Cómo olvidar
esa tarde de agosto de 2001…
Por ese
entonces había adquirido la costumbre de observar detalladamente las
bibliotecas ajenas. Mi pasión por la lectura se incrementaba cada día, y cada
vez que iba a una casa y veía alguna, me acercaba y miraba los volúmenes con
curiosidad. Entonces, en una ocasión, al ir a pasar la tarde en la casa de un
amigo, y al ver la amplia biblioteca de su familia, me acerqué intrigado…
Y vi el libro.
Y vi el libro.
Decía La Hora del Vampiro, de un tal Stephen
King. El nombre ya me sonaba: hacía algunos meses había visto en una librería
una novela titulada La Danza de la Muerte.
Era la excelente edición de la colección Éxitos de Plaza & Janés. Recuerdo
que, sin un centavo en el bolsillo, solo pude mirar la atractiva sinopsis con
triste ansiedad. No obstante, el nombre me quedó sonando (en ese momento no
sabía que un endemoniado payaso que me había aterrorizado muchos años antes era
de su creación). Y cuando lo vi en la biblioteca de mi amigo, todas las alarmas
se encendieron.
Pedí
prestado el libro y lo devoré en ocho o diez días… ¡y me enamoré! :D
El libro me
atrapó de tal forma que, ya con el nombre del autor grabado a fuego en mi
cabeza, fui de inmediato a la biblioteca que solía frecuentar. Había varios
títulos en el catálogo, y en los próximos dos meses leí Cementerio de Animales, La
Zona Muerta y Un Saco de Huesos…
Algunos
meses después leí los dos primeros tomos de La
Torre Oscura, La Danza de la Muerte,
Cujo… y el resto es historia…
Hoy en día
mi colección asciende a 128 libros, tengo toda su obra publicada en castellano y,
exceptuando un ensayo sobre el triunfo de los Red Sox en las series mundiales
de 2004 y algunos relatos inéditos, he leído prácticamente todo. Y no me canso
de sus historias. Sus relatos me han proporcionado tantos instantes
inolvidables, me han generado tantos sentimientos y sensaciones, han aliviado
tantos momentos de preocupación y tristeza, que en el día de su cumpleaños solo
puedo decirle “GRACIAS” a este inigualable escritor a quien el mote de “Maestro
del Terror” le queda corto.
Aparte de
ser el genio creador de un universo de historias que me han acompañado por
años, y que directa o indirectamente han permitido que conozca y estreche
fuertes lazos de amistad con personas que viven a miles de kilómetros de
distancia, y a los que ahora aprecio profundamente, Stephen King es una persona
digna de admiración, cariño y respeto. Un gran hombre, con todas las letras.
Único y sin
igual, así es el Maestro. Muchas gracias por todo, Tío Steve.
Quiera el
Destino que vivas al menos otros 65 años y nos sigas otorgando tantos momentos
inolvidables. :)
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, STEVE!!!
:)
No hay comentarios:
Publicar un comentario