“Durante la Segunda Guerra Mundial, gracias
a su prodigiosa memoria y a su talento para descifrar textos codificados, Mike
Rogan ingresa en la Sección de Inteligencia del Ejército americano, poco
después de casarse con Christine. A raíz del desembarco de las tropas
americanas en Francia, Rogan es enviado a Europa en misión de escucha de
mensajes. Pero por un error cae, junto a Christine, en manos de la Gestapo,
para acabar en el Palacio de Justicia de Múnich, donde serán sometidos a una
violencia extrema. Con tal de ahorrarle sufrimiento a su mujer, Rogan revela
las claves de los códigos americanos. Aún así, sus siete verdugos, tras
anunciarle la muerte de Christine, le disparan un tiro en la cabeza. Sin
embargo, horas después es encontrado vivo. Tras numerosas operaciones, Rogan le
cuenta a Bailey, agente del FBI, la historia de su ejecución y sus planes de
venganza; encontrar y acabar con los autores de su desgracia. Diez años
después, en 1955, Rogan dará comienzo su caza…”
Mario
Gianluigi Puzo nació en Manhattan, Nueva York, el 15 de octubre de 1920, en el
seno de una familia de inmigrantes italianos. Realizó estudios de Ciencias Sociales
en la Universidad de Columbia. Sus dos primeras novelas tuvieron una gran
acogida de público y crítica: La arena
sucia y La Mamma. Sin embargo, su
consagración definitiva llegó con la publicación de El padrino, novela por la que se ganó el apodo del “literato de la
mafia”.
Hoy en día la historia de los Corleone, gracias a la trilogía
cinematográfica, es casi un patrimonio histórico del séptimo arte. Las dos
primeras entregas, basadas ambas en su novela y dirigidas por Francis Ford
Coppola, le valieron nada menos que sendos premios Óscar a mejor guionista.
Ambos filmes, además, ganaron en su momento el premio a mejor película. La
tercera entrega, escrita directamente para la pantalla, le valió también una
nominación, aunque al final no obtuvo el galardón.
Mario Puzo
falleció en su casa de Long Island el 2 julio de 1999 a causa de un infarto
agudo de miocardio, poco después de finalizar la escritura de Omerta, y dejando como legado novelas
como Los tontos mueren, El siciliano, La
cuarta K y El último Don.
La novela Seis tumbas en Múnich ocupa un lugar
menor en su obra. Fue publicada bajo el seudónimo de Mario Cleri, y permaneció
inédita en castellano durante mucho tiempo. Fue escrita inmediatamente antes de
El padrino, y si entramos en
comparaciones la verdad es que la novela protagonizada por la familia Corleone,
que leí por allá en 2010, opaca por mucho a la historia reseñada en esta
entrada.
No obstante,
Seis tumbas en Múnich tampoco
pretende demasiado. Es una novela corta,
de apenas 174 páginas, narrada de manera muy ágil y con la habitual calidad de
Mario Puzo. En esta historia el autor no se anda con rodeos en ningún tramo de
la historia, yendo al grano desde la primera página y llevándonos sin respiro
tras los pasos de Mike Rogan, un antiguo integrante de la Sección de
Inteligencia del Ejército Norteamericano que durante la Segunda Guerra Mundial prestó
su prodigiosa memoria y su talento para descifrar textos codificados al
servicio de los Aliados. Rogan fue capturado y torturado por los alemanes, y
ahora busca vengarse de las siete personas que asesinaron a su novia Christine en
el Palacio de Justicia de Múnich en 1945.
Mario Puzo |
Cual lista
negra, Rogan va tachando con sangre a sus antiguos captores, uno a uno y sin
piedad alguna. Corre al año 1955 y Michael considera que ha esperado lo
suficiente. Lo conocemos por primera vez en Hamburgo, en un club nocturno donde
ajusticia a su segunda víctima: Karl Pfann. «Llevo dos y me faltan cinco»,
piensa Rogan con crudeza. Allí mismo conoce a Rosalie, una prostituta de la que
se encariña y que será su compañera a lo largo de la novela.
Más adelante
tenemos un flashback en el que se nos cuenta cómo comenzó todo, de qué manera
Michael Rogan se vio inmerso en la sangrienta acción de la Segunda Guerra
Mundial gracias a su inteligencia. Es allí donde entendemos en profundidad la
razón de su venganza.
Mario Puzo con el premio Óscar |
Y acto
seguido, de vuelta a 1955 y a la acción. Rogan sigue tachando nombres de su
lista… pero entonces aparece Bailey, un agente del Servicio de Inteligencia
estadounidense que sigue de cerca los pasos de nuestro protagonista y que no
tiene problema con que Michael siga con su cacería… siempre y cuando haga las
cosas a su manera…
La novela se
lee en un santiamén. La tenía en lista de espera hacía bastante tiempo, y ahora
me pregunto por qué la hice esperar tanto. La verdad es que resulta bastante entretenida,
la lectura perfecta para pasar el rato entre otras lecturas más densas o
extensas. Me gustó mucho, y aunque tenga un estilo más ligero que el de El padrino, fue grato volver a leer algo
de Mario Puzo después de tanto tiempo.
Como nota de
color, la edición es muy bonita, en tapa dura impresa y con una portada al
mejor estilo de las revistas pulp que tuvieron su auge en las décadas de los 20’
y 30’.
Muy
recomendable. :)
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