrece una novela emblemática del mejor suspense psicológico. La edición
publicada en 2012 para conmemorar el décimo aniversario de la primera edición
original de El psicoanalista, incluye un epílogo que John Katzenbach ha escrito especialmente para
los lectores en lengua española.”
John Katzenbach nació el 23 de junio de 1950 en Princeton,
Nueva Jersey, Estados Unidos. Es hijo de un conocido político estadounidense llamado
Nicholas Katzenbach, con cierto protagonismo durante la época del mandato de
John F. Kennedy. Su madre, Lydia Phelps, es psicoanalista (cosa curiosa
teniendo en cuenta el título del libro que nos atañe).
John posee una extensa trayectoria como periodista
especializado en la rama judicial, trabajo que a lo largo de su vida ha ido compaginando
con la escritura. Ha sido reportero de la corte criminal para el Miami Herald y el Miami News, además de caracterizarse por sus publicaciones en la
revista Herald Tropic. Parte de su trabajo también ha aparecido en muchos otros
periódicos, entre ellos el Washington
Post, el New York Times y The Philadelphia Inquirer.
John Katzenbach |
Todo este largo bagaje en el periodismo de tipo legal y
criminal representó una influencia importante para su carrera como escritor.
Publicó su primera novela, Al calor del
verano, en el año 1982, la cual fue nominada al Edgar Award a la Mejor
primera novela. Además, algunas de sus historias han sido adaptadas al cine. A
pesar de que todas sus obras son grandes referentes del thriller psicológico, El psicoanalista, publicada en 2002, es
sin duda su libro más popular.
Frederick Starks, o Ricky para los
amigos, es un psicoanalista con una larga trayectoria que el día de su 53º
aniversario recibe la carta de un psicópata que se hace llamar a sí mismo Rumpelstiltskin
(el nombre del personaje antagonista de un clásico cuento de hadas de origen
alemán), y que al parecer conoce en gran detalle la vida de Ricky. Rumpelstiltskin
le da un ultimátum en la carta: tiene quince días para descubrir su verdadera identidad.
En caso contrario, tendrá dos alternativas: suicidarse o ver cómo es destruida,
una a una, la vida de algún familiar suyo. La única pista que Ricky tiene es el
hecho de que la causa de las amenazas se debe a algún acontecimiento del
pasado, que ahora no recuerda, y que lo ha hecho acreedor a la insólita
venganza. Entre las normas del juego está no dar aviso a la policía y formular sus
dudas o inquietudes a través del periódico, las cuales serán respondidas
puntualmente por Rumpelstiltskin por ese mismo medio.
Aún presa de la consternación,
Frederick Starks ve cómo la venganza empieza a tornarse real. No ha pasado
mucho tiempo de haber recibido la nota cuando es visitado por una atractiva
mujer que se hace llamar Virgil, y que se presenta como ayudante del señor R
para asegurarle que el contenido de la carta es real. A continuación, algunos
familiares reciben inquietantes amenazas, más tarde uno de sus pacientes muere en
raras circunstancias, no sin antes dejar una nota en que menciona a Ricky y a
su aparentemente fallido tratamiento. Poco después, una antigua paciente presenta
una denuncia en su contra acusándolo de violarla durante sus sesiones. Y para
colmo de males, sus cuentas bancarias empiezan a desaparecer una a una, dejándolo
en bancarrota.
Ricky se da a la tarea de descubrir la
identidad de Rumplestiltskin, quien a todas luces no piensa tener piedad
alguna, hurgando en los registros de su pasado, pero a medida que comienza a
encontrar las primeras pistas (al parecer todo se relaciona con una antigua
paciente que tuvo veinte años atrás y que nunca terminó su tratamiento), las
cosas se vuelven más y más complicadas, convirtiendo el juego en una auténtica
carrera contrarreloj… Y esto es solo el comienzo…
Con este libro me pasó algo muy
curioso: lo comencé a leer hace muchos años, me arriesgaría a pensar que fue
hace casi una década, y leí toda la primera mitad del libro, la cual comprende
justamente la totalidad de la primera parte (Una
carta amenazadora). El libro pertenecía a una de las bibliotecas públicas
de la cuidad, y justo cuando llegué a ese punto y fui a renovar el préstamo, me
informaron que alguien lo había reservado y que debía entregarlo. Mala fortuna.
No tuve más opción que devolverlo, y por alguna razón el tiempo pasó y pasó, y
la continuación del libro fue quedando postergada de manera indefinida…
Hace unos tres años tuve la suerte de
ganar un concurso organizado por el Círculo de Lectores Colombia, y me hice
acreedor a un premio de $200.000 pesos colombianos, canjeable por libros de la
editorial. Al final fueron cinco los libros elegidos, y entre ellos llegó a mis
manos El psicoanalista, de John
Katzenbach, el cual escogí pensando justamente en terminarlo de una vez por
todas. Pero el tiempo siguió pasando (con un bloqueo lector de por medio),
hasta que en diciembre pasado finalmente sentí que era el momento.
La verdad es que me dio flojera releer
de nuevo la primera mitad, por lo que me dediqué a releer algunos fragmentos y
a pasar por encima las páginas para refrescar la memoria. No fue complicado,
pues al final de la primera parte la historia experimenta un giro de ciento
ochenta grados, por lo que al iniciar la segunda parte casi tienes la sensación
de estar comenzando un nuevo relato.
Fue grato volver a retomar la historia
de Ricky, y ya con este gran giro inyectarle un nuevo aire a la lectura, que en
ese punto se torna bastante interesante. He visto buenas críticas de Katzenbach,
pero este es el único libro que he leído de él. Me pareció un argumento
interesante, la novela es atrapante y, dado el quid de la historia, durante
toda la lectura quieres saber cómo va a terminar esta cacería del gato y el
ratón, lo cual hace que sea difícil soltar el libro. La narración es ágil y
amena. El único pero, tal vez, es que a veces la historia da muchas vueltas
alrededor del personaje de Ricky, sus elucubraciones, sus suposiciones, lo que
cree y lo que deja de creer… Es algo que por momentos hace que la lectura se
ralentice.
Aparte de eso, es un libro que me
gustó mucho. El esperado desenlace está a la altura de todo el desarrollo
previo, y las últimas páginas sin duda dejan el listón muy alto. Muy
recomendable.
:)
1 comentario:
Nuna he leído nada del tipo. Una de mis grandes deudas.
-Mauro Vargas.
Publicar un comentario