Esto es de
no creer. Estoy indignado.
Hoy, después
de 30 horas en un calabozo de Pereira, en una celda de 3 x 3, luego de dos días
sin comer, sin bañarse, sin afeitarse, fue dejado en libertad condicional
Esteban Mejía, vocalista y guitarrista de Revenge, una banda de mi ciudad a la
que he admirado y seguido de cerca desde hace años… ¡¡¡luego de un juicio de
una hora donde le requerían a 11 años de prisión!!!
¿Y todo por
qué?
Por vestir
un simple cinturón hecho de balas que NUNCA se van a usar.
En este país
la justicia ni camina, ni cojea, sino que apenas sabe gatear… y no muy bien.
Este es el
país donde no existe la cadena perpetua ni la pena de muerte, y si violas,
torturas y asesinas a doscientos niños (véase Garavito), solo te condenan a una
pena máxima de 40 años por la muerte de uno de ellos.
¡Death for those fucking assholes!
¡¡¡A big hail for this Metal
Warrior!!!
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